La situación humanitaria que vive el Líbano desde octubre 2023 asentada sobre una base de vulnerabilidad preexistente y alimentada por una situación de crisis múltiples desde 2019 (económica, energética, política y social), se ha visto agravada por la escalada del conflicto el pasado mes de septiembre 2024.

Ha generado ya el desplazamiento de 1,1 millones de personas, más de 3.000 personas fallecidas y más de 13.500 heridas. En torno a 473.000 personas refugiadas sirias y libanesas han huido cruzando las fronteras hacia Siria donde han sido acogidas por la Media Luna Roja de este país.

En este contexto de destrucción, para cubrir las necesidades en salud de la población la Cruz Roja Libanesa ha puesto en marcha su red de ambulancias, 14 centros para la gestión de desastres, 9 unidades médicas móviles, 36 centros de atención primaria de salud y sus 13 bancos de transfusión de sangre.

Desde 1964, la Cruz Roja Libanesa viene respondiendo a la necesidad de transfusiones sanguíneas de los centros hospitalarios del país con la creación de centros específicos de donación de sangre, siendo el de Beirut el primero en establecerse. Desde entonces, el número de centros ha crecido hasta los 13 que funcionan actualmente. El Ministerio de Salud Pública ha delegado en sus bancos de sangre la extracción y distribución de este bien esencial a través de los cuales cubre aproximadamente el 33% de las necesidades nacionales de sangre. 

Sólo en lo que va de año, se han recogido 23.008 unidades sanguíneas, permitiendo la provisión de componentes sanguíneos a 15.398 personas, la mitad de estas sólo en el último trimestre.

Desde el 8 de octubre 2023 fecha en que se iniciara la tensión con Israel y en relación con esta emergencia y hasta el 25 de septiembre de 2024, los bancos de transfusión sanguínea han distribuido 14.969 unidades de sangre para cubrir las necesidades de la población de las áreas del Sur y Bekaa afectadas.

Es importante contar con stocks sanguíneos que puedan ser movilizados a tiempo para responder no sólo a estas situaciones de emergencia y crisis. Su escasez ya ha provocado en años anteriores (2022) la postergación de cirugías, el cierre temporal de centros médicos a nuevos pacientes, tratamientos vitales aplazados, obligando al triaje y selección de los casos más críticos. Las principales causas de la mortalidad materna (la muerte de una mujer mientras está embarazada o dentro de los 42 días siguientes a la terminación del embarazo) en El Líbano fueron las hemorragias post-parto, concentradas en los grupos poblacionales con mayores tasas de fecundidad, mayor pobreza y menor acceso a servicios de salud de alta calidad (población refugiada y libanesa vulnerable).

Desde 2023, Cruz Roja Española con el apoyo de entidades locales y la administración descentralizada , acompaña a la Cruz Roja Libanesa en el desarrollo de su Programa Estratégico del Servicio de Bancos de Sangre. Contribuye también con fondos propios a reforzar la respuesta país a las necesidades críticas de la población relacionadas con la salud. Juntas trabajan por el fortalecimiento de la capacidad de la CRL para abordar las necesidades hematológicas de la población mejorando el abastecimiento a tiempo y seguro de productos sanguíneos a la red nacional de hospitales para contribuir a satisfacer las necesidades en situaciones tanto regulares como de emergencia en el país. A su vez se trabaja por la concienciación comunitaria sobre la importancia de donar sangre a través de campañas que posibiliten su movilización.

Durante 2024, esta intervención ha sido apoyada por Comunidad autónoma de Murcia, Universidad de Alicante, Fondo de Solidaridad Menorquín, Ayuntamientos de Toledo y Benidorm.