Hace un año que Belén Bachiller se prejubiló y decidió convertirse en voluntaria de Cruz Roja. En el caso de Juan Ramón Velázquez fue su mujer, voluntaria de la Organización, quien acabó contagiándole el gusanillo. Tania Arias, por otro lado, no duda en definirse como una “apasionada por la labor del voluntariado” de siempre. Antonio Araujo se había dado “de alta” como voluntario, pero fue un correo inesperado lo que llevó, finalmente, a dar el paso y desempeñar un papel más activo en Cruz Roja. 

Belén, Juan Ramón, Tania y Antonio no solo tienen en común que hacen voluntariado en Cruz Roja, sino el foco en el que actúan: contra la soledad no deseada. Lo hacen, concretamente, en el marco de Cruz Roja Te Acompaña, un servicio multicanal que ha puesto en marcha la Organización para combatir las situaciones de aislamiento social y la soledad no deseada. 

La soledad no deseada es uno de los grandes problemas de la sociedad actual

La soledad no deseada, no en vano, se erige como uno de los grandes problemas a los que se enfrenta la sociedad actual. Esta se define como un sentimiento doloroso que surge de la discrepancia entre las relaciones sociales que una persona tiene y las que le gustaría tener. La soledad puede ser emocional, por falta de relaciones de confianza o intimidad, o social, relacionada con la ausencia de una red social suficientemente amplia, interesante o atractiva para la persona. 

Poner el oído y el corazón al servicio de los demás 

“Lo que hacemos, básicamente, es escuchar”. En estos términos se expresa Belén Bachiller, voluntaria de Cruz Roja Te Acompaña, que resalta de esta iniciativa la posibilidad de realizarla desde casa, a distancia, y pudiendo así compaginarla con otros ámbitos de su vida. “Me gusta esta facilidad. Yo tengo que ocuparme de mis padres, que no dejan de ser personas mayores, y puedo estar con ellos en el pueblo y al mismo tiempo hacer voluntariado”, indica. 

Eso sí, Belén no se esperaba encontrarse con tantas personas que se sienten solas. “Estoy sorprendida con la cantidad de gente que se encuentra en situación”, confiesa, sobre todo, teniendo en cuenta “cuánto puedes acompañar simplemente con una conversación, tanto a gente mayor como a gente joven”. “O solamente echarles una mano con la búsqueda de algún teléfono que necesitan, ya parece que les has hecho el mayor favor de su vida. Se relajan, se quedan tranquilos”. Para Belén es mucho más lo que gana ella que al revés: “Hacemos mucho, pero mucho menos de lo que recibimos. Te encuentras con tanta gente en circunstancias espantosas que es tan estupenda, que tiene sentido del humor. Hay mucha gente buena por el mundo”. 

Cuánto puedes acompañar simplemente con una conversación

La satisfacción que siente Belén la comparte Juan Ramón Velázquez, también voluntario de la Organización en esta iniciativa. Después de 8 años en Cruz Roja, y 6 meses en este proyecto en concreto, Juan Ramón es consciente de la dureza de muchas situaciones que vive. Gracias a su formación profesional en el ámbito psicosocial, y por su mujer, que lleva 11 años de voluntaria, se decidió a participar como voluntario en este proyecto, al que, cuenta, “te vas enganchando”. 

“Se lo recomiendo a la gente: que lo pruebe. Al final mi hijo y mi hija también están en Cruz Roja; incluso mi hija está estudiando Intervención Social en Cruz Roja. Yo ya había hecho acompañamiento a mayores, y te encuentras con casos de gente que lo está pasando mal. Pero al final del día te acuestas pensando que has hecho una labor buena”, agrega Juan Ramón. 

A diferencia de Juan Ramón, Tania, venezolana, lleva apenas un año en España. Siempre ha tenido claro, eso sí, que quería hacer voluntariado. Como migrante, y separada de su familia, Tania se siente especialmente identificada con las personas que no tienen una red cercana de apoyo. “Saber que con muy poco tiempo puedes lograr que una persona se sienta mejor… solo preguntando cómo estás, qué sientes, qué necesitas… supera cualquier recompensa”, reflexiona.  

Además, gracias a sus conversaciones con las personas usuarias Tania reconoce que puede conocer más de la España de hoy y de ayer. Le encanta conocer a las personas usuarias del proyecto a través de los “cuentos y anécdotas” que le comparten. “El voluntariado es sentir que realmente tienes una función en esta vida. Te hace crecer cada día como ser humano”, expone.  

Este granito de arena también lo aporta Antonio Araujo, voluntario en Cruz Roja Te Acompaña. “Veo qué problemática tienen, qué necesitan, les escucho…”, cuenta sobre su relación con las personas que atiende. Y da igual, puntualiza, que una persona viva en una capital de provincia o en un pueblo remoto, porque la soledad no deseada puede alcanzar a todo el mundo. “La soledad no deseada es terrible, uno de los peores males que puede tener una persona”, lamenta Antonio.  

“Poder aportar toda la experiencia que has acumulado en la vida, en mi caso, una persona ya con 62 años… y hacerlo de forma telemática. Si te vas de casa, te llevas el ordenador y puedes seguir haciendo voluntariado. Te da una libertad de movimiento que te permite desarrollar esta función desde donde estés. Eso me interesó mucho”, añade. Al fin y al cabo, concluye, “dicen que si tanto tienes, tanto das, ¿no? Pues el voluntariado es dar: tu tiempo, tu capacidad, tu sabiduría… Hazlo, porque lo que des, te va a ir de vuelta seguro. Te va a engrandecer y te va a hacer mejor persona”, menciona.  

¿Cómo funciona el multicanal ‘Cruz Roja Te acompaña’? 

El multicanal Cruz Roja Te Acompaña engloba un servicio gratuito de atención personalizada y confidencial que abarca distintas vías, como el teléfono gratuito (900 444 111), el email teacompana@cruzroja.es, la web www.teacompana.es y las redes sociales de Facebook, Twitter e Instagram. Una persona que se siente sola se pone en contacto, y tras una primera valoración, se estima qué información necesita y cómo se le puede ayudar de manera sencilla (información, orientación, acompañamiento), mediante un lenguaje cercano e inclusivo.  

Los canales del servicio están atendidos por personas voluntarias especializadas en acompañamiento y su apoyo, además, se complementa mediante una web especializada con información y contenidos sobre diferentes temáticas para abordar situaciones de aislamiento y soledad. El voluntariado es, por otro lado, el alma de esta innovadora iniciativa, y el pilar clave para reducir el aislamiento de la persona usuaria y propiciar un nexo con la comunidad y su entorno. El hecho de que se pueda ejercer el voluntariado mediante una herramienta en la nube, desde casa, hace que sea especialmente fácil para las personas que quieren aportar su granito de arena y no cuentan con mucho tiempo o posibilidad de desplazarse lejos de sus hogares. 

Actualmente, hay 50 personas voluntarias (29 mujeres y 21 hombres) participando en ‘Te acompaña’, y procedentes de Andalucía, Asturias, Baleares, Cantabria, Cataluña, Castilla La-Mancha, Castilla y León, y Euskadi y Madrid. En su primer año de funcionamiento, el equipo de ‘Te acompaña’ ha atendido más de 8.000 llamadas y mensajes de personas de todo el territorio (de las que más de 4.000 han sido durante 2023). Una media de 30 minutos de atención por cada interacción, con más de 250.000 minutos de atención entre todos los canales que conforman ‘Te acompaña’, también demuestran el indiscutible éxito de un proyecto que busca que nadie tenga que sufrir la soledad no deseada.