Existen desigualdades territoriales y jurídicas que afectan al acceso a derechos y prestaciones de las familias monoparentales. Más allá del marco legal, también persisten estereotipos y discriminaciones que impactan en ámbitos como el alquiler, el entorno familiar, el trabajo y las instituciones, evidenciando la necesidad de un enfoque más inclusivo y justo. 

Coincidiendo con el debate legislativo sobre el Proyecto de Ley de Familias, el estudio, desde un enfoque de género e interseccional, analiza las dimensiones económica, social y psicológica de la vulnerabilidad, destacando la precariedad laboral, la privación material severa y el impacto emocional de la situación de monoparentalidad, especialmente en el ámbito de la crianza y el vínculo materno/paterno-filial. 

El trabajo concluye con recomendaciones dirigidas a los actores clave implicados en la protección social de esta tipología de familias.

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