VIH: quiénes son los controladores de élite - Cruz Roja
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Una de las razones fundamentales por las que aún la ciencia no encuentra la cura definitiva para el VIH es la capacidad que tiene para multiplicarse, mutar y ocultarse de manera latente en nuestro organismo.
Mientras el virus reposa, en los llamados reservorios, no tiene facultad para multiplicarse y puede estar años así, hasta que en algún momento se activa y se vuelve a replicar.
La investigación no cesa en buscar una manera a través de la cual se pueda acceder a esos lugares recónditos donde el VIH no puede ser detectado por los eficaces antirretrovirales que hay en la actualidad. Y precisamente, uno de los caminos, que pueden llevar a la solución está en los reservorios donde el virus permanece inactivo.
Con respecto a esta línea de estudios tienen una relevancia fundamental los controladores de élite que son las personas capaces de mantener el VIH a raya de manera espontánea, sin ninguna terapia.
Entre el 0,5 y el 1 por ciento de quienes en el mundo conviven con el VIH son controladores de élite y son la esperanza para el desarrollo de nuevos tratamientos y la producción de vacunas.
También hay que señalar que la característica del controlador/a de élite no es permanente, más tarde o más temprano estas copias (llamadas provirus) se pueden activar y multiplicarse.
Hasta ahora, lo que se sabe de quienes controlan el virus sin necesidad de tratamientos, está en la respuesta inmunitaria.
Lo que hace el VIH es modificar la estructura de las células para infectarlas y dañar paulatinamente el sistema inmunológico (linfocitos CD4) encargado de protegernos frente a todo tipo de infecciones. En su ciclo vital, en la segunda etapa denominada de fusión, la envoltura del virus se une a la membrana de los linfocitos CD4 y así se infecta la célula.
De acuerdo con lo que se pudo constatar en los controladores de élite (también llamados no progresores) ocurre algo en el revestimiento del virus que impide que la infección se produzca y progrese. En otras palabras, la réplica de copias del VIH es defectuosa y muy poco activa.
En 2019 un equipo de investigadores del Centro Nacional de Microbiología (CNM) del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) de España publicó en la revista Frontiers of Immunology un estudio sobre la capacidad que tienen algunas personas para dominar el VIH sin necesidad de fármaco alguno.
Y en 2020 otro grupo de expertos del mismo instituto dio a conocer el seguimiento a tres pacientes españoles con VIH que llevaban 25 años sin recibir tratamiento antirretroviral, que no tenían el virus detectable en sangre y no habían desarrollado el sida.
Como conclusión podemos decir que la clave de todas estas investigaciones está en conocer los mecanismos que permiten la latencia del virus. Para, dicho de una manera coloquial, sacarlo de la guarida donde se esconde y poder atacarlo con fármacos específicos.
Quienes están dentro del grupo de controladores de élite tienen una respuesta eficaz y multifuncional frente al VIH y en los engranajes de esa respuesta puede estar la cura total.
Entre los métodos que se están experimentado para eliminar los reservorios de VIH latente podemos citar la genoterapia o manipulación genética, que consiste en poder reparar un gen anormal, reemplazar un gen defectuoso por otro sano, la inactivación de un gen que no funciona de forma normal o la inclusión de un nuevo gen para combatir una enfermedad.