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Voluntariado corporativo: ayudar desde dentro de tu empresa - Ahora

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Voluntariado corporativo: ayudar desde dentro de tu empresa

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VOLUNTARIADO CORPORATIVO: AYUDAR DESDE DENTRO DE TU EMPRESA

Voluntariado corporativo: ayudar desde dentro de tu empresa
Las sinergias son las que realmente mueven el mundo. Cuando instituciones, empresas y personas comparten objetivos, vocaciones y pasión, todo parece un poco mejor. El voluntariado corporativo lo demuestra.

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parte 1 voluntariado corporativo

Dice una conocida expresión “piensa global, actúa local”. Y es que cualquier ayuda, por ínfima que sea, puede llegar a cambiar el mundo. Aportando lo que cada persona (buenamente) puede, las transformaciones se aceleran: en un barrio, en una ciudad, en un entorno laboral… cualquier ayuda cuenta y acciones como el voluntariado corporativo no hacen más que reforzar esta idea.

Pero, ¿qué es exactamente el “voluntariado corporativo”? Se considera aquel que se realiza de manera libre por personas voluntarias físicas y reales bajo el impulso de una empresa. En el caso de Cruz Roja, en su IX Asamblea General (celebrada en abril de 2019) se adoptó el compromiso de facilitar fórmulas de participación flexibles, ágiles y adaptadas a la realidad social de las personas solidarias. De esta forma, la Organización mantiene en la actualidad alianzas con empresas que incentivan que sus empleados y empleadas puedan ejercer su solidaridad incorporándose al voluntariado de Cruz Roja. Y son muchas las compañías que ya han dado un paso al frente en este sentido.  

Empresas como Telefónica o Naturgy forman parte del voluntariado corporativo de Cruz Roja

Nombres como Telefónica, Airbus, Naturgy, Leroy Merlin, Axa, BBVA, Hotelbeds, Quirónsalud o Coca-Cola Europacific Partners apuestan por el voluntariado corporativo y lo hacen junto a Cruz Roja. Personas que trabajan para estas empresas firman su compromiso de acción voluntaria a título individual con Cruz Roja y pasan, así, a formar parte del extenso voluntariado de la Organización, donde pueden participar en las actividades organizadas y coordinadas por Cruz Roja para atender las necesidades de las personas más vulnerables y sus entornos a través de seis áreas de conocimiento: educación, medio ambiente, socorros y emergencias, inclusión social, salud y empleo.

“El voluntariado está cobrando una gran importancia en el tejido empresarial y cada vez son más las compañías que apuestan por incentivarlo entre sus empleados o empleadas, incluyéndolo incluso dentro de sus planes estratégicos”, expresa Elena Casarrubios, del área de Voluntariado y Desarrollo de la Red Territorial de Cruz Roja. “Tiene también mucho peso en lo local, donde las empresas más reconocidas en el territorio apuestan por incentivar el voluntariado para implicar a sus trabajadores y trabajadoras en el progreso de su comunidad más inmediata”, añade.

El compromiso social de las distintas compañías no se queda en meras palabras. “Muchas veces, tal y como recoge la Ley de Voluntariado, se establecen fórmulas de flexibilidad horaria o permisos especiales, retribuidos o no, para que trabajadores y trabajadoras puedan realizar voluntariado en sus horas de trabajo, algo a destacar, y que demuestra un alto grado de compromiso por parte de las empresas”, explica Casarrubios. Ayudar es un verbo que se conjuga en infinitivo y, por supuesto, en plural.

parte 2 voluntariado corporativo

Telefónica: la cultura de la solidaridad

Una de las empresas que realiza voluntariado corporativo con Cruz Roja es Telefónica. Para la compañía de telecomunicaciones, sin embargo, no es nuevo lo de aportar manos e ilusión cuando hace falta. Durante el año pasado, movilizaron a más de 56.000 voluntarios y voluntarias en 28 países, de los cuales el 85% eran empleados y empleadas. Con esas acciones, desde Telefónica estiman que contribuyeron a mejorar las condiciones de vida de cerca de 1.500.000 personas. 

La pandemia ha contribuido a fortalecer vínculos y alianzas con un objetivo: ayudar a los demás

Carlos Palacios, director de Acción Social y Voluntariado Corporativo de Grupo Telefónica, cuenta que el voluntariado corporativo “forma parte de la cultura del grupo”. Tanto es así que el programa de voluntariado de Telefónica atesora ya 20 años. La alianza con Cruz Roja también cuenta con casi una década a sus espaldas, pero, recalcan desde Telefónica, la pandemia fue la que contribuyó, de forma decisiva, a fortalecer los vínculos ya existentes. 

“Cruz Roja facilita maneras de colaborar a nuestros empleados y empleadas”, precisa Palacios. Pero no solo parte del personal de Telefónica colabora asiduamente con Cruz Roja, sino que, en la actualidad, desde la compañía también realizan actividades de formación centradas en el ámbito tecnológico con Cruz Roja. La compañía de telecomunicaciones persigue que el uso de la tecnología, y la responsabilidad asociada a dicho uso, sea extensible a cualquier persona, también las que forman parte de los colectivos más vulnerables; de ahí la naturaleza de esta alianza, que acoge desde asesoramiento en materia de ciberseguridad hasta alfabetización de personas mayores en estas cuestiones.

Más ejemplos para ilustrar esta colaboración. Desde que estalló la crisis del coronavirus, más de 800 voluntarios y voluntarias de Telefónica han viralizado materiales de Cruz Roja vinculados a la pandemia a través de las redes sociales para, así, multiplicar su llegada e impacto en la sociedad. Y no acaba ahí la alianza: “Muchas personas de Telefónica están en los ERIE (Equipo de Respuesta Inmediata en Emergencias), o participan en acciones para atender necesidades básicas de colectivos vulnerables como infancia o personas sin hogar”, puntualizan desde Telefónica. 

Para Francisco Moro, responsable de Voluntariado Corporativo de Telefónica, algo a destacar es que se está experimentando un viraje hacia un voluntariado más profesional, donde se requieren personas especialistas en todo tipo de temas para atender, por ejemplo, a la transformación digital, acelerada especialmente por la pandemia. “Nos hemos volcado en esa transformación de la intervención social”, concreta Moro. 

 “El voluntariado corporativo tiene que ayudar a canalizar las ganas de ayudar”

Por eso mismo, y aunque en Telefónica disponen de unas horas de voluntariado previamente establecidas y pactadas, hay flexibilidad a la hora de compaginar la solidaridad con el ámbito laboral. “Trabajamos por proyectos, no por objetivos y, como hemos mencionado, el voluntariado forma parte de la cultura de la empresa”, recalcan desde la compañía, que afirman ofrecer flexibilidad cuando alguna persona desea embarcarse en un proyecto de este tipo.

Por todo ello, resaltar una única historia, anécdota o aprendizaje no es suficiente: hay tantísimos de ellos que sería imposible elegir. “El voluntariado corporativo tiene que ayudar a canalizar las ganas de ayudar, generar una cultura de compañía (que a mí, personalmente en Telefónica, me hace sentir orgullo) y ser real”, evidencia Carlos Palacios, director de Acción Social y Voluntariado Corporativo de Grupo Telefónica. “Cuando ves la cara de los niños, de las personas mayores… iluminándose. Me quedo con eso”, concluye.

“A mí el voluntariado me ha ayudado a abrir la mirada. Es una forma de entender el mundo: una forma de vivir más allá de uno mismo. Haces que tu familia sea mucho más amplia”, menciona, por su parte, Francisco Moro, responsable de Voluntariado Corporativo. 

Moisés Benítez, director de Voluntariado en Cruz Roja, indica que, sin duda, la crisis derivada por la pandemia del coronavirus ha supuesto un gran impulso por parte del voluntariado corporativo: “Las empresas se han volcado por ayudar a las personas más vulnerables en estas circunstancias tan convulsas. Se han puesto en contacto con Cruz Roja, desde las grandes compañías a nivel central pero también en lo local, para aportar lo que fuese necesario”. “Y hemos visto, sobre todo, que el voluntariado digital llegó para quedarse y en la actualidad tenemos personas voluntarias realizando voluntariado online desde diferentes puntos de España en varias iniciativas como, por ejemplo, la enseñanza del idioma a personas solicitantes de refugio y asilo, los talleres de mentoring de empleo, etc.”, añade.
 

parte 3 voluntariado corporativo

Naturgy: una energía que lo puede todo

Beatriz Banet, voluntaria de Cruz Roja a través de la Fundación Naturgy, afirma que ya llevaba un tiempo pensando en ayudar a los demás. “Ya tengo criados a mis hijos; he completado más o menos mi vida…”, cuenta. Así que se hizo voluntaria. Desde ese momento, han pasado ya 5 años. Y los que han de venir.

“Me aporta mucha satisfacción”, admite esta voluntaria. “Soy consciente de que no podemos solucionar los problemas a todas las personas, porque no tenemos una varita mágica, pero sí podemos aportar conocimiento”, agrega. En su caso concreto, imparte talleres sobre pobreza energética, y también realiza asesoramiento personalizado y entrega de kits energéticos, un tema que ahora mismo está más que nunca en la palestra pública.

Beatriz Banet, voluntaria, imparte talleres de pobreza energética

Por ello, confiesa, gran parte de sus clases giran en torno a la nueva factura de la luz. “Les explico cómo llega la luz, el gas, hasta las viviendas; los tipos de mercado; las tarifas... “, enumera. Eso le obliga a estar al día y muy actualizada de todo lo que pasa, puesto que “en lo que más me centro es en que las personas entiendan su factura eléctrica y comprendan dónde pueden ahorrar”, expresa. Cuando nos atiende, está precisamente terminando uno de sus próximos talleres. Desde luego, hay energías que lo pueden todo.

parte 4 voluntariado corporativo

Airbus: la buena voluntad no conoce fronteras

La relación que atesoran la Fundación Airbus y Cruz Roja se remonta hasta el año de la creación de la primera, en 2008. Desde ese momento, el objetivo de inspirar y animar el desarrollo de la juventud unió el camino de ambas organizaciones. Tanto es así que ni siquiera una pandemia mundial ha conseguido detenerles.

El programa Flying Challenge así lo demuestra. La finalidad de este es proporcionar a la juventud “un apoyo eficaz para ayudarles a alcanzar el éxito en su vida académica, social y profesional”, matiza Paco Romero Pérez, responsable de Fundación Airbus en España. “Pretende hacer verdaderos emprendedores de hoy y del mañana: emprendedores en sus propias vidas para alcanzar el éxito como estudiantes o futuros profesionales”, puntualiza. “Además, estamos colaborando [con Cruz Roja] en diferentes actividades de voluntariado corporativo relacionadas con el medioambiente y la ayuda humanitaria”, añade.

Airbus y Cruz Roja colaboran en el programa Flying Challenge

El programa, que se desarrolla en 7 institutos repartidos por la geografía española, permite que se beneficien más de 1000 alumnos y alumnas con la participación de 150 personas empleadas de Airbus como voluntarios y voluntarias de Cruz Roja. Para ello, remarcan, el papel de Cruz Roja es esencial, puesto que la iniciativa requiere “un conocimiento, capacidad de organización y logística que solo una organización como Cruz Roja puede ofrecer”, expresa Paco Romero Pérez. 

Y es que, pese al pequeño parón de un mes que provocó la pandemia, pronto se pudieron reponer y adaptar el programa al formato online para, así, conseguir acabar el curso escolar. El objetivo, de cara al futuro, es que sea cada vez más híbrido para que pueda desarrollarse en cualquier contexto futuro. 

Por todo ello, desde Airbus califican de “exitosa” la colaboración que mantienen con Cruz Roja. “Ambas partes contribuyen a que el esfuerzo conjunto tenga por objetivo el máximo rendimiento. A Airbus le aporta numerosos beneficios. Nos ayuda a trabajar nuestros valores, a mejorar nuestras competencias, a ser más flexibles. Y, por supuesto, también refuerza el compromiso de los empleados con la sociedad y permite conocer el mundo desde una perspectiva distinta”, concluye Romero Pérez. 

parte 5 voluntariado corporativo

UOC: aprender, estudiar y ayudar

La Universitat Oberta de Catalunya (UOC), una institución educativa 100% online, tiene una sólida relación con Cruz Roja desde hace años. “Tenemos una larga tradición de colaboración”, confirma Aina Villalonga, técnica coordinadora del programa de voluntariado con las entidades sociales de la universidad. El voluntariado (en este caso, estudiantil) está conformado por el alumnado de la UOC; personas que normalmente se encuentran estudiando una segunda carrera o formándose con edades más elevadas que las que se encuentran en otras formaciones. Por ese motivo, el voluntariado de la UOC, menciona Villalonga, responde a un perfil con amplia especialización y experiencia profesional.

Entre las líneas estratégicas de la UOC, se encuentran proyectos relacionados con la alfabetización digital o iniciativas que pretenden reducir la brecha digital, aspectos con los que la simbiosis con Cruz Roja resulta evidente. Así, entre los talleres que se enmarcan en esta colaboración de voluntariado destacan los dedicados a grupos vulnerables con pocas, escasas o nulas competencias digitales. “Personas que no tienen Internet, o a las que les cuesta preparar un currículum…”, expone Aina Villalonga. 

“Creemos que nuestro alumnado tiene un gran perfil de mentor o mentora; pueden ser un gran referente para la juventud”

Además de estas actividades, desde la UOC, y en colaboración con Cruz Roja, también ponen el énfasis en proyectos de empoderamiento, emancipación y capacitación de mujeres; refuerzo escolar, o mentorías sociales o socioinclusivas. “Creemos que nuestro alumnado tiene un gran perfil de mentor o mentora; pueden ser un gran referente para la juventud y el feedback, de momento, es muy positivo”, añade Aina Villalonga, técnica coordinadora del programa de voluntariado con las entidades sociales de la UOC. Por otra parte, también se facilita que las personas que estudian Psicología o Educación Social puedan acceder a un voluntariado más relacionado con la salud o el trabajo social.

El primer año de voluntariado estudiantil, en 2019, contó con 68 personas voluntarias. Este junio de 2021, la cifra ya asciende a 187 personas voluntarias de Cruz Roja en toda España. Con el curso universitario a punto de comenzar y el circuito más asentado, desde la UOC estiman que la cifra crecerá. Dentro de las circunstancias personales de los y las estudiantes, y del poco tiempo del que en general disponen, desde la universidad manifiestan su satisfacción con los y las estudiantes que hacen voluntariado. Porque, quien lo prueba, suele continuar.

Y es que las habilidades (las llamadas ‘soft skills’) que se adquieren mediante el voluntariado es solo una de las tantas cosas que este proporciona. “Una persona que esté estudiando Derecho, por ejemplo, no desarrolla la misma empatía, análisis crítico, consciencia social o resolución de conflictos haciendo voluntariado que haciendo prácticas en un gabinete de abogados”, señalan desde la UOC. “Se convierten en agentes de cambio a nivel personal, familiar y también profesional”, agregan. 

Aunque los y las estudiantes que hacen este voluntariado estudiantil con Cruz Roja pueden solicitar el reconocimiento de créditos optativos (solo en el caso de que estén cursando un Grado), quien decide comenzar a colaborar lo hace por muchos otros motivos. Casos hay muchos. “Recuerdo un estudiante que ya llevaba más de 10 años colaborando con Cruz Roja y nos escribió entusiasmado cuando firmamos el convenio. Es el gran embajador y, por supuesto, continúa”, expresa Aina Villalonga.

“Después de la pandemia, ha habido mucha gente que ha empezado, que nos ha escrito, y que desea continuar. Ha habido una sensibilización y concienciación muy importante”, concluyen desde la UOC. Las empresas o instituciones que ayudan a canalizar esas ganas de ayudar son las que suman, aportan y, en definitiva, marcan la diferencia. 

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