¿Cuánto tardan en descomponerse los residuos más comunes? - Ahora
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- Mascarillas, guantes, colillas o plásticos. Son algunos de los residuos más frecuentes con los que se han topado los equipos de voluntariado de Cruz Roja que el pasado 12 de junio se sumaron a la campaña ‘1m2 contra la basuraleza’, impulsada por el proyecto LIBERA, de SEO/BirdLife en alianza con Ecoembes. Muchos de ellos tardan hasta cien años en desaparecer de los entornos naturales.
La basuraleza hace referencia a todos aquellos residuos encontrados en la naturaleza derivados de la acción humana. Para combatirlos, más de 1.000 personas voluntarias llevaron a cabo una gran recogida colaborativa de residuos en 73 de enclaves naturales de 22 provincias de nuestro país. El objetivo de esta gran recogida de residuos que tuvo lugar el pasado 12 de junio no fueron los kilos recogidos, sino que se buscaba concienciar sobre el impacto de la basuraleza. Revisamos algunos de los residuos más comunes encontrados en playas, ríos u otros entornos naturales, vemos algunos otros que han llegado allí de forma inexplicable y repasamos cuánto tiempo tardan en degradarse.
Las mascarillas, los guantes, las colillas o los envases y bolsas de plástico son los residuos que más encontramos en la naturaleza. Desde Cruz Roja València advierten que la presencia de colillas está por encima de envoltorios, botellas, tapones y bolsas de plástico. Hechas de acetato de celulosa (un derivado del petróleo), constituyen un material plástico no biodegradable. Una colilla puede tardar hasta 12 años en desintegrarse y es capaz de contaminar hasta 10 litros de agua marina y hasta 50 litros en el caso del agua dulce.
Una colilla puede tardar hasta 12 años en desintegrarse
Aunque menos frecuentes, en la delegación de la Cruz Roja en València también se han encontrado últimamente con muchos hisopos (es decir, bastoncillos). Este tipo de residuos se ha duplicado en los últimos años y, actualmente, es uno de los más importantes en mares y ríos. Un bastoncillo tarda en degradarse unos 300 años; por eso, no está de más recordar que no deben tirarse nunca por el inodoro.
Desde Cruz Roja Alicante y Cruz Roja Castellón destacan que las colillas y bastoncillos suelen ser los residuos más comunes; por otro lado, desde las delegaciones de Cruz Roja de Aragón y Andalucía, los envases y bolsas de plástico son lo más frecuente. Una simple bolsa de plástico, por ejemplo, puede tardar en descomponerse de media en torno a los 150 años.
Las mascarillas desechables, grandes protagonistas de la pandemia, llevan implícita una cifra espeluznante: hasta 400 años pueden tardar en degradarse. Los guantes biodegradables no lo hacen hasta pasados los 30 años; en caso de que no sean biodegradables, tampoco desaparecen hasta, aproximadamente, 300 años después.
Las mascarillas higiénicas y guantes son algunos de los residuos más frecuentes en la actualidad
En Cruz Roja Tenerife se han topado con muchas mascarillas y guantes últimamente. “Se ha demostrado que estos residuos pueden generar diversos impactos negativos, tanto en entornos terrestres como marinos, tales como la muerte directa de especies, convertirse en un vector de enfermedades o afectar a la salud humana; por lo que evitar que lleguen a la naturaleza es fundamental”, sostiene Juan Carlos Sánchez, director provincial del área de Medio Ambiente de Cruz Roja en Santa Cruz de Tenerife.
El portavoz de Cruz Roja, además, señala lo peligrosos que son los microplásticos, es decir, los residuos inferiores a 5 milímetros, también bastante comunes en estos espacios. “Son los que pasan a la cadena alimenticia y pueden perjudicar a la salud de las personas. Lo mismo ocurre con los compuestos retenidos por los filtros de las colillas”, indica. Los trozos de plástico y las toallitas húmedas (estas últimas pueden tardar hasta 100 años en degradarse) son otros de los residuos que se han encontrado recientemente, en este caso, en La Gomera.
Residuos de todo tipo, soluciones comunes
Además de todos los anteriores, los equipos de Cruz Roja y el Proyecto Libera se han enfrentado a todo tipo de elementos extraños que, por muy raro que resulte, también pueden acabar en parajes naturales. Por ejemplo, en Cruz Roja en Asturias se encontraron con una rueda. Un neumático puede tardar hasta 1.000 años en degradarse; una cifra similar a la de las pilas, cuya degradación se calcula entre los 500 y 1.000 años. En Cruz Roja en Palencia, por otro lado, se han llegado a encontrar residuos tan extravagantes como una máquina de escribir.
Frente a esta problemática situación, los consejos de siempre suelen ser los más útiles. Con el fin de evitar que los residuos lleguen a las playas y espacios naturales, hay que tener mucha conciencia. Entre otras recomendaciones, destacan procurar utilizar menos plásticos, evitar desperdiciar alimentos, reutilizar siempre que se pueda y comprar únicamente aquello que se necesite.
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