Fortaleciendo a la juventud frente a emergencias climáticas - Ahora
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- A raíz de lo acontecido en numerosos municipios de Valencia a causa de la DANA, diferentes centros escolares de la zona han querido reforzar sus conocimientos en materia medioambiental. Apostar por una sociedad más resiliente y preparada frente a las emergencias climáticas se ha convertido en una tarea urgente.
Hace 20 años, el huracán Katrina arrasó la costa del golfo de México. Como consecuencia de los estragos ocasionados y con la mirada puesta en la prevención, nació The Pillow Project, también conocido como ‘Mi Funda de Almohada’, un programa educativo de la Cruz Roja Americana dirigido a estudiantes de 3º a 5º de primaria y creado para prepararles ante emergencias de esta índole. “Inicialmente fue implementado en Nueva Orleans, pronto se expandió a otros capítulos de Cruz Roja, logrando capacitar a miles de niños y niñas, como los 4,500 estudiantes formados en el noreste de Ohio el año pasado. Su objetivo es formar una generación consciente de los riesgos, preparada para actuar en emergencias y capaz de compartir ese conocimiento con sus familias y comunidades”, explica Esther Triviño, responsable del Proyecto Resiliencia Climática en Entorno Urbano
Tras la catástrofe ocurrida en Valencia el 29 de octubre de 2024, la necesidad de tener conocimientos en materia medioambiental ha pasado de ser algo útil a vital. Por este motivo, Cruz Roja ha aunado todos sus esfuerzos y bajo el programa ‘Mi Funda de Almohada’ ha puesto en marcha un taller de preparación ante emergencias climáticas. “Los y las estudiantes aprenden sobre la ciencia de un peligro localmente relevante y cómo prepararse mejor para él. Practican qué hacer si ocurre un desastre y cómo afrontar el miedo y el estrés relacionados”, cuenta la técnico.
Kits de respuesta básica, planes de emergencia en casa, sistemas de alerta temprana y primeros auxilios son algunos de los conceptos sobre los que gira el taller que adquieren estos niños y niñas. “Hemos notado un aumento significativo tras la DANA, sobre todo en las solicitudes que recibimos por parte de otros centros educativos interesados en implementar el proyecto. Esto refleja no solo una mayor sensibilización de la población, sino también un interés creciente en formar a las comunidades escolares en la prevención y gestión de este tipo de situaciones”, añade Triviño. Actualmente, se está impartiendo en cuatro centros educativos de la ciudad de Valencia.
Kits de respuesta básica, planes de emergencia en casa, sistemas de alerta temprana y primeros auxilios son algunos de los conceptos sobre los que gira el taller
Empieza un nuevo año y el proyecto no tiene pensado parar, sino todo lo contrario. Con la fase 2 del proyecto se pretende mantener los talleres; crear brigadas climáticas en las que un grupo de alumnos y alumnas se preparen para actuar como referentes en la prevención y respuesta ante situaciones de emergencia climática; y por último, realizar talleres impartidos por el alumnado de 6º de primaria, quienes se encarguen de compartir lo aprendido con el resto de compañeros y compañeras para fomentar no solo la sensibilización en todo el centro, sino también para reforzar el aprendizaje entre iguales, generando un impacto “más profundo y sostenible”.
“El feedback tanto del alumnado como del profesorado está siendo muy positivo. Además, hemos notado que este impacto no se queda solo en las aulas, ya que muchas de las reflexiones y aprendizajes están siendo compartidos con las familias. Esto está generando un diálogo intergeneracional que refuerza la importancia de la preparación climática y amplifica el alcance del proyecto en la comunidad”, concluye esperanzada la responsable del proyecto.
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