Fortalecerse para resistir - Ahora

• El Centro de Recursos de Medios de Vida de Cruz Roja es un organismo que brinda soluciones y apoyo en proyectos de medios de vida en lugares pobres y desfavorecidos que han sufrido desastres naturales, conflictos o pérdidas humanas o materiales por distintos motivos. Uno de los lugares en los que se trabaja actualmente es Haití.

2010 y 2021 son dos fechas que Haití nunca olvidará. En 2010, el país fue asolado por un seísmo que causó estragos. Más de 220.000 personas fallecieron. Once años después, este mismo 2021, Haití volvió a temblar por un nuevo y fatídico terremoto. Esta última tragedia, según informaciones de medios internacionales, dejó tras de sí más de 2.000 personas que perdieron la vida, y cerca de 10.000 con diferentes heridas y daños. En conjunto, casi una década marcada por dos catástrofes naturales con daños incalculables. Una década en la que también Cruz Roja Española ha estado al lado de la población haitiana para ayudarles a enfrentarse a este desolador panorama; no solo en estos momentos críticos, sino también en su día a día más cotidiano.

Una de las formas en que la Organización ha actuado ha sido a través del Centro de Recursos de Medios de Vida, una plataforma que se encarga de aportar soluciones y ayuda después de una crisis. Los medios de vida, es decir, la capacidad de las personas para generar y mantener una forma de sustento, se ven afectados por las catástrofes naturales o los conflictos bélicos. Para ayudarles a recuperarlos, desde este centro se aportan las herramientas. Porque, dice un conocido dicho popular, después de caerse, resulta obligatorio ponerse en pie. Y, si alguien te brinda una mano, qué duda cabe que el proceso es más sencillo.

El Centro de Recursos de Medios de Vida apoya actualmente el Convenio ejecutado por Cruz Roja Española en la zona de Bainet, situada en el departamento del sudeste de Haití

El proyecto que se desarrolla actualmente por parte de Cruz Roja Española en Haití es previo al último terremoto registrado este 2021; de hecho, este año es el tercero en el que se lleva ejecutando. La acción, que cuenta con financiación  de la AECID, busca fortalecer las actividades económicas, tales como agricultura o emprendimiento, en la zona de Bainet, situada en el departamento del sudeste de Haití. 

Quien más sabe al respecto es Eleonora Bitocchi, coordinadora del proyecto. El Convenio de Medios de Vida en Haití, cuenta, se ejecuta concretamente en cuatro secciones comunales del distrito Bainet, y alcanza a un total de 2080 personas beneficiarias. Para ello, Cruz Roja Española y Cruz Roja Haitiana trabajan en conjunto en las oficinas del centro de la ciudad, donde parte del equipo está asentado. Además, Cruz Roja Haitiana pone a disposición de la acción a 90 personas voluntarias en todas las secciones y localidades implicadas. Son imprescindibles, matiza Bitocchi, para hacer un correcto seguimiento a las familias beneficiarias y asegurar la durabilidad del proyecto, que se espera que continúe hasta, por lo menos, el año 2023.

En cuanto a las actividades, hay de diferentes tipos. Actualmente, se está trabajando en la implementación de parcelas agroforestales (distribución de semillas y plántulas, puesta en marcha de un vivero, distribución de ganado, formación a personal veterinario, o formación en agroecología). De la misma manera, se está avanzando también con la puesta en marcha de AGR (Actividades Generadoras de Ingreso) y con la construcción de un centro de transformación de productos agrícolas. Asimismo, está en curso la rehabilitación de dos sistemas de irrigación existentes.

La respuesta de la población, por el momento, es muy positiva. “Sobre todo, se nota mucha motivación por la puesta en marcha de las AGR y, en general, en todos los procesos para ayudarles a desarrollar sus pequeños comercios”, expresa Eleonora Bitocchi. “El proceso de implementación de las parcelas agroforestales es un cambio de comportamiento que toma mucho tiempo, pero aun así se les nota satisfechos. Cuando hacemos las distribuciones de plántulas, semillas, y animales, siempre están presentes en las actividades de orientación con los voluntarios y con el equipo”, agrega. Además, “aunque la mayoría de los beneficiarios están en situación de analfabetismo y vienen de zonas muy lejanas, la participación es siempre muy alta y a través de los métodos utilizados y las actividades prácticas se logra que pongan en práctica las lecciones aprendidas.”

Y es que las zonas rurales de Haití representan una mayor complejidad, tal y como confirma también Bitocchi. Acceder a estos lugares resulta prácticamente imposible en el caso del paso de una tormenta o ciclón, como por ejemplo la reciente depresión tropical Grace. Pese a ello, el tesón que marca el rumbo de este proyecto hace que continúe en pie frente a cualquier adversidad. Porque recuperar los medios de vida de un lugar es clave para afrontar un futuro y, especialmente, un futuro digno.