“Una persona que es feliz puede continuar siéndolo muchos años más” - Ahora

• A medida que cumplimos años podemos llegar a pensar que ya no estamos capacitados para hacer determinadas actividades o planes, pero por suerte siempre hay alguien que nos demuestra que eso no es así, que la vitalidad se lleva por dentro y solo tienes que dejar que se vea. Jesús Serna, con 96 años, es el ejemplo perfecto.  

Jesús tiene 96 años y es el voluntario de más edad de Cruz Roja en Lleida. Cada mañana se levanta, hace ejercicio en un parque cercano a su domicilio, juega a cartas en un centro de mayores, incluso entrena al tenis una vez por semana con su hija. Nada le para, y tanto es así, que entre todas estas cosas es voluntario de la Organización dando clases de catalán a personas que forman parte de los programas de Migración y Refugio de Cruz Roja, con la finalidad de ayudarles a desarrollarse y compartir vivencias. “Para mí es un orgullo porque yo les aporto felicidad y ellos a mí también”, asegura el voluntario. 

“Para llegar a tener la edad que tengo debes tener un trato formidable con las personas que están a tu lado”, afirma Jesús. Hacer feliz a los demás para ser feliz, esto es lo que defiende el “supervoluntario” de Cruz Roja en Lleida, Jesús Serna. Su forma de ver la vida, su grandísima capacidad de empatizar con las personas y su simpatía lo convierten en una persona excepcional, queridísima por sus alumnos y alumnas, por sus vecinos y también por el personal técnico de la organización.  

Jesús es un ejemplo de vitalidad, de dejar a un lado la edad como elemento limitador y utilizarla como una llave cargada de experiencias, vivencias y carisma que nutren a toda persona que se cruza por su camino.