Emprender es una oportunidad para cambiar la vida de muchas personas. En el caso de muchas mujeres, además, es la única forma de encontrar su encaje en el mundo laboral, bien por su edad -el entorno laboral al que se enfrentan expulsa a las mayores de 45 años-o bien por las dificultades de conciliar sus cargas familiares y profesionales. Según el Mapa del Emprendimiento Español 2023, elaborado por South Summit, el perfil de la mujer emprendedora en nuestro país (representan el 20% del total) es: mayor de 35 años, que emprende en solitario (el 65% de ellas), prácticamente la mitad ha trabajado antes por cuenta ajena y ven en el emprendimiento una oportunidad real de conciliar su vida laboral y profesional. Solo el 7% de las emprendedoras encuestadas, consiguió la financiación que necesitaba del sector privado tradicional, dependiente el resto de ayudas públicas u otros mecanismos de financiación (redes de apoyo cercanas, micro financiación etc).

En este contexto, el proyecto Impulsa Autoempleo y Microcréditos del Plan de Empleo de Cruz Roja, busca favorecer la igualdad de oportunidades en el empleo, apostando por el emprendimiento como una forma de inserción en el mercado laboral que, en muchas ocasiones, es la única respuesta posible para personas en situaciones vulnerables apartadas tanto del mercado laboral como el mercado financiero tradicional.

En Cruz Roja ponemos el foco en tanto ejemplos de mujeres emprendedoras que quieren enfocarse en aquello que les gusta. El pasado 17 de noviembre, durante la pasada IV Edición de los Premios Impulsa Autoempleo se quiso premiar no sólo con el apoyo económico a muchas de estas iniciativas de mujeres, sino con el reconocimiento que merece su emprendimiento. El 80 % de candidaturas presentadas en las distintas categorías (Consolidación, Creación, Rural, Internacional y por supuesto, Emprendedoras) correspondieron a negocios puestos en marcha por mujeres, que merecen ser conocidas para inspirar a tantas otras que pueden seguir sus pasos. 5 historias, 5 oportunidades de emprendedoras que han cambiado la vida de estas 5 mujeres.

A Marife siempre le ha gustado ayudar a los demás y compartir conocimientos. Por eso, cuando a los 53 años se quedó en paro y sin opciones en el mercado laboral actual, no se lo pensó dos veces. En 2023 su proyecto como Asesora Administrativa sale a la luz gracias al acompañamiento recibido en el marco del proyecto Impulsa de Cruz Roja en Sevilla, que le sirvió de apoyo, asesoramiento y guía hasta dar forma a su plan de negocio, a la vez que le permitió reforzar sus competencias para perfeccionarse en su oferta como asistente virtual. Hoy, Marife trabaja codo a codo con sus clientes para facilitarles la vida y construir bases sólidas y avanzar en el crecimiento de sus negocios. Lo tiene muy claro, su mensaje para otras mujeres que quieran emprender es que confíen en sí mismas, en lo mucho que pueden aportar, y que busquen apoyo y orientación en el programa Impulsa. La ayuda que sigo recibiendo es fundamental para mi éxito como emprendedora.

Beatriz es una emprendedora convencida. Ya había abierto un primer emprendimiento en 2016 a raíz de su experiencia en centros de belleza tanto en España como en otros países del entorno y por eso decide nuevamente volver a intentarlo. Utopia Beauty Nails es el fruto de su tenacidad y de unas circunstancias favorables en su entorno, tanto a nivel personal porque cuenta con redes de apoyo que le permiten llevar adelante su profesión conciliando con sus obligaciones familiares, como por el acompañamiento recibido del proyecto Impulsa de Cruz Roja que desde el origen de su idea, le ha aportado el soporte emocional a lo largo de todo el proceso, además de facilitarle el desarrollo del plan de empresa, la mediación para conseguir financiación y el seguimiento en la consolidación del negocio. Por eso, por la independencia económica que su proyecto le aporta, Beatriz quiere transmitir su ilusión a todas las mujeres que quieren emprender: Trabajar por cuenta ajena siempre es una posibilidad, pero para cada una mujer es necesario ir desarrollando la capacidad de creer en ti misma, de desarrollar tu sentido de confianza, y, enfrentar los problemas que van surgiendo a lo largo del todo el camino desde una actitud que vas aprendiendo y entrenando.

El proyecto Impulsa de Cruz Roja ha apoyado en 2023 a más de 1900 personas en su decisión de emprender, de las que casi 800 han creado o consolidado sus negocios, siendo el 62% de mujeres. Emprender es una oportunidad de cambiar la vida de muchas mujeres, que consiguen en el autoempleo, desarrollar el empleo que les permite conciliar su vida laboral y personal.

Emprender en sectores masculinizados es un doble reto para la mujer, pues supone enfrentarse a las dificultades del día a día a de desarrollar tu iniciativa sola y los prejudicios sociales anclados en el pasado. Por eso Arantza cuando se lanzó a su emprendimiento en el sector de la producción musical con Mas Músicas, tendía claro que muchas veces ser mujer en un sector tradicionalmente de hombres, hace que emprender sea un camino difícil que, sin el acompañamiento emocional necesario, las redes de apoyo, los recursos y la formación complementaria, puede convertir un sueño en una pesadilla. Su consejo a otras mujeres que quieran lanzarse: que tengan una red, que busquen una comunidad, que traten de estar acompañadas. El emprendimiento es duro y agotador muchas veces, aunque también te da alegrías si te esfuerzas. Si tienes personas a tu alrededor que cuando flaqueas te dicen “tú puedes” puede ser el mejor de los regalos y creo que el Proyecto Impulsa de Cruz Roja hace muy bien ese trabajo.

Para Arantza el emprendimiento es una forma de vida, creo que cuando logras tener las herramientas adecuadas para lanzarte (formación, recursos…)  puedes ser imparable. Si bien es cierto, que cuando una mujer es autónoma, ya solo por el hecho de serlo y trabajar desde casa, por ejemplo, significa que se puede ocupar de mucho más de lo que le correspondería, si su hijo se pone malo la que se tiene que quedar en casa es ella “porque puede hacerlo y el no porque tiene jefe” eso al final resta dedicación a su proyecto y no termina consiguiendo ningún objetivo.

Algo parecido le paso a Marta en plena pandemia covid 19 cuando nace su proyecto Resiliando by maRTuraleZa. Marta es una mujer con una fuerte vocación emprendedora y solidaria que transforma su formación empresarial al frente de equipos en industrias masculinizadas como es la automoción, en un proyecto por las personas y para la sostenibilidad de la naturaleza. Resilando acompaña en el cambio de procesos y mentalidades, a entidades que apuestan por los negocios regenerativos. No sólo rentables y respetuosos con las personas y el planeta, sino que restauren y devuelvan todo el daño que un modelo insostenible ha generado. Trabajando con las personas en esa doble mirada, la del hoy y la del mañana. La que se centra en las personas y también en el planeta. La que inserta tu proyecto en la corriente de la economía regenerativa. Marta no está sola, ha aprendido que lo importante era tejer redes: su proyecto, colabora con colectivos y asociaciones frente a situaciones injustas, junto a personas cuya experiencia vital a veces dolorosas les ha hecho gigantes.

Cruz Roja Española en colaboración con las sociedades nacionales de distintos países, realiza una importante labor en favor del emprendimiento como base fundamental para que muchas personas y en concreto mujeres, generen el sustento económico que suponga en muchas ocasiones, el único medio de vida de sus redes más cercanas. Por eso, cada año se reconoce dentro de la iniciativa de Premios Impulsa, la labor que realizan mujeres en países de américa latina (Colombia, Ecuador, El Salvador entre otros) para poner de manifiesto la necesidad de invertir en iniciativas emprendedoras que son una oportunidad real de cambio en la vida de muchas personas. Anna Hayde creó Hayti Clínica de masaje, que comercializa productos de limpieza y cosmética además de servicios de masajes terapéuticos, relajantes, reductivos y fisioterapia, en el Salvador. Durante la pandemia COVID-19, cerraron por completo todos los negocios y por tanto, la actividad que generaba sus ingresos, sin embargo con la reapertura económica y con la ayuda de las capacitaciones y asistencias técnicas brindadas por el proyecto, está nuevamente ofreciendo sus servicios y poco a poco implementando nuevas herramientas para que sus servicios se abran paso en el mercado local. La de Anna Hayde es una historia de superación y resilencia que merece ser conocida como ejemplo de mujer sin barreras.