“Todas las personas mayores fueron al principio niños, aunque pocas de ellas lo recuerdan”, promulgó Antoine de Saint-Exupéry, el célebre creador del libro El Principito. Arranca septiembre y esos niños y niñas sobre los que reflexiona el escritor francés, tan llenos de vida y energía, regresan un año más a las aulas. El curso académico, como siempre, se pone en marcha y, con él, el deseo de que la igualdad de oportunidades en los colegios sea una realidad. 

Y es que, por desgracia, no todos los niños y las niñas parten de la misma posición a la hora de recibir una educación. Su contexto, por ejemplo, resulta fundamental para comprender sus circunstancias a la hora de formarse y aprender. Según la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) que realiza anualmente el INE, la carencia material infantil severa creció en 3 puntos durante el último cuatrimestre del año 2020, alcanzando así al 9% de la población infantil. Los dos principales aspectos que rigen este indicador son, por un lado, la incapacidad de mantener la vivienda con una temperatura adecuada (que ha subido dos puntos con respecto a 2019, situándose en un 10,6%) y, por otro, los retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal (que se sitúa en 15,9%).

Según el Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil, actualmente hay 2,3 millones de niños y niñas en situación de pobreza

Esta situación, según el estudio del Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil ‘Geografía de la pobreza infantil en España’, se agrava todavía más en las ciudades. Así, más de un millón de niños, niñas y adolescentes de los 2,3 millones que se encuentran en situación de pobreza, se concentra en zonas muy pobladas. 

La pobreza y la exclusión social conducen con mucha frecuencia al fracaso y abandono escolar, puesto que las carencias educativas acaban por generar dificultades para la inclusión, como el desempleo, la pobreza laboral y el riesgo de exclusión. Todo está conectado y, por supuesto, tiene unos nefastos efectos en la infancia.  “Crecer en la pobreza puede afectar a cada una de las áreas del desarrollo de los niños y tiene severas consecuencias a largo plazo, impidiéndoles alcanzar su potencial, afectando a su salud, e inhibiendo su desarrollo personal, educación y bienestar”, asevera Carlos Chana García, responsable de Infancia en Dificultad Social de Cruz Roja. Un problema que, sin duda, merece una respuesta.

Una ayuda cuanto más se necesita: así es el proyecto de Promoción del Éxito Escolar

Uno de los pilares de Cruz Roja Juventud (CRJ), como no podía ser de otra forma, son los niños, niñas y adolescentes, especialmente si se encuentran en una situación de vulnerabilidad y exclusión social. Mediante el proyecto de Promoción del Éxito Escolar de CRJ, se tiende una mano a los pequeños o pequeñas que necesitan apoyo escolar, acompañamiento emocional y de la salud, así como movilización e información con respecto a estos temas.

El público objetivo de este proyecto de CRJ son niños y niñas de entre 6 y 16 años que presentan dificultades en su proceso escolar obligatorio y que pertenecen a familias en situación de riesgo de pobreza y exclusión. En 2020, el proyecto de Promoción del Éxito Escolar alcanzó a 49 provincias españolas, a más de 350 localidades y más de 400 puntos de actividad (colegios, centros cívicos y asambleas). Con ello, se llegó a cerca de 10.800 niños y niñas y se contó con el apoyo de 4.566 voluntarios y voluntarias.

En 2020, el proyecto de Promoción del Éxito Escolar alcanzó a cerca de 10.800 niños y niñas

“Nos dirigimos a familias con dificultades económicas y sociales que no pueden permitirse clases particulares, familias con niños y niñas que a veces no pueden realizar las tareas con la misma rigurosidad que otros peques de otras familias con poder adquisitivo. Niños y niñas en riesgo de exclusión social con los que algunos días haces la tarea, sí, pero otros días simplemente hablas. También repartimos merienda, como fruta de temporada, procurando que siempre sea lo más saludable posible”, cuentan desde Cruz Roja en el podcast de AHORA ‘Del fracaso al éxito escolar’. 

Es el caso de Ciro, de 8 años. Su madre, Teresa, ya era socia de Cruz Roja antes de aproximarse a la Organización para pedir su ayuda, dado que se encuentra en un momento complejo de su vida. “Me están ofreciendo un vale que puedo canjear en una tienda”, expresa. En las Islas Canarias, de donde son Ciro y Teresa, Cruz Roja mantiene una alianza con Fundación DISA bajo el nombre de ‘Mochilas llenas’. El resultado de ella se traduce en vales para comprar libros o material escolar. El hecho de que los niños o niñas puedan seleccionar lo que quieren adquirir, además, facilita la normalización y dignificación de su situación. 

Las alianzas territoriales de empresas e instituciones como la de la Fundación DISA se suceden en muchas otras comunidades. En Murcia, la empresa de energías renovables Soltec, ha puesto en marcha junto a Cruz Roja 'Meriendas Energéticas’, una iniciativa dirigida a niños y niñas en situación de vulnerabilidad por la que la empresa se hace cargo de la merienda de estos pequeños para que puedan disfrutar de una comida saludable durante todo el año. También se les dota a los pequeños de material didáctico y asistencia por parte del personal de la Organización. 

Incentivar la motivación 

Noelia Gómez Baena, por otro lado, es Técnica Provincial de Cruz Roja Juventud en Málaga, donde es responsable del proyecto de Promoción del Éxito Escolar. Afirma que el contexto influye en la educación de la infancia; en muchos casos, porque los niños y las niñas “no se sienten motivados”. En situaciones de desfavorecimiento social, Gómez Baena reflexiona, además, sobre las pocas oportunidades que tienen padres y madres, que se van trasladando de generación en generación y producen, en parte, que los niños y las niñas puedan sentirse avergonzados, incluso inferiores, al resto de alumnado.

Por eso mismo, incide que desde Cruz Roja se pretende “incentivar la motivación”. No solo ayudar con los deberes, sino alentar a los niños y niñas a que sigan estudiando. “Hacerles ver que son inteligentes, que pueden hacer las cosas independientemente de las circunstancias y ayudarles a gestionar sus emociones”, cuenta la Técnica Provincial. En la provincia de Málaga hay, actualmente, 10 grupos de niños y niñas que, dos tardes a la semana, se acercan dos horas a las asambleas de Cruz Roja para participar en el proyecto de Promoción del Éxito Escolar. 

“Recuerdo, en concreto, a una familia que llegó de Venezuela el año pasado como solicitante de asilo. Tenía una situación bastante extrema, les pilló la pandemia y la COVID-19, en un sitio que no era el definitivo… Al principio, la mayor de las dos niñas venía supertímida, callada”, rememora Noelia Gómez Baena. “Hicimos una actividad de autovaloración y, cuando le dijimos a ella algo positivo, que era bonita, se puso a llorar y dijo que no lo era. Después, con las actividades online, vimos su evolución. Se sentía más integrada y feliz, fue evolucionando a mejor y empezó a expresar lo que sentía”, añade. 

Y es que no hay obstáculos demasiado insalvables cuando la voluntad es buena. Bea desde Italia, Irene desde Bélgica y Sandra desde Kenia constituyen el perfecto ejemplo de ello. Son tres voluntarias que participan en el proyecto de Promoción del Éxito Escolar de Cruz Roja Juventud y, a través de la pantalla, a miles de kilómetros de distancia, han podido continuar colaborando con la Organización. Bea, concretamente, se conecta semanalmente con Sara, una niña de 12 años de Bilbao a la que ayuda con el inglés, el euskera o las matemáticas. “Todos tenemos una hora a la semana, podemos abrir el ordenador, conectarnos con una persona y dedicarle un ratito”, precisa esta voluntaria.

Porque, aunque cambien las circunstancias, los niños y las niñas siempre anhelan lo mismo: sentirse integrados e integradas. “Pasan muchas horas al día en el colegio, y quieren aceptación, que les valoren, que cuenten con ellos. Y verse con las mismas oportunidades: ir bien vestidos o vestidas, sin las zapatillas rotas…”, enumera Noelia Gómez Baena, Técnica Provincial de Cruz Roja Juventud en Málaga. “Siempre hay algún niño, a principio de curso, que viene a decirme ‘mira, maestra, tengo una mochila nueva’. Que sean más pequeños o pequeñas no quiere decir que no se den cuenta de su realidad”, reflexiona. 

Durante el confinamiento, se llevaron a cabo más de 33.000 actividades de acompañamiento educativo virtual

Es un contexto, además, donde resulta indispensable el compromiso e implicación de las familias. “Es importante que las personas adultas que proporcionan cuidado parental mantengan un papel activo en el centro educativo y una comunicación fluida con los docentes. También es fundamental que acompañen al niño o niña en su proceso, supervisando las tareas escolares, interesándose por su vida en el colegio y apoyándole cuando lo necesite”, agrega Carlos Chana García.

Desde Cruz Roja, y a través del Proyecto de Infancia y Familias en dificultad social, se apoya a las madres, padres y otras figuras que tienen a su cargo niños y niñas para que fortalezcan y mejoren su desempeño parental en el ámbito escolar. “Esto se hace a través de la integración de estas figuras en Programas de apoyo a la parentalidad positiva y promoción de las competencias parentales, que parten de una valoración compartida con las familias sobre su contexto y necesidades, para posteriormente desarrollar junto a ellas y los niños, un plan de atención al desempeño parental, que les permita, por ejemplo, en el ámbito escolar, lograr la adherencia de los niños a la escuela de forma exitosa”, remarca el responsable de Infancia en Dificultad Social de Cruz Roja.

Tal es el compromiso de Cruz Roja con esta infancia vulnerable que ni siquiera la COVID-19 logró frenar el proyecto de Promoción del Éxito Escolar de Cruz Roja Juventud. Las acciones, de esta forma, siguieron durante todo el confinamiento. Se llevaron a cabo más de 33.000 actividades de acompañamiento educativo virtual con aproximadamente 5.000 niños y niñas y se realizaron más de 31.000 actividades de seguimiento educativo a más de 6.500 niños y niñas. Además, se garantizó la conectividad a Internet de otros y otras 6.000, para lo que se entregaron más de 4.000 tablets con finalidad educativa.

"Con la incidencia de la COVID-19 se han acentuado muchos de los problemas que ya veníamos viendo; muchos niños y niñas han tenido menos acceso a Internet para dar clases online, a impresoras para poder imprimir sus deberes o llevar un horario y un seguimiento por parte de alguna persona adulta, por lo que el proyecto de Promoción del Éxito Escolar cobra aún más importancia. Desde CRJ afrontamos el curso 2021-2022 con mucha ilusión, como siempre, sabiendo que es un reto y pudiendo adaptar el proyecto a su modalidad online siempre que sea necesario", remarca Lucía Curtu, secretaria estatal de Cruz Roja Juventud.

Cruz Roja y Fundación Solidaridad Carrefour: 13 años apoyando a la infancia más vulnerable

Para Toni Bruel, coordinador general de Cruz Roja, la situación de niños, niñas y adolescentes en situación de pobreza resulta una problemática que debe abordarse de forma transversal. Fruto de esa vocación por mejorar sus vidas, nació, hace ya trece años, la iniciativa que tiene la Organización junto con la Fundación Solidaridad Carrefour. A través de ella, se facilita la entrega y llegada de material escolar a los niños y niñas que lo necesitan. Un viaje compartido que persigue un mismo objetivo: la igualdad en las aulas.

“Es una campaña que sirve para que durante todo el año tengan lo que necesitan con igualdad de oportunidades”, afirma Toni Bruel

“Que los niños y niñas puedan ir al cole con todo lo necesario sin que tengan que distinguirse con otros compañeros y compañeras por no tener lo que requieren para participar en las clases”, evidencia Toni Bruel. Y añade: “Esta vuelta al cole solidaria, aunque parezca que es solo para cuando empieza la escuela, es una campaña que sirve para que durante todo el año los niños y niñas tengan lo que necesitan con la misma igualdad de oportunidades que los demás en clase”. 

“En  ocasiones,  muchas  familias en situación de vulnerabilidad social, aunque tengan asegurada la plaza de sus hijos e hijas en un centro escolar de forma gratuita,  no  son  capaces  de  afrontar  gastos derivados  de  la  escolaridad  y  que  inciden  directamente  en  el  sentimiento  de pertenencia  de  los  niños/as  a  la  escuela  y,  por  tanto,  en  su  rendimiento académico:  por  ejemplo  no  pudiendo  sufragar  la  compra  de  libros,  material escolar,  vestuario  adecuado  para  asistir  a  las  actividades  de  la  escuela  y  las extraescolares, productos de apoyo (gafas, audífonos, muletas...) etc.”, recuerda, por otro lado, Carlos Chana García, responsable de Infancia en Dificultad Social de Cruz Roja.

El pasado fin de semana, del 3 al 5 de septiembre, se celebró la recogida de material escolar para estos niños y niñas en los centros de Carrefour repartidos por prácticamente todo el territorio español. Supermercados que, año tras año, acogen a las personas que quieren contribuir a la campaña. Fernando Cuevas, responsable de la vuelta al cole solidaria por parte de Cruz Roja, cuenta que durante el año 2020 participaron 6.000 voluntarios y voluntarias en esta actividad solidaria.

“Unas 15.000 personas se movilizaron en los tres días de campaña, y otras 1.200 lo hicieron en una fase posterior, donde se confeccionan, elaboran y distribuyen los lotes de material escolar a las personas y familias afectadas que se benefician de esta acción”, precisa. En 2020, se obtuvieron un total de 16.000 lotes, valorados de media en unos 37 euros. Se recaudaron, además, 488.000 euros, un 11% más de lo obtenido en 2019. “La aportación, desde hace 13 años, de la Fundación Solidaridad Carrefour, se mantiene en los 590 euros por establecimiento, es decir, 121.000 euros en total. Hablamos de una campaña que mueve en torno a los 615.000 euros”, puntualiza.

Lápices, estuches, mochilas… Los lotes están compuestos por todos los elementos necesarios para que ningún niño o niña sienta que no está en igualdad de condiciones con sus compañeros o compañeras de clase. “Darles, también, esa oportunidad de estrenar, de volver al colegio con ilusión”, recuerda Cuevas, que pone así el foco en la importancia de que los pequeños y pequeñas puedan acceder también a productos nuevos.

Desde la Fundación Solidaridad Carrefour, Julien Veryrier, su vicepresidente, ve en los lápices, estuches o mochilas auténticas “herramientas” para construir un futuro. “Fomentamos que los niños y niñas sean más libres, más responsables, más autónomos, y eso pasa por la entrega de un lápiz y un cuaderno; es así de sencillo. Cada niño que tiene recursos para aprender es un futuro adulto libre”, comenta Veryrier. Asegura, además, que no podían faltar a este inicio de curso, a este “reencuentro” con las familias (“uno de los más importantes del año”), y también pone el foco en la ilusión con la que se selecciona el material escolar por parte de los clientes y clientas de Carrefour. “Son miles de pequeños gestos y detalles. Es un orgullo ser el lugar donde se construye esta solidaridad y esta apuesta por el futuro”, incide.

“Cada niño que tiene recursos para aprender es un futuro adulto libre”, evidencia Julien Veryvier

María Cid, directora de la Fundación Solidaridad Carrefour, también se expresa en la misma línea. “Esta campaña trasciende lo obvio, que es el material escolar, la herramienta, y va más allá: habla de empoderamiento, de refuerzo emocional, de no tener que dar explicaciones…”, enumera. “Los niños y las niñas, por mucho que queramos, se enteran de muchas cosas de las que no deberían y, mediante esta campaña, queremos minimizar esas preocupaciones. El talento no entiende de condicionantes, y menos de cuantificaciones económicas”, concluye.

“Es más fácil criar a niños fuertes que reparar a adultos rotos”, reflexiona por último Cid, que toma así prestada la cita del escritor y orador estadounidense Frederick Douglass. La infancia como patio de juegos donde, sin ninguna duda, hay que cultivar la igualdad.