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Miércoles 30 Abril 2025

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Placas solares: un rayo de esperanza para las familias vulnerables - Ahora

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Placas solares: un rayo de esperanza para familias vulnerables

REPORTAJES

PLACAS SOLARES: UN RAYO DE ESPERANZA PARA FAMILIAS VULNERABLES

Placas solares: un rayo de esperanza para familias vulnerables
En el Día Mundial de la Tierra, Cruz Roja refuerza su compromiso con el medio ambiente y las personas más vulnerables apostando por soluciones sostenibles. La instalación de placas solares en hogares con dificultades económicas o energéticas no solo reduce el impacto ambiental, sino que mejora la calidad de vida.

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parte 1

Cada 22 de abril, el Día Mundial de la Tierra nos recuerda que cuidar de nuestro planeta también es cuidar de las personas. En un mundo donde la crisis climática y la desigualdad caminan de la mano, avanzar hacia una transición energética justa que no deje a nadie atrás es una prioridad para Cruz Roja. De ahí la nueva iniciativa de la organización: un proyecto piloto que suministra energía limpia en zonas desfavorecidas y a familias vulnerables mediante la instalación de placas solares, y que cuenta con la colaboración activa de Energía sin Fronteras y Ecodes. 

El objetivo primordial de este proyecto no solo es combatir la pobreza energética que asola tantos hogares de nuestro país, sino, además, evitar impagos de facturas o incluso cortes de suministro. El proyecto aboga por un enfoque integral y sostenible de las necesidades energéticas de las comunidades vulnerables y también persigue mejorar su calidad de vida, fomentando el desarrollo local y contribuyendo activamente a la mitigación del cambio climático.  

parte 2

Una energía que transforma vidas 

Isabel reside en una casa unifamiliar en una urbanización de Marugán (Segovia) con su hija y su madre. La vivienda, de por sí, es difícil de calentar y tras el fallecimiento de su marido, que implicó una reducción drástica de los ingresos familiares, todo se volvió más complejo de afrontar. “Me quedé viuda con una niña muy chiquitita y con mi madre, una persona mayor. Empezamos a juntar mi pensión de viudedad con la suya de jubilación; ahí teníamos algo para subsistir, pero no para vivir”, reconoce. 

Fue el motivo principal por el que decidió hablar con Cruz Roja. “Es así como conozco a Luis, del área de medio ambiente. Vienen a casa, nos conocen, ven nuestra situación… y se dan cuenta de que estábamos enterradas en vida”, cuenta Isabel, que puntualiza que viven en una zona aislada, sin apenas vecinos alrededor, y con pocas facilidades de transporte. Al enseñar sus facturas de la luz pronto le comentaron desde Cruz Roja que había otras alternativas más económicas y factibles para su situación. 

Isabel reconoce que al principio se mostró reticente. “Me eché a reír, les dije que no podía meterme en el gasto de instalar unas placas solares… pero me dijeron que ellos asumían el coste. Arreglamos los papeles, vinieron y me instalaron las placas. Y ha sido un cambio tremendo. Ahora pagamos unos 25 euros al mes, nada comparado con lo antes”, incide Isabel. La amplia superficie del tejado permitió colocar paneles solares que no solo han reducido la demanda energética, sino que también han mejorado la eficiencia en el hogar.  

Gracias a Cruz Roja, también se han podido hacer otras mejoras en la casa, como instalar bombillas led y colocar burletes para las puertas. Se les ha facilitado, además, una estufa para la habitación de su hija. “Aquí, cuando hace mucho frío, se hielan hasta las tuberías”, pone como ejemplo esta usuaria de Cruz Roja para evidenciar lo duro que es el invierno en la zona de Segovia en la que vive. 

Isabel lamenta que pronto tendrá que volver a Cruz Roja. Su madre falleció hace apenas unos días, y de nuevo su situación vital se ha vuelto delicada. “Su pensión era una de las que usábamos para formar un sueldo, y ahora me quedo con la mitad”, Isabel suspira, la emoción a flor de piel. “En Cruz Roja siempre me reciben con mucho cariño, son ya como de la familia. Para lo que necesite Cruz Roja yo estaré ahí, con vosotros a full”, concluye.  

parte 3

Placas solares, hogares dignos 

La pobreza energética no se circunscribe a un único territorio: otras muchas familias se enfrentan a esta difícil situación. Es el caso de una familia de León que también ha sido ayudada bajo el marco de este proyecto. Son tres miembros los que componen la unidad familiar: una persona dependiente con una pensión mínima, su hija y el marido de esta. Dado que la persona dependiente necesita oxigenoterapia domiciliaria, una cama articulada, grúa y colchón antiescaras, la economía del hogar siempre ha sido un hándicap, especialmente al sumarle las facturas relacionadas con la luz o la calefacción.  

El pasado verano se llevó a cabo la intervención en su domicilio, y desde entonces han experimentado un ahorro muy significativo. Aunque las placas solares llevan instaladas poco tiempo, las facturas se han visto reducidas de forma considerable. “En luz, venían gastando unos 120€ mensuales (ya que tenían cama articulada, colchón antiescaras, grúa, oxigenoterapia domiciliaria 18/20h. diaria...) y en calefacción estiman unos 2500/3000€ al invierno, ya que es una zona de León que no es especialmente cálida”, explica Marta Riesco, técnica de Intervención Social en Cruz Roja en León. Tras la actuación de Cruz Roja todo ha mejorado, por ejemplo, las facturas de la luz “se han visto reducidas hasta el punto de pagar, como mucho, 24€”, puntualiza Marta. 

El impacto ha sido tan positivo que la familia se deshace en agradecimientos. “Gracias a Cruz Roja hemos podido ahorrar mucho dinero en cosas tan necesarias como son la luz, el agua caliente y la calefacción. Hemos podido invertir ese dinero ahorrado en el cuidado de la persona dependiente y mejorar su calidad de vida en los últimos meses”, exponen.  

También admiten que desconocían que la organización ayudara con este tipo de cuestiones. “Éramos reacios a creer que una instalación de este coste se pudiera realizar ‘sin pedir nada a cambio’, pero la realidad es que ha sido así. Es una ayuda que no es solo para ahora, sino que podemos disfrutarla de aquí en adelante, lo que seguirá mejorando nuestra economía familia”, mencionan. 

Melisa también ha podido mejorar su situación gracias a la instalación de placas solares. Tras traer a sus tres hijos desde su país de origen, tuvo que enfrentarse al cierre de su tienda de ropa en Zaragoza a raíz del covid. Los ingresos no eran suficientes para hacer frente a los gastos derivados de la vivienda y sus necesidades básicas, y por ello pasó todo un año planificando su día a día en función de las horas de sol, utilizando un generador y, en algunas ocasiones, recurriendo a la leña.  

“Vivíamos en total oscuridad, a veces cargando las luces en el cargador del coche, pidiendo favores… Nos daba miedo que llegara la noche, porque podíamos estar con lámparas solo 2 o 3 horas; luego a dormir. Y al estar así, en total oscuridad, intentaron entrar a robar”, declara Melisa. 

Finalmente, acudió a Cruz Roja para pedir ayuda. No hubo dudas sobre la intervención: había que suministrar energía limpia y renovable con baterías a la familia para favorecer su integración y autonomía. Después de mejorar el aislamiento de la vivienda para reducir el consumo de leña y favorecer el confort térmico con una ventana y puerta nueva, también se decidió instalar placas solares y armar el sistema eléctrico interno de la vivienda. Desde entonces la vida de la familia ha mejorado sustancialmente.  

“De estar en la oscuridad a tener luz; poder usar el ordenador, el calentador… Nos vamos limitando porque no queremos echar a perder todo, pero ha sido un cambio literal. Siempre estará agradecida, por mí, pero sobre todo por mis hijos”, añade Melisa. 

El caso de Maritzia también es similar. Llegó con su hijo desde Colombia en el año 2021 para reunirse con su pareja, que ya estaba en España. Después de enfrentarse a dificultades burocráticas y económicas, la familia vive actualmente en Castellón en una caravana cerca de la cual han podido instalar placas solares para abastecerse de energía limpia.  

parte 4

Contribuir a la lucha contra el cambio climático

En este Día Mundial de la Tierra, Cruz Roja continúa promoviendo hábitos y conductas respetuosas con el medio ambiente en materia de cambio climático para frenar las consecuencias que este tiene en las vidas de las personas. El uso de la energía limpia, por ejemplo mediante las placas solares, es una de las principales metas. La energía solar reduce las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de la producción y transporte y promueve un entorno más limpio y sostenible. 

La conciencia ambiental, por otra parte, resulta clave para generar un cambio en el seno de la sociedad. A través de la educación y la sensibilización que brindan los talleres de eficiencia energética que imparte Cruz Roja se fomentan prácticas responsables y sostenibles para crear una conciencia ambiental a largo plazo. 

Frente a los grandes desafíos del presente, pequeñas acciones con impacto real pueden marcar la diferencia. Las placas solares instaladas en hogares vulnerables se convierten no solo en una apuesta por la energía limpia, sino en una oportunidad de prosperar. En este Día Mundial de la Tierra conviene recordar, una vez más, que cuidar del planeta y cuidar de las personas son temas prioritarios. 

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