En este aniversario del Día Mundial de la Respuesta ante el VIH y el Sida laboratorios Janssen colabora nuevamente con Cruz Roja Española en todas las actividades dedicadas mundialmente para concienciar, prevenir, tratar y en última instancia erradicar el virus.

Han pasado cuarenta años desde que se descubrió el VIH y si bien, la infección sigue siendo una amenaza para la salud pública, los tratamientos antirretrovirales de gran alcance (TARGA) han logrado que las personas que contrajeron el virus disfruten de una calidad de vida similar a las que no lo tienen.  

El descubrimiento de estos medicamentos en la década de 1990 representó un cambio fundamental en la gestión y el tratamiento de la enfermedad que hasta entonces causaba millones de muertes. Sin embargo, había que tomar hasta 20 píldoras al día, a menudo con efectos secundarios graves. 

En la actualidad, existen diversas opciones que combinan distintos fármacos e incluyen un régimen completo en una sola píldora, con efectos secundarios mucho más leves. Además, la ciencia no ha parado en ningún momento de avanzar en la búsqueda de una cura definitiva del VIH. Para citar un ejemplo, en enero de este año se aprobó una fórmula inyectable que contiene dos medicamentos diferentes y se coloca una vez al mes.

Buena adherencia al tratamiento

El objetivo básico del tratamiento frente al VIH es conseguir que la carga del virus quede reducida y que esa situación sea permanente en el tiempo para que el sistema inmunitario empiece a recuperarse.

Por eso, es necesario que las personas que estén tomando la medicación antirretroviral sean disciplinadas y metódicas con los horarios y las pautas fijadas para que el tratamiento sea efectivo. Porque de no hacerlo de esa manera el virus crea resistencia a los medicamentos y gana la batalla.

Gracias a todos estos avances farmacéuticos, una persona que lleva más de 6 meses con la adherencia adecuada que exige el tratamiento y ha logrado reducir su carga viral a menos de 40 copias por mililitro de sangre, es indetectable y eso significa que no transmite el virus.

Para quienes conviven con el VIH el acceso a estas terapias les cambió radicalmente su perspectiva porque han podido recuperar su vida de manera normal y planificar el futuro con óptimas expectativas.

La dificultad de crear una vacuna

Uno de los desafíos más trascendentes que tiene la ciencia frente al VIH es encontrar una vacuna (o tratamiento) que evite la infección. Pero, a diferencia de otros virus, éste se reproduce y muta a tanta velocidad que por el momento no hay anticuerpos capaces de neutralizarlo.

Otro de los obstáculos para dar con una vacuna es que el VIH tiene gran capacidad para esconderse dentro de las células y no desaparecer nunca del sistema inmunológico. 

Los grandes ensayos clínicos para probar la eficacia de las vacunas frente al VIH empezaron a dar resultados en 2003 y se han conseguido logros importantes. La clave está en encontrar anticuerpos que puedan frenar al virus antes de que infecte de manera generalizada el organismo.

El reto 95-95-95

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se han planteado un reto muy ambicioso en coincidencia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el 2030:

• Que el 95% de las personas que viven con el VIH conozcan su estado serológico.

• Que el 95% de las personas diagnosticadas con el VIH reciban tratamiento de forma continuada.

• Que el 95% de las personas que reciben terapia antirretroviral sean indetectables. 

También se trabaja en un cuarto 95 que está relacionado con la calidad de vida, la inserción laboral y la no discriminación de las personas que viven con VIH.
No debemos olvidar que, aunque haya importantes avances en lo que se refiere a nuevos medicamentos y tratamientos antirretrovirales la protección más completa frente al VIH se basa en la utilización sistemática de los métodos de prevención.

Las relaciones sexuales protegidas seguirán siendo la barrera más eficaz entre nuestra salud y el virus.