En esta entrevista, conocemos más de cerca el trabajo de nuestra compañera Rocío Arias en Creu Roja, su labor en la oficina local de Capdepera y su compromiso con la comunidad. A lo largo de los años, ha trabajado para fortalecer la red de apoyo social y coordinar iniciativas que mejoren la calidad de vida de quienes más lo necesitan.
A través de su experiencia, nos comparte la importancia del voluntariado, el impacto de los proyectos en el municipio y cómo el trabajo en equipo y la cercanía con las personas marcan la diferencia. Además, reflexiona sobre los desafíos de su labor y la importancia de cuidar el bienestar emocional en una profesión tan vocacional como la suya.

¿Cómo y cuándo comenzó tu trayectoria profesional en Creu Roja? ¿Qué te motivó a unirte a esta organización?

Mi trayectoria en Creu Roja comenzó en octubre de 2019, impulsada por el deseo de aportar al trabajo comunitario. Me motivó especialmente la oportunidad de coordinar la oficina local de Capdepera, un espacio desde el cual se abordan diversas problemáticas sociales de manera integral, promoviendo un impacto real en la comunidad.

¿Cuáles son las principales actividades y proyectos que se llevan a cabo en la Delegación Local de Capdepera?

La delegación de Creu Roja en Capdepera es un espacio vivo, donde las personas que participan sean voluntarias o usuarias, contribuyen a que nuestra oficina sea también hogar.
Llevamos a cabo diferentes proyectos, siendo los más representativos los relacionados con las personas en situación de vulnerabilidad, atención a la infancia y juventud y acompañamiento a las necesidades de las personas mayores o en proceso de envejecimiento. Nuestras actividades son variadas, desde la entrega de alimentos, clases de refuerzo escolar o gimnasia de mantenimiento. 
Hoy y cada día destacamos que todas y cada una de las actividades que se realizan en nuestra oficina es gracias al equipo de voluntariado, sin ellos y ellas no llegaríamos a atender a tantas personas que lo necesitan.

¿Qué particularidad tiene trabajar en un municipio como Capdepera?

En una oficina pequeña como la nuestra, el voluntariado juega un papel clave, participando en múltiples proyectos y apoyando diversas actividades. Somos como una gran familia, donde el compromiso y la colaboración son esenciales. Para mí, como profesional, tener una visión global de todo lo que hacemos me permite comprender en profundidad nuestras capacidades como organización y el impacto que generamos en la comunidad.

¿Cómo describirías el papel del voluntariado? ¿Se necesitan más personas voluntarias aquí?

Como adelantaba en la pregunta anterior, el voluntariado es el motor que nos permite llevar a cabo todas las actividades y proyectos. Son personas comprometidas y apasionadas por ayudar a los demás, y sin su apoyo no podríamos llegar a tantas personas. Sin embargo, ¡siempre necesitamos más manos! En un municipio como Capdepera, contar con más voluntarios y voluntarias significaría poder ampliar nuestro impacto, así que desde aquí hago un llamamiento a todas las personas que quieran formar parte de nuestro pequeño gran equipo. 

Desde que comenzaste en este puesto, ¿cuáles son los principales objetivos que te has propuesto alcanzar?

Mi principal objetivo ha sido fortalecer la red de apoyo social en la comunidad. He trabajado para mejorar la coordinación entre los diferentes agentes para ser más eficientes y sumar compromiso al trabajo social. También me he enfocado en crear espacios donde las personas que acudan a nuestra oficina se sientan acompañadas y escuchadas en todo momento.

¿Cómo evalúas el impacto de vuestra labor en la comunidad del municipio?

Creo que el impacto es muy positivo, aunque siempre hay oportunidades de mejora. Lo más importante, desde mi perspectiva, es que estamos presentes y somos parte activa de la comunidad. Desde el apoyo en situaciones personales hasta la respuesta ante crisis globales como la vivida durante la pandemia de COVID-19, nuestro compromiso ha sido constante. Soy consciente de que el trabajo nunca se detiene y que cada día surgen nuevas necesidades y desafíos. Por eso, es fundamental seguir esforzándonos al máximo para mantenernos como un recurso útil, accesible y cercano a quienes más lo necesitan.

En vuestro día a día seguramente habéis conocido historias que dejan huella. ¿Podrías compartir alguna experiencia o caso que te haya marcado especialmente?

Trabajar con personas es increíble, porque cada una te aporta algo valioso y te deja una enseñanza. Podría contar muchas historias de superación personal, pero lo que realmente me emociona es la esencia de la comunidad.
Hace unos años comenzamos a celebrar la Navidad en nuestra oficina, invitando a todas las personas vinculadas a Creu Roja: voluntariado, personas usuarias, socios y socias. Es una celebración especial donde cada quien aporta algo para compartir, generando un ambiente cálido y familiar. Es un día lleno de conversaciones, música y hasta nos animamos a bailar. Para el equipo de voluntariado y para mí, es un momento muy significativo que refuerza el espíritu de unión y solidaridad que nos define.

Atender a colectivos en situaciones de vulnerabilidad puede ser emocionalmente exigente... ¿Qué estrategias utilizas para mantenerte motivada y cuidar tu bienestar mientras ayudas a los demás?

Dicen que la experiencia es un grado, y después de más de 20 años en el ámbito social, he aprendido la importancia de equilibrar la vida personal y profesional. Para cuidar mi bienestar, llevo un estilo de vida tranquilo, disfruto del deporte, la lectura y, sobre todo, del tiempo con mi familia y amigas.
Además, valoro profundamente el trabajo en equipo, ya que compartir experiencias y emociones no solo fortalece nuestro compromiso, sino que también nos ayuda a mantenernos motivados y resilientes. Cuidarnos entre nosotros es clave para seguir ofreciendo lo mejor a quienes nos necesitan.