DG ECHO Burkina Faso 2021 - Cruz Roja
Aplicacions anidades
CWB - ECHO BURKINA FASO 2021

Burkina Faso
Acelerando la acción local en crisis humanitarias y de salud
Cruz Roja Española, junto a la Federación Internacional de Cruz Roja y la Media Luna Roja, están apoyando a la Cruz Roja de Burkina Faso desde 2021 en el fortalecimiento de las capacidades locales de respuesta en cinco ámbitos prioritarios, con el financiamiento del Departamento de Protección Civil y Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea (DG ECHO). Esta intervención en Burkina Faso forma parte de un programa global, liderado por la Federación Internacional de Cruz Roja y la Media Luna Roja en 24 países con apoyo de DG ECHO, en el marco de una asociación programática que ha permitido un alcance más global de las iniciativas de mejora la preparación local antes emergencias, crisis y desastres.
Desde el inicio, el proyecto ha tenido un impacto positivo en 2.785.442 personas, incluyendo poblaciones locales, desplazados internos y otros grupos en situación de vulnerabilidad, contribuyendo a la cobertura de sus necesidades básicas a través de la provisión de una asistencia humanitaria integral y mejora de los mecanismos de preparación ante emergencias, crisis y desastres.
Uno de estos ámbitos prioritarios ha sido la mejora de las capacidades locales de gestión del riesgo de desastres ante catástrofes naturales, principalmente apoyando a las comunidades y organizaciones comunitarias para prepararse ante la posibilidad de que se produzcan emergencias climáticas. El proyecto ha permitido desarrollar y validar planes de contingencia comunitarios en tres regiones estratégicas, reforzando la preparación de las comunidades ante emergencias. Se han capacitado equipos locales de respuesta y realizados simulacros que han mejorado la capacidad de reacción ante crisis. Además, la compra y almacenamiento seguro de 750 kits de refugio de emergencia y 1.500 lonas ha permitido la disponibilidad de material de asistencia en emergencia para su distribución de forma rápida y efectiva. La construcción de almacenes de respuesta rápida en zonas humanitarias prioritarias ha optimizado la distribución de ayuda en situaciones de crisis.

Se ha contribuido a la mejora de la seguridad alimentaria de personas en situación de vulnerabilidad, mediante acciones de protección ante desastres y los efectos del cambio climático de los medios de vida críticos para el acceso a alimentos. El proyecto ha mejorado la autosuficiencia de las comunidades al distribuir transferencias monetarias y bonos a más de 71.000 personas. La capacitación de 520 personas en la implementación de huertos agroecológicos ha favorecido la producción sostenible de alimentos, garantizando una mejor alimentación para las familias beneficiarias. Además, la formación de 100 personas en producción y comercialización de miel ha generado oportunidades económicas adicionales. Los estudios sobre la comercialización de biofertilizantes y biochar han abierto nuevas perspectivas para el desarrollo de prácticas agrícolas resilientes al cambio climático.
En el ámbito de la salud y la respuesta a epidemias, se ha logrado fortalecer los sistemas de alerta y respuesta comunitaria, alcanzando un impacto notable en la vigilancia epidemiológica. Se ha podido optimizar la respuesta en cuanto a la prevención de enfermedades como el sarampión y el dengue, mediante actividades de sensibilización y la adaptación de los sistemas de monitoreo epidemiológico a nuevas plataformas y tecnologías. Asimismo, se han distribuido 500 kits de higiene y dignidad, lo cual ha contribuido a mejorar las condiciones sanitarias y reforzar la prevención de enfermedades en las comunidades más vulnerables.

El proyecto también ha priorizado la participación comunitaria y la rendición de cuentas (CEA, por sus siglas en inglés), asegurando que las intervenciones sean inclusivas y respondan a las necesidades reales de la población. Se han establecido mecanismos de retroalimentación a través de comités de quejas y sistemas de comunicación accesibles, permitiendo a las comunidades expresar sus preocupaciones y contribuir activamente a la mejora de las actividades implementadas. Asimismo, se ha promovido la sensibilización sobre derechos y acceso a la asistencia, reforzando la confianza entre la población y los actores humanitarios.
En términos de coordinación y fortalecimiento institucional, el proyecto ha fomentado una colaboración efectiva con autoridades nacionales y locales, facilitando la planificación y ejecución de actividades humanitarias. A través de reuniones con DG-ECHO y otros actores clave, se ha fortalecido la sinergia en la respuesta humanitaria. Frente a los desafíos de acceso debido a la inseguridad, se han implementado soluciones innovadoras como el uso de vuelos UNHAS y la capacitación de voluntarios locales, garantizando la continuidad de la asistencia.
En Burkina Faso, el Proyecto ECHO-PPP ha demostrado ser un modelo de intervención eficaz y adaptable, logrando un impacto positivo en la vida de miles de personas en contextos de crisis. Su enfoque basado en resultados ha permitido no solo responder a emergencias, sino también fortalecer la resiliencia de las comunidades para afrontar futuros desafíos.
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