Ocho años después de su última reunión, los dirigentes de la Unión Europea y los dirigentes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) se reunieron en Bruselas los pasados 17 y 18 de julio para celebrar la tercera cumbre UE-CELAC. Unos días antes se celebraba en la misma ciudad un encuentro entre diferentes actores de la sociedad civil con el objetivo de intercambiar opiniones y experiencias de forma inclusiva y analizar las oportunidades para forjar un futuro sostenible e integrador en ambas regiones. 

Cruz Roja Española participó en este foro, junto con la AECID, la DG ECHO, Cruces Rojas de la región de Latinoamérica y el Caribe (LAC)  y miembros de la CONGD coincidiendo con la Presidencia de España del Consejo de la UE. Al encuentro asistieron el Director General de la Cruz Roja de Colombia y los presidentes de la Cruz Roja de Honduras y la Cruz Roja de Panamá con los que tuvimos la oportunidad de hablar para conocer los principales retos y desafíos a los que se enfrentan como actores humanitarios claves  en la respuesta humanitaria en cada uno de los países. 

Colombia ante el reto migratorio

Según el estudio ‘El reto de la integración: desafíos y oportunidades de la gestión migratoria en Colombia 2022-2026’ del Observatorio de Venezuela de la Facultad de Estudios Internacionales, Políticos y Urbanos de la Universidad del Rosario de Bogotá, Colombia es el segundo país desde el que más personas emigran de América del Sur después de Venezuela y el cuarto con mayor recepción de personas migrantes en las Américas después de Estados Unidos, Canadá y Argentina. Es, desde 2016, además, el principal receptor de personas migrantes, refugiadas y retornadas procedentes de Venezuela. Se calcula que más de 7 millones de personas han salido de Venezuela empujadas por la crisis política, social y económica, y se estima que alrededor de 2,9 millones se han afincado en el país colombiano en busca de un futuro mejor. 

El Dr. Juvenal Francisco Moreno Carrillo es Director Ejecutivo Nacional de la Cruz Roja Colombiana. Sabe bien el reto que supone enfrentarse a las necesidades y derechos de las personas migrantes y desplazadas. Desde la Cruz Roja Colombiana, “brindamos asistencia humanitaria a las personas que se encuentran en condición de movilidad humana y flujos migratorios mixtos en Colombia, por medio de una oferta integral, que permita la cobertura de sus necesidades básicas, la protección de sus derechos humanos, y que a su vez promueva la estabilización e integración socio económica en territorios de frontera, tránsito y ciudades receptoras en concordancia con los objetivos de desarrollo sostenible y priorizando la multi afectación. En coordinación complementaria con actores gubernamentales, comunitarios y otras agencias de cooperación internacional”, afirma el Dr. Moreno.  Ante este escenario de crisis prolongada, la Cruz Roja de Colombia ha establecido Puntos de Asistencia Humanitaria que brinda atención en Salud, Protección, Integración social y cultural, atención de necesidades básicas, alojamiento seguro, integración económica, abogacía y diplomacia humanitaria.

La Cruz Roja Colombiana está abordando los desafíos humanitarios actuales y construyendo la resiliencia de las comunidades a largo plazo desde diferentes ámbitos, siempre con una mirada integral que abarca desde el análisis de contexto de los diferentes escenarios –no solo con la población en situación de movilidad, sino también con las personas afectadas por las consecuencias del conflicto armado en Colombia, la vulnerabilidad social y la exposición a emergencias y desastres naturales–; realizando diagnósticos participativos y promoviendo la organización y gestión comunitaria para abordarlos;  poniendo en marcha planes de acción junto a las comunidades que permitan conectar la respuesta a una emergencia con la recuperación temprana y encaminar hacia el desarrollo; trabajando con socios estratégicos en territorio que permitan complementar la respuesta y conectar con sistemas de protección social e introduciendo acciones anticipatorias y basadas en pronóstico para asegurar mayor impacto y reducción del riesgo.

La Cruz Roja Colombiana está abordando los desafíos humanitarios actuales y construyendo la resiliencia de las comunidades a largo plazo desde diferentes ámbitos

Desde la Cruz Roja Colombiana, su Director Ejecutivo Nacional, el Dr. Moreno Carrillo asegura que la asociación UE-CELAC puede apoyar el papel de los actores locales en la respuesta humanitaria, como la Cruz Roja en Colombia “fortaleciendo los sistemas multilaterales que impacten la reducción de los riesgos e incrementen la resiliencia comunitaria mediante mayor inversión en programas de inclusión y desarrollo para población migrante y de acogida al mismo tiempo que se fortalece la articulación regional en pro de políticas que contemplen problemáticas transfronterizas. También promoviendo la localización de los recursos, garantizando que estos lleguen en mayor proporción a las víctimas y los más vulnerables con acciones que permitan fortalecer capacidades considerando que estás organizaciones siempre estarán en el territorio y sus actores hacen parte de ellas mismas comunidades, además de considerar los planes multianuales de las organizaciones locales para el apoyo y acompañamiento".

Desde la Cruz Roja Colombiana se ha logrado también una articulación con la Cruz Roja Panameña y Cruz Roja Ecuatoriana para la atención de personas migrantes y desplazadas, y personas afectadas por las consecuencias del conflicto armado que se encuentran en tránsito.
 

La selva del Darién para los migrantes que llegan a Panamá

En Panamá, la crisis migratoria también golpea al país desde hace años. El Darién es la provincia más grande y más pobre de Panamá. En la frontera con Colombia, la provincia alberga una selva de más de 17,000 km², y es el único punto de ruptura de la carretera Panamericana, que une el continente de sur a norte. A pesar de ser una de las selvas más peligrosas del mundo, la región del Darién es un lugar de tránsito para miles de personas refugiadas y personas migrantes, la mayoría provenientes de Haití, Venezuela, Cuba, y países de África y del sur de Asia. Según estadísticas oficiales del Servicio Nacional de Migración de Panamá (SNM), de 2010 a 2020 unas 120,000 personas cruzaron por esta zona. En los últimos dos años, Panamá se ha enfrentado a una crisis de movimientos mixtos sin precedentes, con casi 400,000 personas realizando este peligroso viaje a través de la selva. En 2022, un total de 248,284 personas ingresaron al país de manera irregular a través de Darién.

A pesar de ser una de las selvas más peligrosas del mundo, la región del Darién es un lugar de tránsito para miles de personas refugiadas

“La Cruz Roja Panameña en cumplimiento de su cometido humanitario de prevenir y aliviar el sufrimiento humano, con el apoyo de nuestra Federación Internacional, el Comité Internacional de la Cruz Roja y varios donantes, ha desplegado su acción humanitaria en favor de las personas migrantes y desplazadas que arriban a la región del Darién, asistiéndoles con la producción de agua segura, atención y cuidado a la salud, restablecimiento de contactos familiares, protección género e inclusión, entre otras acciones.”, expone su Presidente Elías Solís González. 

Foto: Maria Victoria Langman

La Cruz Roja Panameña no actúa sola ante este desafío humanitario, sino que “viene interviniendo con asistencia humanitaria gracias al respaldo de nuestros donantes, entre ellos la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), con el acompañamiento de Cruz Roja Española; pero también en la preparación para la respuesta a desastres, en la medida que en los últimos años también se ha incrementado en Panamá la incidencia o los efectos de estos fenómenos, de allí la relevancia que estamos dando a la gestión de riesgos y respuesta a desastres, gracias a la Alianza Programática con ECHO – UE”, afirma Solís González. 

Respecto a la colaboración con la Cruz Roja Colombiana para afrontar la crisis migratoria –una consecuencia del principio fundamental de Universalidad de la Cruz Roja–, el apoyo y coordinación entre las sociedades nacionales es fundamental. “Las relaciones entre la Cruz Roja Colombiana y la Cruz Roja Panameña en el ámbito de la situación migratoria son muy fluidas y estrechas en todos los niveles, lo que asegura una respuesta efectiva y pertinente. Hemos establecido mecanismos de coordinación y diálogo entre nuestros equipos técnicos en el terreno, para tener conocimiento oportuno de los eventos que se presentan. Estos espacios nos han permitido conocer el flujo migratorio, por ejemplo, si hay paros o alto número de personas en tránsito, así como las rutas migratorias que toman desde Colombia”, explica el presidente de la Cruz Roja Panameña. “Actualmente estamos revisando métodos para darle seguimiento de casos que son detectados en Colombia por la Cruz Roja Colombiana, y que, al ingresar al Darién, puedan continuar recibiendo la atención por parte de la Cruz Roja Panameña”, añade. 

Foto: Maria Victoria Langman

No es el único reto al que se enfrenta Panamá. Los niveles de violencia la desigualdad y la falta de inclusión son otros de los retos a los que hace frente la Cruz Roja Panameña. “La Cruz Roja Panameña requiere seguir fortaleciéndose y creciendo en cuanto a su desarrollo institucional para consolidarse como un agente local efectivo. En países en donde la inversión social es aún limitada, las organizaciones locales y comunitarias adolecemos de los recursos suficientes para poder sostener en el tiempo los servicios que ofrecemos, más aún para invertir en la mejora continua de los mismos. Las necesidades continúan aumentando, pero los recursos son cada vez más limitados, por lo que requieren manejarse de la manera más eficiente posible, con transparencia y rendición de cuentas. Más recursos manejados y ejecutados por el ente local, contribuye en muchos casos a un manejo más eficiente de las situaciones de emergencias y de las necesidades humanitarias”, señala su presidente. 
 

Cruz Roja Hondureña, retos y desafíos humanitarios

Honduras, a pesar de ser un país con recursos naturales importantes, que goza de una posición geográfica privilegiada con acceso a los dos océanos que brinda un gran potencial para el desarrollo, también tiene importantes retos que limitan ese desarrollo y recrudecen la situación de vulnerabilidad de la población. 

“Algunos retos tienen carácter estructural, otros son la consecuencia de gestión incorrecta de riesgos (de origen natural o provocado) y finalmente otros relacionados a la capacidad instalada en la población en general para hacerle frente a los problemas cotidianos y los aquellos exacerbados por factores sociales y/o meteorológicos”, afirma el Presidente de Cruz Roja en Honduras, José Juan Castro.  “Los proyectos de Cruz Roja Hondureña se han venido diversificando mucho más en los últimos quince años. Sus programas tradicionales de atención prehospitalaria y seguridad sanguínea se ven reforzados por programas de desarrollo social, gestión para la reducción de riesgos, salud comunitaria, abogacía, incidencia y diplomacia humanitaria, y cambio climático y medio ambiente, pero todos están dirigidos hacia los grupos meta; muy pocos recursos son asignados al fortalecimiento de la capacidad institucional, que permita alcanzar a más personas de forma más integral e integrada, en todo el territorio nacional”, asegura. 

"Los proyectos de Cruz Roja Hondureña se han venido diversificando mucho más en los últimos quince años"

Ante la pregunta de cómo puede la asociación UE-CELAC apoyar el papel de los actores locales como la Cruz Roja en Honduras,  José Juan Castro es consciente de que no hay “soluciones mágicas” para temas tan complejos, “por otro lado, se requiere el concurso de todas las partes: gobierno, empresa privada, organizaciones civiles, líderes comunitarios, tomadores de decisión y población sensibilizada a un cambio progresivo y participativo”, apunta. Para ello, desde la Cruz Roja Hondureña abogan por elaborar un plan nacional revisado y actualizado que contempla una revisión de aquellos marcos legales vinculantes a la facilitación del desarrollo comunitario y elaborar propuestas de ley o de reglamentación que permita cambios estructurales en pro del desarrollo sostenido, pero también del acceso universal a la información. “En el marco del rol auxiliar, Cruz Roja Hondureña cuenta con espacios privilegiados de interlocución con diversos actores, es crucial fortalecer la capacidad de la Cruz Roja de Honduras, para la abogacía, incidencia y la diplomacia humanitaria con los tomadores de decisión”, explica su Presidente. También es necesario fortalecer las capacidades locales en temas clave que promuevan la participación y resiliencia comunitaria. Para ello, “la comunicación entre la UE-CELAC con las más altas autoridades del país, así como otros mecanismos regionales o continentales: SICA, Cepredenac, SIECA, CEDEMA, pueden ser considerados como parte de la estrategia integral para el desarrollo y cambio sostenido de las poblaciones priorizadas”, concluye José Juan Castro.