Detectar las señales de alarma ante el riesgo de suicidio - Ahora

• El suicidio es un problema importante de salud pública con consecuencias sociales y emocionales de gran alcance. Se calcula que actualmente se producen más de 700.000 suicidios al año en todo el mundo. Cada uno de ellos afecta profundamente a muchas más personas. En España, el suicidio es la primera causa de muerte no natural.
   

En España 4.097 personas se quitaron la vida en 2022, un 2,3% más que en el año anterior, según datos del Instituto Nacional de Estadística.  La prevención del suicidio es una prioridad de salud pública. El 10 de septiembre es el Día Mundial para la Prevención del Suicidio. Una jornada que tiene como objetivo centrar la atención en el problema, reducir el estigma asociado a él y crear conciencia entre las organizaciones, gobiernos y la sociedad. También lanzar el mensaje de que el suicidio se puede prevenir. 

De cada diez personas que se suicidan, nueve de ellas manifestaron claramente sus propósitos. Conocer las señales de alerta puede ayudar a familias y allegados a actuar antes de que sea demasiado tarde. Sin embargo, también es importante señalar que no siempre existen estas verbalizaciones o se observan señales de alarma, ya que hay personas que ocultan su intención de quitarse la vida hasta el final. 

¿Qué conductas o señales pueden ponernos en alerta? 

• Que la persona verbalice abiertamente la intención de querer suicidarse. 
• Que muestre interés por el tema de la muerte y explore formas de suicidio. 
• Que lleve a cabo conductas de cierre: cuentas bancarias, testamento, se despida de personas de su entorno, regale objetos valiosos para la persona, etc. 
• Cambios bruscos en el estado de ánimo de la persona. En muchas ocasiones, la persona muestra una mejora repentina e inexplicable de su estado de ánimo, que puede deberse al alivio que siente al haber tomado ya la decisión de quitarse la vida. 

De cada diez personas que se suicidan, nueve de ellas manifestaron claramente sus propósitos.

Señales de alarma entre las personas jóvenes

El suicidio es la segunda causa de muerte de las personas jóvenes en España. Las cifras entre menores de 15 años se han triplicado desde 2019. ¿Son diferentes las señales de alarma entre adultos y jóvenes? “Existen algunos factores de riesgo comunes entre personas adultas y adolescentes, como pueden ser los intentos de suicidios previos, trastornos mentales, bajo estado de ánimo, ausencia de red social, etc., sin embargo, existen factores de riesgo que son específicos de este grupo de edad”, explica Laura Fernández Villa, responsable del servicio de prevención del suicido de Cruz Roja. “La impulsividad tiene un papel muy importante en menores de 15 años por su propio desarrollo cognitivo, ya que en niños menores de 8 años no está presente la irreversibilidad de la muerte.  La presencia de sucesos vitales estresantes, embarazos no deseados, descubrimiento de la homosexualidad, el acoso por parte de iguales, sufrir maltrato físico y abuso sexual, entre otros”, indica la psicóloga, pueden ser otros factores de riesgo.  

Algunas de las señales más habituales que pueden alertar a los padres y madres:

• Cambios de carácter repentinos, 
• Que comience a abusar de drogas o tome riesgos excesivos
• Cambios en los patrones de sueño
• Bajo rendimiento académico
• Ausencia de actividad física 
• Abandono de actividades que le resultaban placenteras
• Cambios en la alimentación
• No querer salir de su dormitorio, ni con sus amistades.

¿Qué podemos hacer si detectamos que un amigo o familiar tiene intenciones suicidas? 

“Hablar sobre el suicidio con tu amigo y/o familiar no va a provocar que la persona cometa el suicidio. Al contrario, le ayudará a expresar sus emociones y pedir ayuda. Pregúntale abiertamente cómo se siente y si está pensando en quitarse la vida, y permite que se desahogue. Muestra empatía, no juzgues sus emociones, muestres alarmismo o infravalores estos pensamientos y emociones, transmítele afecto. Señala que estás ahí para ayudar, puedes ayudarle a solucionar sus problemas y ofrécele recursos. Promueve que obtenga ayuda profesional”, afirma Laura Fernández Villa. 
 
Servicios de atención telefónica gratuitos como Cruz Roja Te Escucha (900 107 917) que ofrece apoyo y acompañamiento psicosocial a las personas que lo necesitan o La Línea 024 una línea telefónica de ayuda a las personas con pensamientos, ideaciones o riesgo de conducta suicida, y a sus familiares y allegados, promovido por el Ministerio de Sanidad, pueden ser gran ayuda, y se ha demostrado que la existencia de líneas telefónicas de atención a las personas con ideación suicida tiene un impacto en las tasas de suicidio, viéndose éstos reducidos.
“Cuando una persona llama a un número de atención telefónica al suicidio, probablemente nos está indicando que realmente desea vivir, pero no sabe cómo hacerlo. Está pidiendo ayuda porque no quiere morir, pero no encuentra salida para acabar con su sufrimiento. Estos servicios se convierten en espacios de desahogo, de acompañamiento y de profesionalidad. Preguntar, escuchar y validar emociones puede ayudar a sentir alivio y reducir el sufrimiento”, concluye la psicóloga.