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Porque fueron somos

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PORQUE FUERON SOMOS

Porque fueron somos
El 8 de marzo tiene un indudable color, el morado, y una reivindicación firme: la del papel de la mujer en la sociedad y la necesidad de alcanzar una igualdad real para dejar atrás estereotipos, barreras y discriminaciones. En Cruz Roja muchas mujeres han dejado su granito de arena para avanzar en materia de igualdad y hoy las queremos conocer más de cerca.

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parte 1 porque fueron somos

El 8 de marzo es, históricamente, una fecha dedicada a reconocer y valorar a las mujeres en nuestra sociedad: el Día Internacional de la Mujer. Poner el foco en lo que han hecho las mujeres que nos precedieron es el eje, además, de la campaña de Cruz Roja Juventud de este año. Bajo el lema ‘sus huellas marcan nuestro camino. La historia cambia, la meta permanece’, la Organización echa un vistazo al pasado y recuerda que solo porque ellas fueron nosotras somos, un mensaje que va acompañado de un puzzle sobre curiosidades del feminismo y piezas de vídeo que unen a varias generaciones para recordar los hitos que han conseguido las mujeres en el camino hacia la igualdad a lo largo de la historia.

Desde AHORA queremos sumarnos y poner en valor el legado de las mujeres que se han comprometido con la igualdad. Para encontrarlas no hemos tenido que buscar demasiado: solo hemos necesitado levantar la mirada y observar a nuestro alrededor. De distintas generaciones, territorios y con distintos focos en cuestión, pero con un mismo objetivo: abrazar la igualdad en todas sus formas. 

Ellas son inspiración.

parte 2 porque fueron somos

Amira Far
20 años
Referente autonómica del proyecto de Espacio Propio en La Rioja

- ¿En qué año empezaste a trabajar en materia de igualdad de género, y en qué programas/proyectos has participado?

Empecé a trabajar en proyectos en materia de igualdad de género en 2021, cuando me hice voluntaria de CRJ. Lo primero que hice fue el proyecto de Espacio Propio, que se encarga de prevenir y sensibilizar contra la violencia machista en espacios de ocio nocturno. En este proyecto también se interviene en caso de que en el espacio haya una agresión machista. Desde Cruz Roja ofrecemos a la víctima un espacio seguro y tranquilo donde pueda estar acompañada de sus seres queridos si lo desea y se le brinda información sobre los pasos que puede seguir en caso de así quererlo. 

Después, me interesé a nivel estatal en la línea estratégica de Feminismos y LGTBIQ+ (actualmente Inclusión y no Discriminación). Para mí fue muy importante empezar a contribuir de forma directa en la visión de igualdad de género para toda la sección juvenil y tener incidencia directa en cómo CRJ traslada el feminismo a todas las personas jóvenes a las que llega. En esta línea, se trabaja en campañas grandes como el 8M o el 25N, pero también el Día de la Salud Menstrual o el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Para mí lo más importante del trabajo que realizamos, aparte de la repercusión interna que tiene en la Organización, es la creación de materiales para poder trabajar estas materias en todo el territorio y poder hacerlo, sobre todo, de forma directa con la infancia. Me parece imprescindible contribuir a que las nuevas generaciones crezcan entendiendo que el feminismo es el camino a la igualdad de género, la importancia de ello y que esta materia esté presente en su educación de forma transversal y como un valor más.
 

- ¿Cómo ves la evolución en materia de igualdad desde que empezaste a trabajar en proyectos de igualdad de género?

Creo que al trabajar por la igualdad de género cada vez somos más conscientes de la importancia de trabajar e incidir en la realidad plural de las mujeres. Es decir, los proyectos cada vez avanzan más en interseccionalidad y se trabaja desde y para una mayor diversidad. En mi opinión, es muy importante que todas las mujeres puedan sentir que el trabajo que realizamos en CRJ va dirigido a ellas, para que todas se sientan incluidas y representadas en nuestras campañas y proyectos, tanto para formar parte y liderarlos como para ser usuarias de ellos.
 

- ¿Has tenido algún referente dentro o fuera de Cruz Roja, alguna persona, área o equipo que hayan ayudado o servido de inspiración para poner en marcha proyectos relacionados con la igualdad?

Creo que todas las mujeres con las que he trabajado en CRJ han sido referentes a la hora de poner en marcha proyectos de igualdad. Verlas liderar espacios, ayudar a otras compañeras a hacer lo mismo, trabajar juntas y así llegar más lejos me hace acordarme todos los días de que vivir en una sociedad igualitaria es posible. Esta es mi motivación para trabajar en proyectos feministas: poner el foco en las mujeres jóvenes, mostrar que aportamos cosas a la sociedad, que somos imprescindibles en cualquier materia y que, además, nos esforzamos en combatir la desigualdad de género para poder trabajar en todo lo demás de forma digna y segura.
 

- ¿Puedes contarnos algún proyecto o iniciativa del que te sientas especialmente orgullosa o que creas que haya tenido impacto?

Contestando a la segunda pregunta, el proyecto del que más me siento orgullosa tanto de formar parte como de liderarlo a nivel autonómico es el de Espacio Propio. Empezar a formar parte de él cuando empecé a su vez a ser voluntaria fue sobrecogedor. Es increíble ser parte de un proyecto que cree y trabaja para que las personas jóvenes tomemos conciencia de que los espacios de ocio nocturno en especial, pero en general cualquiera, son nuestros y por tanto es responsabilidad de todos y todas que estos sean seguros. Trabajar desde la sensibilización y no desde el reproche, a través de juegos y actividades para que tomemos conciencia de que somos capaces de cambiar las cosas, es importantísimo. A mí desde luego que como mujer me ha cambiado la vida empoderarme desde el compañerismo que brinda CRJ, empoderarme rodeada de mujeres jóvenes que trabajamos por y para la juventud. 

parte 3 porque fueron somos

Noemí Biscione
36 años
Técnica de la Unidad de Género de Cruz Roja en Oficina Central

 

- ¿En qué año empezaste a trabajar en materia de igualdad de género, y en qué programas/proyectos has participado?

Empecé a trabajar en materia de igualdad en 2019, en la Unidad de Género, que es un equipo de expertas que traduce en acciones concretas la Estrategia de Género. Este documento es la hoja de ruta que tiene CRE para hacer que la igualdad entre hombres y mujeres sea un principio central tanto a nivel interno (cómo nos organizamos, cuáles son nuestros valores), como a nivel externo, en todo lo que hacemos en nuestras actuaciones a favor de la población. 

En este sentido, quiero aprovechar este espacio para mencionar y agradecer su esfuerzo y el trabajo conjunto a mis compañeras de la Unidad, Cristina Ferrero Camacho y Mónica Póo Ruiz. En pocas palabras, sensibilizamos y formamos al voluntariado y a las personas trabajadoras de Cruz Roja sobre la igualdad de género, revisamos los proyectos de la Institución para que no reproduzcan las desigualdades existentes, sino que contribuyan a reducirlas, apoyamos a los equipos que intervienen en el territorio para que a través de su trabajo diario promuevan la igualdad de género, trabajamos para que a nivel interno en la gobernanza de la Institución haya una presencia equilibrada de hombres y mujeres, entre otras acciones. 
 

- ¿Cómo ves la evolución en materia de igualdad desde que empezaste a trabajar en proyectos de igualdad de género?

Es difícil valorar la erradicación de algo tan estructural como las desigualdades de género en un plazo tan breve como son cinco años. Yo creo que estamos asistiendo a avances significativos y, fíjate, aquí podría mencionar leyes y medidas, o datos que demuestran mejoras importantes, pero, como apasionada de literatura, me gustaría hablar del Premio Nobel que recibió Annie Ernaux en 2022. Puede parecer anodino con respecto a otros acontecimientos, pero no lo es. 

Más allá de lo que me pueda haber sorprendido, ese reconocimiento a una escritora que decide hablar de la humillación y la ofensa que vive quien procede de una clase social denostada y a la vez de su experiencia de mujer en un mundo marcado por el poder masculino y lo hace desde el yo como herramienta para explorar y desvelar lo que la memoria puede haber enterrado, supone un hito. Por las temáticas que trata en sus novelas, y por cómo las trata, es muy relevante que se le haya galardonado a ella, es una señal elocuente de que a nivel cultural la idea tan arraigada de que el hombre y lo masculino son el paradigma de lo humano se está desmoronando. 

Ante la Academia Sueca, dijo: “quise describir todo lo que le sucedió a mi cuerpo de chica, el descubrimiento del placer, la regla. Así, en [mi] primer libro, publicado en 1974, sin que fuera entonces consciente, se encontraba definida el área en la que ubicaría mi trabajo de escritura, un área a la vez social y feminista”. Se me saltaron las lágrimas cuando la escuché decir eso.  

Por otro lado, vivimos en un país, España, en el que seguimos observando brechas de género significativas en muchos ámbitos. Por ejemplo, en las excedencias por cuidado de hijas, hijos o personas mayores: las mujeres son la mayoría aplastante entre quienes las solicitan. Y el problema es que vivimos en una sociedad que no hace más que envejecer, ¿quién está cuidando a las personas mayores? ¿Y a nuestros hijos e hijas? ¿Quién nos cuidará en el futuro? ¿Y con qué derechos, garantías, con qué valoración social cuentan hoy en día las personas cuidadoras? El tema del cuidado, que durante mucho tiempo no ha estado sobre la mesa porque siempre lo han ejercido las mujeres de forma silenciosa e invisible, está emergiendo gracias a las demandas feministas. Necesitamos abordar esa cuestión, no solo porque queremos que ese cuidado sea compartido de forma equitativa entre hombres y mujeres, aspecto que es fundamental, sino porque se necesitan políticas públicas que lo faciliten y le den el valor económico y social que merece. En Cruz Roja investigamos sobre estas cuestiones y buscamos dar respuestas desde una perspectiva de género. 
 

- ¿Has tenido algún referente dentro o fuera de Cruz Roja, alguna persona, área o equipo que hayan ayudado o servido de inspiración para poner en marcha proyectos relacionados con la igualdad?

Como defiende la campaña de Cruz Roja Juventud de este año, “Sus huellas marcan nuestro camino”: son las huellas de las mujeres gracias a las que estamos aquí, las que soñaron con un mundo mejor y alzaron la voz. Dentro de Cruz Roja, no puedo dejar de mencionar a mujeres como Estrella Rodríguez, Paloma Cemillán, Goretti Urrutia, Susana Gende, Gloria Gonzalo, María Cortijo, y, por supuesto, mis compañeras de equipo que ya he mencionado antes ¡de todas ellas he aprendido y sigo aprendiendo tanto! Y, fuera de la Institución, nos acompañan e inspiran las pensadoras y activistas de un movimiento que lleva más de dos siglos de historia.
 

- ¿Puedes contarnos algún proyecto o iniciativa del que te sientas especialmente orgullosa o que creas que haya tenido impacto?

Me gustaría destacar una iniciativa que llevamos cinco años organizando y son las Jornadas Creando igualdad: diálogos con enfoque de género, un espacio de encuentro para personal laboral y voluntariado en el que se debate con personas expertas de la academia y de la sociedad civil sobre cuestiones emergentes en cuanto a la igualdad de género. Gracias a este espacio, se creó en 2020 la Red de Mujeres Lideresas, un grupo de trabajo que tengo el privilegio de dinamizar. Está conformado por más de setenta mujeres de la Institución que se reúnen todos los meses para realizar propuestas de cara a construir una Cruz Roja más igualitaria. No tengo dudas de que poco a poco conseguiremos grandes cambios, porque, si bien la amenaza del retroceso siempre está ahí, tenemos una comunidad horizontal cimentada por lazos de reconocimiento mutuo y un sueño común que nos hace palpitar.

parte 4 porque fueron somos

Nuria Sánchez 
40 años
Trabajadora social y referente provincial de la Unidad de Género en Cruz Roja en Cádiz​​​​​​

- ¿En qué año empezaste a trabajar en materia de igualdad de género, y en qué programas/proyectos has participado? 

Comencé en el año 2014 como trabajadora social en el programa Atenpro (teleasistencia para mujeres víctimas de violencia de género); paralelamente participaba como voluntaria en la Unidad de Género, y en el año 2017 comencé como trabajadora social en el programa de atención a personas refugiadas y en el grupo para la implantación de la perspectiva de género en el proyecto.  

En el 2020 me propusieron ser referente de la Unidad de Género a nivel provincial, tarea que llevo actualmente, además de seguir como trabajadora social en el proyecto de Protección Internacional y participar en el grupo de género del mismo. Actualmente estamos difundiendo y formando a personal técnico, voluntariado y personas participantes en el proyecto semilla: ‘Implementación del protocolo de actuación ante la violencia contra las mujeres en el sistema de Acogida de Protección Temporal y protección Internacional’. También participo en la Red de Lideresas junto a compañeras de todo el territorio nacional.  

 

- ¿Cómo ves la evolución en materia de igualdad desde que empezaste a trabajar en proyectos de igualdad de género? 

Considero que actualmente la igualdad en la Institución se materializa de forma más transversal, está más presente en la cultura de la Organización: valores, formas de comunicación y coordinación, modelos de intervención, formas de trabajo, gobernanza y estructura. Para mí este principio es fundamental, no solo aplicar el concepto de igualdad cuando llevamos a cabo intervención con mujeres en situación de vulnerabilidad, sino revisarnos como Institución y trabajar juntos y juntas en el camino de la igualdad desde dentro. Por otra parte, aprecio que el personal técnico y voluntario está más formado y sensibilizado con esta materia. Eso sí, aún queda mucho por hacer, ya que hay áreas más masculinizadas donde cuesta más llegar.  

 

- ¿Has tenido algún referente dentro o fuera de Cruz Roja, alguna persona, área o equipo que hayan ayudado o servido de inspiración para poner en marcha proyectos relacionados con la igualdad? 

Fuera de CR me ha servido de inspiración, reflexión y formación los colectivos feministas de mi localidad donde he participado. Dentro de CR fue en las Unidades de Género en Andalucía donde comencé a participar y trabajar por la implantación de la perspectiva de género en la Institución. Y, actualmente, en la Red de Lideresas salen ideas fabulosas, compartes con compañeras de otros territorios y sirve de vitamina para seguir trabajando en esta línea.  

Me inspiran y me motivan a seguir trabajando la capacidad de trabajo, organización y compromiso que tienen todas mis compañeras voluntarias y técnicas que, a pesar de tener gran carga de actividad, sacan tiempo para participar en campañas relacionadas con el 8 de marzo y el 25 de noviembre o cualquier otra actividad de sensibilización y/o formación que se haga en torno a la igualdad.  

 

- ¿Puedes contarnos algún proyecto de Cruz Roja o iniciativa del que te sientas especialmente orgullosa o que creas que haya tenido impacto? 

Todos los proyectos en los que he participado creo que generan impacto y ponen semilla para el cambio y la igualdad entre hombres y mujeres; desde Atenpro, acompañando a mujeres en su proceso de superación a situaciones de violencia de género, hasta mujeres refugiadas que han logrado de forma autónoma hacer vida en nuestro país, superando dificultades múltiples como mujer y migrante. También hay compañeras que han tomado una mayor conciencia sobre su situación de vulnerabilidad como mujer y han adoptado herramientas para aplicarlas y generar igualdad en su día a día en nuestra Institución. 

parte 5 porque fueron somos

Ángela Barchín 
45 años
Directora provincial de inclusión social de Cruz Roja en Castellón

- ¿En qué año empezaste a trabajar en materia de igualdad de género, y en qué programas/proyectos has participado? 

Llevo en Cruz Roja desde el año 2000. 24 años en la entidad como trabajadora y también como voluntaria de Cooperación Internacional. La igualdad de género ha sido siempre mi punto fuerte y mi preocupación en el día a día. He trabajado en proyectos de mujer, de inmigrantes, en el punto de encuentro familiar, en CRJ, en Cooperación Internacional… Estuve como cooperante en el sur de la República Dominicana con un proyecto de igualdad de género en Azua y Barahona, trabajando con mujeres rurales con diversidad funcional. Desde sus inicios hace 4 años, formo parte del grupo de la banda de las lideresas de Cruz Roja.  

 

- ¿Cómo ves la evolución en materia de igualdad desde que empezaste a trabajar en proyectos de igualdad de género? 

Ha habido una gran evolución en igualdad de género, por suerte, luchando mucho y trabajando por ello cada día. Cruz Roja es una Organización que está firmemente comprometida con la igualdad de género y debe promoverla en todos sus proyectos y actuaciones. 

 

- ¿Has tenido algún referente dentro o fuera de CR, alguna persona, área o equipo que hayan ayudado o servido de inspiración para poner en marcha proyectos relacionados con la igualdad? 

Mis personas de referencia han sido mi madre y mi abuela, o mujeres históricas que han luchado por nosotras, como Clara Campoamor o iconos del mundo del arte como Frida Kahlo. 

 

- ¿Puedes contarnos algún proyecto o iniciativa del que te sientas especialmente orgullosa o que creas que haya tenido impacto?

El Proyecto Juntes de Cruz Roja en Castellón, que conecta a mujeres que sufrieron violencia de género en el pasado con otras que están siendo víctimas en el presente. 

parte 6 porque fueron somos

Goretti Urrutia 
53 años
Coordinadora de programas de empleo en la Oficina Central de Cruz Roja

- ¿En qué año empezaste a trabajar en materia de igualdad de género, y en qué programas/proyectos has participado?  

Mi trayectoria laboral ha estado siempre vinculada a la intervención social con diferentes colectivos (infancia, jóvenes, mujeres) y desde diferentes ámbitos como el ocio y tiempo libre, la participación ciudadana o el empleo. La igualdad siempre ha estado presente porque la discriminación de género se produce en todos los ámbitos y, por tanto, es necesario incorporar la igualdad como objetivo desde cualquiera de ellos, pero de manera específica en Cruz Roja comencé en 2008 en proyectos de empleo y con el objetivo de reducir las brechas de género en el empleo. Hoy en día sigo vinculada a este tipo de iniciativas desde el área de Empleo porque la participación de las mujeres en el mercado de trabajo continúa caracterizándose por la desigualdad estructural que obstaculiza su acceso, estabilidad y desarrollo. 

 

 - ¿Cómo ves la evolución en materia de igualdad desde que empezaste a trabajar en proyectos de igualdad de género? 

Se han producido muchos avances: cada vez hay gente más formada; cada vez más personas abrazan el feminismo; la conciencia sobre la magnitud de las violencias machistas o sobre las consecuencias del sistema patriarcal en las situaciones de vulnerabilidad es mayor; el compromiso con la igualdad de la organización es cada vez mayor; cada vez tenemos más instrumentos y datos que nos permiten analizar y visibilizar las situaciones de desigualdad; cada vez tenemos más respuestas para abordar la discriminación, para medir el impacto de las intervenciones que hacemos en la reducción de la brecha de género....pero todavía no es suficiente.  

 Hay quien sigue pensando que la igualdad es solo trabajar con mujeres, que ya se ha conseguido, que minimiza la discriminación de género o que cree que los casos de violencia son casos aislados sin entender la dimensión estructural del problema… incluso en algunos casos hay quienes cuestionan y piensan que las políticas de igualdad y el feminismo han llegado demasiado lejos. Hay que estar alerta para seguir avanzando y no dar un paso atrás. 

 

- ¿Has tenido algún referente dentro o fuera de Cruz Roja, alguna persona, área o equipo que hayan ayudado o servido de inspiración para poner en marcha proyectos relacionados con la igualdad? 

Sin duda alguna. Somos fruto de lo que otras personas han conseguido, pensado o hecho antes que nosotras y, en ese sentido, son muchas las personas (especialmente mujeres) de las que he aprendido, sigo aprendiendo y no dejaré de hacerlo para que el trabajo que realizo camine hacia la igualdad.  

 De mi madre he aprendido la valentía de saberse vulnerable y la importancia de la interdependencia, el cuidado y el autocuidado. Mi red personal me ha permitido a través de tiempo compartido y muchos debates en entornos seguros conocerme y quererme, ser consciente de mis contradicciones, comprender los nudos y los costes de la desigualdad, ampliar horizontes, me ha permitido prácticas... Mi red profesional me ha ofrecido formación, sistematización, intercambio de experiencias, buenas prácticas.... Todo lo aprendido es con lo que me acerco al trabajo en el día a día. 

 

- ¿Puedes contarnos algún proyecto o iniciativa del que te sientas especialmente orgullosa o que creas que haya tenido impacto?

Son muchas las historias de mujeres a las que he visto tomar las riendas de su vida o cómo les ha cambiado la vida.  

 Muchas son las que pensaban que eran culpables de lo que les pasaba; muchas pensaban que estaban solas, que no tenían a nadie para poder compartir sus preocupaciones, crecer, salir del riesgo, apoyarse… No habían salido apenas de su casa o de sus barrios y venían asustadas, con la mirada perdida o baja. Ese aislamiento es la clave de la violencia. 

 También son muchas las mujeres que he visto que viven sosteniendo nuestro bienestar, la limpieza de nuestras casas, el cuidado de nuestros mayores o de nuestros hijos e hijas… sin derechos, trabajando de forma muy precaria, sin voz, solas, ocupadas con los de aquí y los de allí, agotadas. 

 Participar en las iniciativas de CRE y de otras entidades, conocer a otras mujeres, les ha permitido salir de situaciones de violencia de género; conocer y ejercer sus derechos; mejorar su autoestima; creer en sí mismas; tener amigas con las que charlar, desahogarse; formarse en una profesión y conseguir un empleo que les da autonomía económica… en definitiva empezar a tener sueños y un futuro mejor. Son auténticas heroínas. 

 Estas historias también me han cambiado a mí. En un contexto en el que los derechos no están garantizados me inspiran y me recuerdan que no hay que bajar la guardia. Me dan fuerza para pensar que luchar por la igualdad sigue siendo imperativo. ¡Cualquiera de estas vidas ganadas…es una victoria!  

parte 7 porque fueron somos

Conchi Igea  
60 años
Directora de Salud en Cruz Roja en Navarra

- ¿En qué año empezaste a trabajar en materia de igualdad de género, y en qué programas/proyectos has participado? 

Me incorporé a Cruz Roja en 1987. He gestionado proyectos/actividades dirigidas a colectivos vulnerables en los que algunos estaban destinados a mujeres, como violencia de género o acogidas.

 

- ¿Cómo ves la evolución en materia de igualdad desde que empezaste a trabajar en proyectos de igualdad de género? 

Se es más consciente de la necesidad de disponer de protocolos (por ejemplo, en cuanto al acoso) y de tener una mirada más amplia en la práctica de cualquier acción, en cómo afecta de forma distinta a las mujeres o en las medidas que claramente no las favorecen. Nos han enseñado a mirar de una manera más detallada y diferente. También se cuida más el lenguaje.  

Si me preguntas por mi experiencia, he hecho cosas en el pasado en Cruz Roja que consideraba normales, pero que hoy en día serían impensables para cualquier mujer que entrase a trabajar. Por ejemplo, para poder utilizar un vehículo de Cruz Roja (no especializado) las mujeres debíamos realizar unas sesiones de conducción con un voluntario experto que, fuera de nuestro horario laboral, nos reeducaba en cómo conducir adecuadamente. No valía nuestro carnet de conducir como los demás. 

 

- ¿Has tenido algún referente dentro o fuera de Cruz Roja, alguna persona, área o equipo que hayan ayudado o servido de inspiración para poner en marcha proyectos relacionados con la igualdad? 

He participado para que los proyectos tengan en cuenta la realidad específica de cómo determinadas respuestas afectan a hombres y mujeres de forma distinta y cómo debemos tenerlos en cuenta para ofrecer respuestas más adaptadas a las personas. 

 

- ¿Puedes contarnos algún proyecto o iniciativa del que te sientas especialmente orgullosa o que creas que haya tenido impacto? 

Cualquier proyecto que trabaje la autoestima, el empoderamiento de las personas y en especial de las mujeres me hace sentir orgullosa porque creo que es la base de la igualdad desde el punto de vista individual. Desde el punto de vista más comunitario, todo lo que quede escrito, acordado y reconocido legalmente hace avanzar en derechos que son imprescindibles para saber cómo debemos funcionar y poder distinguir quien los respeta y quien no. Ya no es un tema subjetivo.  

parte 8 porque fueron somos

Estrella Rodríguez   
65 años
Directora de Estudios e Innovación de Cruz Roja

- ¿En qué año empezaste a trabajar en materia de igualdad de género, y en qué programas/proyectos has participado? 

Empezamos a trabajar en igualdad de género más o menos sobre el año 1986 en CRJ con talleres sobre coeducación y otros que resultaron ser muy polémicos sobre la importancia de la información y la educación sexual en los jóvenes. Impulsar y participar en estos proyectos me confirmó la necesidad a nivel personal de tener mayor formación y a nivel institucional la confirmación de que iniciamos un largo camino.

 

- ¿Cómo ves la evolución en materia de igualdad desde que empezaste a trabajar en proyectos de igualdad de género? 

Igual que en la sociedad, la evolución en Cruz Roja está siendo activa y positiva. Hoy la igualdad de género está en la agenda pública y en Cruz Roja tenemos una Estrategia sobre Igualdad de Género aprobada por el Comité Nacional en el año 2018 que nos mandata a trabajar la igualdad en la cultura de la organización, en los programas, acciones y procedimientos y en la estructura, incorporando la igualdad entre mujeres y hombres como principio de Buen Gobierno.  

Podríamos de decir que hemos avanzado mucho porque tenemos el marco normativo, una Comisión de Género que vela por el cumplimiento de la Estrategia, una red de mujeres lideresas, las revisiones de los proyectos en clave de género y sus correspondientes auditorías, la formación de los equipos, los estudios sobre la participación de las mujeres voluntarias en los órganos de gobierno de la institución y el claro compromiso de llegar al 50% de participación de mujeres en los órganos de gobierno. Hoy sería impensable que no tuviéramos en cuenta la perspectiva de género en las respuestas que damos a la población que atiende Cruz Roja.  

¿Cómo no tener en cuenta que las familias monoparentales que atendemos están encabezadas por mujeres en su mayoría y con hijos e hijas a su cargo? ¿Cómo no tener en cuenta que muchas de las mujeres migrantes llegan de avanzadilla de su familia convirtiéndose en familias transnacionales que además cuidan de nuestros hijos y mayores? ¿Cómo no tener en cuenta la perspectiva de género en las respuestas que damos a la mayor lacra de la desigualdad que es la violencia de género? 

Pero también sería impensable que no tuviéramos en cuenta la implantación de la transversalidad de género en toda la Institución. 

Estamos avanzando, pero no se puede bajar la guardia porque las estructuras y la cultura patriarcal está en la base de nuestra sociedad y seguimos teniendo que justificar la necesidad de la perspectiva de género para alcanzar el principio de igualdad y más en estos momentos de un inquietante retroceso en la población joven. 

 

- ¿Has tenido algún referente dentro o fuera de Cruz Roja, alguna persona, área o equipo que hayan ayudado o servido de inspiración para poner en marcha proyectos relacionados con la igualdad? 

Para trabajar en valores y más en el principio de igualdad es importante tener referentes para luchar contra los propios estereotipos. La persona que en CRJ nos sensibilizó fue una persona de mi equipo Yolanda Bernáldez, feminista y hoy psicóloga clínica especializada en género. Después, la declaración de la IV Conferencia de Beijing en 1995 nos puso frente a los retos sobre los que teníamos que trabajar. En la etapa del Departamento de Intervención Social una persona muy importante fue Paloma Cemillán que contribuyó a que siguiéramos formándonos y que los proyectos tuvieran perspectiva de género publicando la guía sobre enfoque de género en la intervención social. 

En la actualidad las personas del equipo de Estudios: Noemi Biscione, Mónica Poo, Susana Gende, Ofelia Garcia, Marga Nebreda, Maria Cortijo, del área de empleo Goretti Urrutia y de la Red de mujeres lideresas cada una desde una perspectiva y competencias me han enseñado cada día que luchar y trabajar por la igualdad es un reto que no tiene fin, pero también ha sido un privilegio que la Institución nos confiara su implementación.  

De fuera de Cruz Roja podría citar a Ángeles Duran, Amelia Valcárcel, Marcela Lagarde, Nuria Varela, Almudena Hernando…

 

- ¿Puedes contarnos algún proyecto o iniciativa del que te sientas especialmente orgullosa o que creas que haya tenido impacto?

Es difícil contestar a esta pregunta. Me siento orgullosa de haber sido pioneros en Cruz Roja Juventud y quizás en la última etapa de haber contribuido con la Comisión de Género a tener una estrategia como mandato y guía, una unidad de género que impulsa su desarrollo, pero sobre todo me siento orgullosa del compromiso de la Institución de llegar al 50% de hombres y mujeres en los órganos de gobierno. 

parte 9 porque fueron somos

Paloma Cemillán    
73 años
Una de las primeras personas que empezó a trabajar en temas de igualdad y perspectiva de género en Oficina Central

- ¿En qué año empezaste a trabajar en materia de igualdad de género, y en qué programas/proyectos has participado? 

Sería en torno al año 93. En principio, los programas de mujer (así los llamábamos antes) los llevaba una compañera. Esta compañera se pidió una excedencia y yo, que era un poquito reivindicativa, empecé a asumirlos. Tenía un manual que habían hecho en CRJ que nos sirvió de hoja de ruta. Empezamos a hacer un programa muy genérico, ‘Mujeres en dificultad social’, que englobaba proyectos que se hacían en distintas oficinas provinciales.  

 Antes de ocuparme de este proyecto, llevaba temas de cárceles, y en concreto un proyecto de ‘Mujeres en situación de vulnerabilidad en cárceles’. No eran proyectos en los que se aplicara nada relativo al género, sino que eran específicos para mujeres en esta situación porque a menudo no había cárceles para ellas, y estaban en los anexos de las cárceles para hombres.  

 También tengo que decir que tenía una compañera (Marisa Calzadilla) muy feminista. Por aquel entonces, yo tenía una sensibilidad como la de cualquier otra persona frente a las injusticias y ante las situaciones que sufrían determinadas mujeres, pero no estaba en ninguna asociación ni nada. Ella sí estaba en una asociación y hablábamos muchísimo. Eso fue muy importante: todo lo que compartimos. Los comienzos fueron así, imprecisos, pero así recuerdo que arrancó todo. 

 

- ¿Cómo ves la evolución en materia de igualdad desde que empezaste a trabajar en proyectos de igualdad de género? 

Lo más importante fue tomar conciencia de que hacer programas específicos como tal dedicados a la mujer no era trabajar la igualdad. Nos dimos cuenta (y no fue solo algo mío, sino en general) de que la igualdad había que trabajarla de una manera integral; de que la igualdad suponía ser conscientes de por qué las mujeres estábamos en inferioridad de condiciones y que la situación iba más allá de hacer un programa dedicado a mujeres. A veces, sin darnos cuenta, reproducíamos los mismos roles que hacían que las mujeres estuviéramos en inferioridad de condiciones. Eso supuso hacer un trabajo inmenso de talleres, jornadas, cursos… el género impregna todos los aspectos de la persona y de la sociedad, y teníamos que saber hacia dónde íbamos a enfocar nuestros proyectos.  

 Otro aspecto importante fue percibir que lo que estábamos haciendo no era solo de cara al exterior, sino que teníamos que emprender acciones que ayudaran a todo el conjunto del personal de Cruz Roja a tomar conciencia de que nosotras, las mujeres, también estábamos en situación de desigualdad e inferioridad respecto a nuestros compañeros, no por malicia, sino por un tema de desconocimiento.  

 Tú no puedes tratar de hacer un proyecto de género o de igualdad para las mujeres si tú estás en una situación de inferioridad. Cuando empezamos a saber qué era el género, nos dimos cuenta de que había aspectos que nos estaban perjudicando, que las mujeres obedecíamos a ciertos papeles que nos había impuesto la sociedad, que decían que “eso” era ser mujer. Y uno de esos aspectos era estar en esa situación de inferioridad por los trabajos que se elegían, por lo que teníamos que hacer.  

 Tomamos conciencia de que las mujeres debíamos llegar a puestos de importancia porque, si nosotras no estábamos, rara vez íbamos a ver cosas que nos beneficiaran. Esto es importantísimo, y también que las mujeres que llegaran a esos lugares de responsabilidad lo hicieran con la conciencia de que había que cambiar ciertos planteamientos. En Cruz Roja se debe y se está evolucionando en este sentido.  

 También se empezó a trabajar con el tema de la violencia y se abrieron casas para mujeres víctimas de violencia de género. Cuando sufrían una situación de miedo o temían por su vida, las mujeres podían acudir ahí. Se empezó a trabajar con Atenpro, y todo esto exigió estudiar, ir a cursos, prepararnos mucho. Desde mi punto de vista, se sigue evolucionando en ese sentido; se crearon las Unidades de Género, se implicó también al voluntariado. Se ha tomado conciencia de que el género hay que aplicarlo de forma transversal en todos los trabajos de Cruz Roja y (voy más allá) en todos los departamentos: con todas las personas.  

 

- ¿Has tenido algún referente dentro o fuera de Cruz Roja, alguna persona, área o equipo que hayan ayudado o servido de inspiración para poner en marcha proyectos relacionados con la igualdad? 

Dentro de Cruz Roja muchísimas compañeras tenían una gran conciencia del tema del género. También tuve la opción de hacer un máster (financiado por la Federación) que fue importantísimo para aclarar muchos conceptos que en aquel momento no sabíamos bien. En todas las charlas que hacíamos, talleres… teníamos muchos referentes. Yo solo era una parte de todo un movimiento que se había iniciado en Cruz Roja.

 

- ¿Puedes contarnos algún proyecto o iniciativa del que te sientas especialmente orgullosa o que creas que haya tenido impacto?

Hubo proyectos que mejoraron situaciones puntuales de mujeres, sobre todo víctimas de violencia de género que tuvieron un lugar seguro al que ir con sus hijos. Lo que pasa es que eran temas que no se resolvían en cuestión de días, sino que se trabajó mucho durante el tiempo. Y para que, cuando salieran de ahí, esas mujeres tuvieran seguridad; ahí Atenpro fue muy importante. Estos programas han ayudado a muchas mujeres.  

 La conciencia de que trabajar la igualdad no era hacer programas concretos, sino que había que integrarla de forma transversal, y aplicarla en todos los departamentos y acciones de la Institución es, sin duda, el mayor éxito. Por ejemplo, cuando yo me fui, el lenguaje de Cruz Roja respecto a la mujer y el género ya era diferente. Y ahora se sigue avanzando, y hay que continuar cambiando comportamientos de la Institución, pero también de la sociedad, que reproducen los esquemas masculinos y de poder. Hay que cambiar muchas cosas que realmente van a favorecer tanto a hombres como mujeres.  

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