Cruz Roja activa un nuevo dispositivo de acogida de familias afganas procedentes de Pakistán - Ahora
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- Más de 220 personas entre personal técnico y voluntariado atienden de las familias que en esta ocasión llegan con un gran número de niños y niñas y personas mayores
La base aérea de Torrejón de Ardoz se volvió a llenar el pasado lunes de chalecos rojos. Los de las 80 personas del equipo técnico y los 146 voluntarios y voluntarias de Cruz Roja que forman parte del dispositivo de acogida que ha atendido a las más de 240 personas de origen afgano procedentes de Pakistán llegadas a nuestro país entre el 11 y 12 de octubre en el marco de la segunda fase de la operación de repatriación del Gobierno de España desde terceros países. El dispositivo se lleva a cabo junto a los Ministerios de Asuntos Exteriores, Defensa e Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
Son ex colaboradores de las tropas españolas y sus familias que por encontrarse fuera de Kabul o por diferentes razones no pudieron acogerse a la primera operación que logró evacuar a más de 2.200 personas en agosto. Cruz Roja ya se encargó entonces del operativo de apoyo en la recepción y acogida de las personas evacuadas de Kabul a petición de la Secretaría de Estado de Migraciones, perteneciente al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Esa última semana de agosto un equipo de más de 300 personas de Cruz Roja se encargó de la acogida y el primer acompañamiento psicosocial de las personas solicitantes de asilo. En esta ocasión, más de 220 personas están trabajando para atender a las familias afganas que han viajado directamente desde Islamabad.
En esta segunda fase de la denominada Operación Antígona, el perfil de las personas que llegan es un poco diferente de las que llegaron en agosto y septiembre. Entre ellos hay muchos niños y niñas y también personas mayores. Son familias completas que han tenido algo más de tiempo para abandonar el país y que en muchos casos llegan con más pertenencias y con los ánimos un poco más calmados, como explica Natalia, la coordinadora del dispositivo del pasado lunes. “En agosto llegaron personas con otro tipo de perfil, mucho más afectadas por la situación. Hemos tenido a personas que han perdido a sus propios familiares al subirse al avión. Hubo un señor que llegó con su niño pequeño, que habían matado a la esposa al subirse al avión y en este caso, obviamente, el señor estaba totalmente en shock. Ha tenido que elegir si quedarse en su país, en Afganistán para llorar a su mujer o irse, huir y ayudar así a su hijo a tener una vida mejor. Obviamente estas personas que están llegando ahora están un poco más organizadas” explica desde la base aérea.
En cuanto las personas bajan del avión y la policía revisa los equipajes, el personal de Cruz Roja los recibe en el hangar para registrar sus datos e identificar vulnerabilidades adicionales, como pueden ser un embarazo o una enfermedad de cualquiera de los miembros de la familia. En esa zona de espera, los voluntarios y voluntarias de Cruz Roja Juventud (CRJ) atienden a los niños, niñas y personas jóvenes, para ayudarles a reaccionar y protegerse. Les dan apoyo y orientación para afrontar emocionalmente la situación y realizan actividades con ellos como dibujar para hacer que estas primeras horas pasen de un modo más llevadero y que no estén sobre expuestos a la realidad inmediata. Esa es la labor de los ESIE, Equipos de Sensibilización e Información ante Emergencias (ESIE), compuestos por voluntarios y voluntarias de Cruz Roja Juventud formados específicamente para desarrollar estas tareas.
A continuación, se les realiza una prueba de antígenos a todas los recién llegados y después pasan a una entrevista con la Policía donde se les informa del proceso de petición de asilo. Una vez concluido este paso, vuelven con el personal de Cruz Roja que les acompaña a la denominada zona de vida donde se ubican la zona de descanso. Ferran, un voluntario de Cruz Roja, que ha estado en Torrejón de Ardoz estos días explica cómo son los primeros minutos de estas personas en territorio español.
Las personas que llegaron en el primer avión llegaron con mucho frío. Lo primero que se hizo desde Cruz Roja fue proporcionarles mantas y ropa de abrigo para que entraran en calor. Esa parte logística es muy importante en este tipo de dispositivos. Noelia, es otra de las voluntarias de Cruz Roja, que se ha desplazado desde Ciudad Real para echar una mano. Como ella, muchas personas voluntarias han decidido pedir vacaciones o renunciar a los días del puente de octubre para poder ayudar en el dispositivo.
Las personas afganas que aterrizan en la base aérea de Torrejón de Ardoz son atendidas por Cruz Roja a la espera de que el Gobierno les derive a otra ubicación, bien en España o bien en otros países de Europa, como parte del acuerdo alcanzado entre los miembros de la UE. Las familias que se quedan dentro de España entran en un programa de asilo en el que también participa la Cruz Roja por el que las personas refugiadas pasan entre 18 y 24 meses en un periodo de acogida temporal, en el que se les presta apoyo legal y psicológico y se les introduce en el idioma.
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