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Caminar juntos para cuidar mejor
INCLUSION SOCIAL
Caminar juntos para cuidar mejor
25/07/2023
ESCRITO POR:
ENTREVISTA POR:
Cruz Roja
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Cruz Roja
  • Familias de Cuenca con niños diversos reciben el apoyo de Cruz Roja Juventud para cuidar a sus hijos e hijas mientras los padres buscan momentos para compartir en comunidad.  
     

Desde hace un tiempo, en Cuenca, un grupo de familias con niños diversos o con capacidades diferentes, decidieron unirse y crear una agrupación en la que poder compartir su realidad. Así, nace la Asociación de Familias Diversas de Cuenca (Afadic).  

El objetivo de esta asociación es crear un espacio en el que padres y madres que tienen hijos e hijas diversos puedan reunirse para tener charlas, actividades o un espacio seguro en el que trasladar sus dudas, sabiendo que van a ser comprendidos y escuchados. Pero para poder poner esta asociación en marcha, alguien tenía que dar atención a sus hijos e hijas para que las familias pudieran obtener ese espacio de ventilación emocional.  

Dada esta necesidad, la Asociación de Familias Diversas de Cuenca no se lo pensaron dos veces y tocaron a la puerta de Cruz Roja Juventud. Estos voluntarios y voluntarias al recibir la propuesta tampoco se lo pensaron y dijeron sí. A partir de ahí, empezaron a caminar juntos para dar una atención y un acompañamiento lo más acorde posible a las necesidades y gustos de los niños y niñas con capacidades especiales. “Los niños están en una sala contigua y esto nos permite a los padres tener un espacio de reunión con la seguridad de que nuestros hijos e hijas están muy bien atendidos”, comenta Juan Pablo, uno de los padres pertenecientes a Afadic.  

Esta iniciativa podría parecer el típico espacio en el que por un tiempo un grupo de animadores cuidan y juegan con los más pequeños y pequeñas, pero no es así. La diferencia de este servicio está en los protagonistas, en los niños y niñas que van a recibir el cuidado. Retraso psicomotor por alteración en el cromosoma 18, trastorno del espectro autista, TDAH o distrofia miotónica son algunas de las patologías que presentan y por tanto, las actividades y la atención por parte de los voluntarias y voluntarios debe ser acorde sus necesidades.  

Los primeros días, las voluntarias de Cruz Roja Juventud se reunieron con los padres y madres para conocer los diagnósticos de los niños y niñas a los que iban a atender. El objetivo de esta reunión era saber qué les gusta, qué no les gusta, qué les relaja, qué les estresa, una forma de tener el mayor número de herramientas posibles para hacer de este rato junto a ellos y ellas un espacio seguro y adaptado. “El que manda es el niño o la niña, ellos escogen qué hacer, las voluntarias vienen muy preparadas y se involucran al máximo”, defiende Juan Pablo.  

Entre la plastilina, los juegos de mesa, las construcciones y miles de cosas más, hay un libro que se ha creado especialmente para ellos. Un libro de pictogramas ordenado por temáticas: estados de ánimo, juegos, accidentes, comidas… Algunos de ellos presentan dificultades en el habla y este libro les permite comunicarse entre ellos y con las voluntarias de una manera mucho más sencilla.  

Ahora, padres y madres como Juan Pablo, de la Asociación de Familias Diversas de Cuenca, han encontrado ese espacio en el que poder dedicarse tiempo de calidad sabiendo que sus hijos e hijas también han encontrado el suyo.  

 

 

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