La comunidad científica alerta de que el cambio climático agrava las crisis humanitarias - Ahora
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- Tras el informe publicado ayer por parte del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC), en el que alertan sobre los estragos que está causando el cambio climático, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) ha hecho un llamamiento y ha instado a tomar medidas urgentes.
El informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (en sus siglas en inglés, IPCC) publicado ayer es claro: el cambio climático ya está contribuyendo a agravar las crisis humanitarias en contextos vulnerables. Y no solo eso: el clima y los fenómenos meteorológicos extremos están provocando cada vez más desplazamientos en todas las regiones del mundo.
Por eso mismo, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) ha hecho un llamamiento para que se tomen medidas urgentes a nivel local y se financie, en particular, a los más vulnerables con el fin de combatir los devastadores efectos humanitarios de la crisis climática. En esta línea se ha expresado el presidente general de la FICR, Jagan Chapagain.
“El informe del IPCC confirma lo que la FICR y su red de 192 Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja ya han presenciado durante años: el cambio climático ya está perturbando la vida de miles de millones de personas, en particular de las más pobres del mundo, que son las que menos han contribuido a él”, ha advertido. Y ha añadido: “La respuesta mundial a la COVID-19 demuestra que los gobiernos pueden actuar de forma decisiva y drástica ante las amenazas mundiales inminentes. Necesitamos la misma energía y acción para combatir el cambio climático ahora, y necesitamos que llegue a las comunidades más vulnerables al clima de todo el mundo para que tengan las herramientas y la financiación necesarias para anticiparse y gestionar los riesgos”.
“El informe del IPCC confirma lo que la FICR y su red de 192 Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja ya han presenciado durante años”
El informe, redactado por más de 200 personas expertas en clima, reafirma de esta forma los principios clave que la red de la FICR ha venido reclamando para hacer frente al cambio climático: que la acción local es clave para hacer frente al cambio climático y que responder a los desastres después de que ocurran nunca será suficiente para salvar vidas y luchar contra una crisis de esta magnitud.
Los datos científicos más recientes confirman además con gran certeza que los impactos y riesgos climáticos agravan las vulnerabilidades y las desigualdades sociales y económicas. Estas, a su vez, aumentan los graves problemas de desarrollo que ya tienen algunas regiones y en lugares especialmente expuestos, como las zonas costeras, las pequeñas islas, los desiertos, las montañas y las regiones polares.
Una luz roja intermitente
Maarten van Aalst, autor principal del informe y director del Centro del Clima de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, ha evidenciado que “este informe es una luz roja intermitente: una gran alarma sobre la situación actual”. “Nos dice en un lenguaje científico inequívoco que la ventana para la acción global concertada para asegurar un futuro habitable se está cerrando rápidamente. Demuestra que todos los riesgos que nos preocupaban en el pasado se nos vienen encima mucho más rápido”, ha recalcado.
En palabras de van Aalst, sin embargo, “aún no es demasiado tarde”. “Todavía podemos reducir las emisiones para evitar lo peor. Además, tendremos que gestionar los cambios que ya no podemos evitar. Muchas de las soluciones, como la mejora de los sistemas de alerta temprana y las redes de seguridad social, ya han demostrado su valor. Si aumentamos nuestra ambición para adaptarnos a los riesgos crecientes, dando prioridad a las personas más vulnerables, aún podemos evitar las consecuencias más devastadoras”, ha concluido.
Cabe recordar que las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja no solo responden a los desastres cuando se producen, sino que también desempeñan un papel fundamental en la prevención de peligros como las inundaciones y las olas de calor para que no se conviertan en desastres. Al trabajar en primera línea en las comunidades antes, durante y después de los desastres, desde el Movimiento saben lo que se necesita para responder a las crisis climáticas y ayudar a las comunidades a prevenir y adaptarse a los crecientes riesgos del cambio climático. La FICR se propone apoyar a las Sociedades Nacionales miembros para que lleguen a 250 millones de personas cada año con servicios de adaptación y mitigación del clima para reducir el sufrimiento y la vulnerabilidad.
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