El arte que dibuja sonrisas - Ahora
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- El Centro de Día ‘Algara’ de Cruz Roja en Guipúzcoa acoge talleres artesanales y artísticos donde participan las personas usuarias. El resultado es un éxito y fomenta la autoestima, la inclusión y la creatividad.
La sonrisa que se les dibuja en la cara al acabar el taller habla más alto que cualquier declaración. Doce personas en situación de vulnerabilidad que forman parte del Centro de Día de Inclusión Social ‘Algara’ de Cruz Roja (conveniado por la Diputación Foral de Guipúzcoa) participan todas las semanas en una serie de actividades artesanales y artísticas que engloban desde encuadernación artesanal hasta serigrafía pasando por pintura, arte floral o impresión manual. El arte es una herramienta que fomenta la autoestima, la inclusión y la creatividad y así se demuestra en este caso.
“El objetivo principal de la realización de estas actividades es recordarles (del latín recordis, volver a pasar por el corazón) su valía personal independientemente del momento complejo en que se encuentran”, expone Nuria Medina, técnica del Programa de Acogida e Inclusión Social del Centro de Día ‘Algara’ junto a Ruth Lastra. El Centro de Día, así, apoya y facilita procesos de inclusión social a las personas en situación de vulnerabilidad a través de distintas actividades donde también tienen cabida el aprendizaje del idioma, las habilidades interpersonales o la cultura vasca.
En estos talleres artesanales, además de la motivación, también se fomenta la cohesión grupal y, al mismo tiempo, la expresión de la individualidad. Así lo evidencia Helena Jiménez de Aberasturi, colaboradora con Cruz Roja Gipuzkoa, voluntaria y responsable de estas actividades. “Cada uno llega con su situación personal. Mientras hacen sus trabajos artesanales hablan entre ellos, se cuentan, y cuando terminan se nota que les produce una gran satisfacción lo que han hecho. Para ellos este es un espacio hogareño, un lugar seguro, en el que estar bien, y les ayuda a enfrentarse de otra forma a las cosas”, cuenta. La encuadernación da mucho “juego”, puntualiza Helena. Para confeccionar los libros se utilizan materiales reciclados, los mismos que sirven también para los adornos navideños o los arreglos florales. “Compartimos materiales y vamos buscando lo que les va motivando y funcionando mejor. Estamos 2 horas en el taller y aun así, entre sacar las herramientas y ponernos a ello, se nos pasa el tiempo volando”, añade. “Para mí lo más importante es la sonrisa que se les queda en la cara cuando acaban. Ver que se sienten bien, que es un lugar donde compartir momentos positivos”, menciona también Helena.
Estos talleres son fundamentales para recordar, apoyar y acompañar en la recuperación de la autopercepción de las personas que participan y que en muchos casos, debido a sus situaciones personales, se ha visto dañada. Cruz Roja se encarga, en este sentido, de recordarles su competencia y valía. La mayoría de personas llevan tras de sí “procesos de inmigración bastante complejos”, explica Nuria, y es clave subrayar que, pese a los momentos complicados, cada persona tiene algo que aportar.
Al final del año se realizará una exposición-mercadillo en la que se expondrán todos los trabajos elaborados a lo largo del año; un evento que también servirá para potenciar la participación comunitaria y visibilizar todo el trabajo de las personas del Centro de Día ‘Algara’. El arte (claro que sí) es capaz de dibujar las sonrisas más puras y honestas.
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