Profilaxis frente al VIH en el ámbito sanitario - Cruz Roja
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Las personas que trabajan en el área de medicina, farmacia, laboratorios, odontología, atención domiciliaria, en cárceles, etc. y que están en contacto permanente con sangre u otros fluidos biológicos que pudieran estar contaminados con VIH, son las que pueden necesitar la profilaxis post exposición ocupacional (PPEO).
Esta exposición laboral, como también se le denomina, puede suponer un riesgo de infección para el/la trabajador/a. La aplicación del tratamiento forma parte del protocolo que se debe cumplir en todos los ámbitos de la sanidad para proteger al personal que resultara afectado.
Los protocolos para evitar la posible infección consisten en:
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impedir el contacto directo con los fluidos trasmisores del VIH
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la gestión adecuada de residuos biológicos
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el acceso a la medicación antirretroviral cuando sea necesaria y
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el seguimiento adecuado en cada caso de que haya habido exposición al virus.
Eficacia
El descubrimiento de los medicamentos antirretrovirales generó un cambio fundamental en el tratamiento frente al VIH y posibilitó la utilización de la profilaxis post exposición como medida secundaria cuando la prevención primaria falla.
La aplicación de este tratamiento inmediatamente después de que haya ocurrido el accidente ocupacional reduce las posibilidades de infección en un elevado porcentaje.
Desde el punto de vista científico se plantea como una estrategia de prevención biomédica urgente y necesaria para la cual el personal sanitario deberá recibir asistencia rápida en el servicio de salud laboral.
El riesgo de trasmisión tras una práctica ocupacional puede ser muy alto o bajo.
Es muy alto cuando hay contacto directo con mucha cantidad de sangre, (pinchazo profundo con aguja utilizada en acceso vascular de una/un paciente con elevada carga viral del VIH. Además, en intervenciones con bisturí y otros elementos cortantes).
Riesgo bajo: como ejemplo podemos citar el pinchazo con aguja de sutura de pacientes con carga viral indetectable donde el riesgo sería más teórico que real.
Existen evidencias científicas que demuestran que la exposición a elevadas cargas virales se asocia a mayor riesgo de transmisión si la persona infectada no está recibiendo tratamiento antirretroviral.
Seguimiento y apoyo
Es necesario recordar que el VIH tiene las mismas formas de trasmisión que las hepatitis B y C, por eso si ocurre una exposición ocupacional habrá que tener en cuenta la posible coinfección con estos dos virus.
A la persona que haya sido valorada tras un accidente con posible riesgo para el VIH, se le aplique o no la profilaxis, habrá que proponerle un plan de seguimiento clínico, brindarle toda la información que necesite y el apoyo psicológico que requiera.
Fuentes:
Archivo propio
Organización Mundial de la Salud
Documento de Consenso sobre Profilaxis post exposición ocupacional y no ocupacional en relación con el VIH, VHB y VHC en adultos y niños (sanidad.gob.es)