La explosión en el puerto de Beirut (Líbano) del pasado 4 de agosto ha dejado según fuentes oficiales más de 6.500 personas heridas y más de 180 personas fallecidas. La situación humanitaria en Líbano es crítica dado que el grave impacto de la emergencia por la explosión se produce en un contexto de profunda crisis económica y tasas crecientes de transmisión de la Covid-19.