PrEP, una forma de prevenir la infección por VIH - Cruz Roja
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La Profilaxis Preexposición (PrEP) es un tratamiento consistente en la toma de fármacos antirretrovirales antes de la práctica sexual para prevenir la transmisión del VIH.
Es primordial saber que es una medida más dentro del conjunto de las prevenciones que debemos realizar (como el uso del preservativo) y no nos protege de las demás ITS.
Requisitos para su aplicación
Está dirigido a personas seronegativas con alto riesgo de exposición al VIH, mayores de 18 años y que deben cumplir, con por lo menos, dos de las siguientes circunstancias:
1- Haber tenido más de 10 parejas sexuales diferentes en el último año.
2- Haber practicado sexo anal sin protección durante el último año.
3- Haber recibido la Profilaxis Post Exposición varias veces en el último año.
4- Haber tenido al menos una infecciçon de transmisión sexual.
5- Ser trabajador/a del sexo seronegativo que no use habitualmente preservativo.
6- Haber tenido relaciones sexuales sin preservativo con parejas
que presenten ITS, úlceras genitales o sangrados que puedan
aumentar el riesgo de adquirir el VIH.
7- Haber utilizado drogas mientras se mantenían relaciones sexuales sin protección en el último año.
Efectividad
Algo muy importante a tener en cuenta es que mientras tomemos esta profilaxis debemos estar en contacto permanente con el médico/a que nos la indicó para la monitorización correspondiente.
Todos los estudios científicos han demostrado la gran eficacia de la PrEP, pero es preciso destacar que la correcta adherencia es un factor decisivo para que ello ocurra. Aunque existen distintas pautas posibles para tomarla, probablemente la administración diaria sea más fácil de seguir que la intermitente o pauta a demanda.
Además, se ha demostrado que los fármacos antirretrovirales utilizados provocan efectos secundarios que, en general, no son graves.
En las primeras semanas se pueden presentar molestias gastrointestinales, principalmente náuseas, diarrea, falta de apetito o dolor de cabeza, pero en general los síntomas son leves y suelen desaparecer al mes de haber iniciado el tratamiento.
Casos en los que no se debe aplicar
Como en todo tratamiento cuando se indica la PrEP hay que descartar las siguientes situaciones.
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No lo puede recibir una persona que tenga una infección aguda, reciente o crónica por VIH.
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No es recomendable para alguien que tenga insuficiencia renal.
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Tampoco está indicada la PrEP para alguien que requiera tratamiento de VHB.
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Si se diagnóstica hepatitis C crónica activa, no se iniciará la PrEP mientras no se realice un estudio completo de la situación y se valore el inicio del tratamiento para la hepatitis C.
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El diagnóstico de osteoporosis o fracturas no traumáticas deben ser motivos para no aplicar la PrEP o de suspensión si se está aplicando.
Duración del tratamiento
Hasta el momento no hay experiencia suficiente para saber si la PrEP se puede indicar a largo plazo.
Antes
Previamente a iniciar el tratamiento se deben realizar análisis completos de VIH, demás ITS, VHA, VHB, VHC y evaluar la función renal.
Después
Una vez comenzado el tratamiento hay que realizar un seguimiento clínico y analítico cada 3 meses que incluya serología del VIH con una prueba ELISA de cuarta generación y evaluar si existen síntomas o signos de infección aguda o se diagnostica otra ITS. El seguimiento exige, no solo la evaluación de la toxicidad de la medicación, sino también la monitorización de la infección por el VIH y de la infección por otras ITS, la evaluación de la adherencia y de la función renal.
A modo de recordatorio
La PrEP es una intervención preventiva frente al VIH, que se debe poner en contexto de otras intervenciones preventivas, incluyendo el uso del preservativo.
Si un día te olvidas de tomarla se mantiene la protección, pero es necesario volver a la mayor adherencia posible (cercana al 100%).
En caso de no tomarla por varios días ya hay que tener en cuenta que la protección bajará y tendremos riesgo frente al VIH por lo que será necesario usar el preservativo y, en algunos casos, se podría indicar la Profilaxis Post Exposición (PPE).
Hay que revalorarla periódicamente y suspenderla por los siguientes motivos: decisión del paciente, abandono del seguimiento, desaparición de las prácticas de riesgo, aparición de toxicidades graves ya sean renales, óseas, digestivas, o de cualquier otro tipo.
Fuentes
https://www.mscbs.gob.es/ciudadanos/enfLesiones/enfTransmisibles/sida/docs/PROFILAXIS_PREEXPOSICION_VIH.pdf