¿Qué pasa si se incumplen las normas de la guerra? - Ahora
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- Se conoce como “crímenes de guerra” las violaciones graves contra el Derecho Internacional Humanitario (DIH) que se cometen en un conflicto. Crímenes que pueden tener consecuencias a nivel penal.
El Derecho Internacional Humanitario (DIH) establece que las partes involucradas en un conflicto deben prevenir y reprimir las violaciones graves que atenten contra esta normativa y suprimir toda otra violación. Sin embargo, no siempre sucede. Es lo que se conoce como “crímenes de guerra”, término que define las violaciones más graves cometidas contra el Derecho Internacional Humanitario (DIH).
Estas incluyen, por ejemplo, el homicidio internacional, la tortura, el trato inhumano o la causa deliberada de grandes daños, así como hacer objeto de ataque a la población civil o a personas civiles, lanzar un ataque indiscriminado que afecte a población civil o a bienes de carácter civil (a sabiendas de que tal ataque causará muertos o heridos), hacer objeto de ataque a zonas desmilitarizadas, o hacer objeto de ataque a una persona a sabiendas de que está fuera de combate, entre otros aspectos. Las normas del DIH se violan, entre otras causas, por la violencia y la ruptura del régimen social y jurídico internacional característico de los conflictos armados, por desconocimiento, por la no aceptación de las normas, o por la falta de disciplina y organización o la obediencia ciega e impunidad.
Pero, ¿qué debe pasar si se cometen crímenes de guerra, es decir, se incumplen las normas de la guerra? Fundamentalmente, dos situaciones:
- Que un estado que ha cometido violaciones del DIH debe reparar por completo la pérdida o la lesión causada.
- Que los individuos que han cometido crímenes de guerra deben ser buscados, investigados y enjuiciados.
Estas dos premisas están respaldadas, además, por los Convenios de Ginebra de 1949 y el Protocolo adicional I de 1977, que recogen que las infracciones graves deben ser castigadas. Eso sí, no establecen penas específicas ni un tribunal para juzgar a los infractores. Son los propios Estados los que pueden buscar a las personas acusadas de infracciones graves y hacerlas comparecer ante los propios tribunales o entregarles a otro Estado para que sean juzgadas.
El derecho penal de un Estado sólo se aplica, en general, a los actos cometidos en su territorio o por su ciudadanía, pero el DIH va más lejos, e impone a los Estados la obligación de buscar y castigar a todas las personas que hayan cometido infracciones graves, sin tener en cuenta la nacionalidad del infractor el lugar donde se cometió el crimen. Este principio, llamado “jurisdicción universal”, es un elemento clave para garantizar la represión efectiva de las infracciones graves.
De esta forma:
- Los Estados pueden hacer cumplir las normas a través de sus sistemas jurídicos nacionales, canales diplomáticos o mecanismos internacionales de solución de controversias.
- Los crímenes de guerra pueden ser investigados o enjuiciados por cualquier Estado o, en determinadas circunstancias, por un tribunal internacional o por la Corte Penal Internacional (CPI). No en vano, 38 países ya han solicitado que la CPI investigue los potenciales crímenes de guerra cometidos en Ucrania.
- La Organización de las Naciones Unidas también puede adoptar medidas para hacer respetar el DIH. Por ejemplo, el Consejo de Seguridad puede obligar a los Estados a cumplir sus obligaciones o enviar un asunto a la Corte Penal Internacional para que se investigue y, en su caso, se abra el procedimiento penal.
Puedes conocer más sobre los aspectos básicos del DIH, sus orígenes o qué leyes lo definen a través de esta píldora formativa que Cruz Roja pone a tu disposición.
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