Consejos para ahorrar en la cesta de la compra - Ahora
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- El difícil contexto que vivimos ha hecho que el precio de muchos alimentos se haya disparado. Hoy te traemos algunos tips para que el bolsillo sufra lo menos posible cuando vamos a comprar. Y lo hacemos sin olvidarnos de la salud y la sostenibilidad.
La subida del precio de los alimentos continúa siendo un tema preocupante para muchas familias. Según algunos estudios, los productos de la cesta de la compra salen ahora un 10% más caros que hace un año debido a la coyuntura económica y energética que está azotando Europa. Se estima que, de seguir como hasta ahora, cada hogar invertirá 500 euros más en alimentos básicos a lo largo de 2022. El aceite es uno de los productos que ha sufrido un aumento más acusado, pero también la margarina, la pasta, el salmón o los plátanos han experimentado un incremento notable.
Durante el 2021, según el INE, el gasto promedio por persona fue de 11.779,97 € (equivalente a 981,66 €/mes); un presupuesto con el que se lograba cubrir más o menos las necesidades básicas relativas a alimentación, vivienda, vestuario, transporte, salud o educación. El crecimiento de la inflación, que llegó al 10,8% durante el pasado mes de julio, ha ocasionado que el gasto aumente, y se sitúe en 1.087,68 €/mes para lograr la cobertura de esas mismas necesidades básicas. Y este incremento progresivo puede llegar a convertir los alimentos, la vivienda, la electricidad o los transportes en totalmente inaccesibles para los hogares más vulnerables.
Pero que no cunda el pánico: si bien es cierto que la situación general puede provocar más de una inquietud, todavía podemos poner de nuestra parte para paliar todo lo posible sus efectos en nuestros bolsillos. Existen unos sencillos trucos que podemos aplicar para que la cesta de la compra no acuse la subida de precios, o intentar que esta nos afecte lo mínimo posible. Apunta, y no te saltes ninguno de los siguientes consejos.
9 tips para ahorrar en alimentación
- No compres por impulso. Para evitarlo, lo mejor es llevar una lista de la compra (te la puedes apuntar en el móvil; en un documento compartido que tengas en la nube, para que no se te pase nada por alto; o con la clásica lista de papel). Planificar todo lo que tienes que comprar es muy útil para evitar caprichos innecesarios. Quizá tengas que dedicarle más tiempo a ir a comprar, pero seguro que vale la pena.
- Decántate por productos frescos y de temporada. Estos suelen salir a mejor precio siempre (porque son más abundantes), y además resultan más sostenibles. Aquí tienes una lista de pescados de temporada, y de frutas y verduras de temporada para que consultes cuando tengas dudas. En lugar de comprar pollo empanado, opta por prepararlo tú en casa, y lo mismo con productos ya cocidos, como garbanzos o lentejas, que puedes cocer en casa. Además, si compras estos alimentos crudos será más fácil conseguirlos a granel, reduciendo también el consumo de envases.
- Apuesta por cantidades pequeñas para evitar el desperdicio alimentario. Generalmente es mejor comprar poco, y de forma más frecuente, que llevarse una gran cantidad de algún producto, que tiene más papeletas para acabar en la basura.
- Ten recetas tradicionales y caseras a mano para utilizar el sobrante de otras comidas que hayas preparado. Desarrollar un plan de comidas, en este sentido, puede ser interesante. Gracias a Internet, los libros de cocina y las recetas no tendrás ningún problema para encontrar algún plato que se ajuste a los ingredientes que tienes en la despensa.
- Apuesta por platos como guisos (especialmente ahora que el frío ya está llamando a la puerta). Para ello, utiliza verduras, legumbres (recientemente el Ministerio de Consumo ha recomendado ingerirlas prácticamente a diario), arroz o patata. Puedes añadir carne, pero como un ingrediente más, y no como base del plato.
- Congela, congela y congela. Especialmente lo que no vas a usar enseguida, pero también los alimentos que necesites para que se conserven de la mejor forma posible. Puedes hacerlo al llegar de hacer la compra, y utilizar para ello tuppers u otros recientes reutilizables (ahora hay muchas posibilidades).
- Aprovecha las ofertas y las promociones. Eso sí: sin que te lleven de cabeza. Consulta qué tiene un precio rebajado, y sé muy consciente a la hora de utilizarlo. No lo compres únicamente por el hecho de que sea barato, y procura saber en qué lo vas a utilizar antes de meterlo en la cesta de la compra.
- Reduce las salidas a restaurantes. Si la coyuntura actual está apretando tu cuenta bancaria, no está de más disminuir las salidas a comer fuera y, en su lugar, quedarse en casa. Y que esto no desanime a nadie: podemos hacer alguna comida o cena invitando a familia o amistades donde cada cual aporte el plato o receta que mejor le sale. Comida casera y además barata, ¿quién da más?
- Compra en espacios de proximidad: en mercados, a agricultores locales, etc. Si entre semana tienes más lío, aprovecha el sábado por la mañana para acercarte con el carrito de la compra a dar una vuelta y adquirir todo lo que necesitas. Te aseguramos que vale la pena.
Plan Reacciona: una respuesta directa, inmediata y cercana ante la crisis
Aplicar estos consejos para reducir el gasto en alimentación es una opción muy recomendable. Pero a veces no es suficiente. En Cruz Roja sabemos que ante una situación como la actual no hay otra respuesta que actuar: reaccionar. Y de ahí nace, precisamente, Cruz Roja Reacciona.
‘Cruz Roja Reacciona: una respuesta directa, inmediata y cercana ante la crisis’ dispone de un presupuesto inicial de 8 millones de euros para responder a las crecientes necesidades de la población. En una primera fase, la Organización pretende atender las necesidades de más de 100.000 personas (25.000 familias).
De esta manera, Cruz Roja Reacciona ayuda a la cobertura inmediata de necesidades básicas con la entrega de bienes y ayudas económicas; fomenta el conocimiento de medidas que reducen el nivel de necesidad o amplía los recursos de cada persona para mejorar su situación; promueve la autonomía de las personas, a fin de que lideren su propio proceso de cambio; y busca ser una respuesta inmediata con vocación de transformación duradera, implementado acciones que consoliden los cambios.
Puedes conocer más sobre el Cruz Roja Reacciona en este enlace.
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