Primeros auxilios para una respuesta eficaz en el cuidado de personas con Alzheimer - Ahora

• Alrededor de 800.000 personas padecen Alzheimer en España. Las alteraciones cognitivas, conductuales y físicas que sufren las personas con esta enfermedad pueden derivar en situaciones de riesgo que requieren una intervención rápida y segura.

Para el Centro de Día para personas con Alzheimer de Cruz Roja en Ceuta la formación no es un complemento, sino una herramienta indispensable. Bajo esa premisa han puesto en marcha un curso de Primeros Auxilios impartido a todo el equipo profesional y voluntario del centro.

Cada vez es más evidente que formarse en primeros auxilios es fundamental para enfrentarse a la vida con mayor seguridad, especialmente si dedicas gran parte de tu día al cuidado de otras personas. “En un recurso donde se atiende a personas mayores con deterioro cognitivo, la preparación debe ser constante. La formación continua es esencial y más, en un centro de día para personas vulnerables. Consideramos fundamental que todo el personal esté capacitado para reaccionar adecuadamente ante cualquier emergencia”, explica Ana de Torres, directora del Centro de Día para personas con Alzheimer y otras demencias de Cruz Roja en Ceuta. 

Y aunque el equipo cuenta con trayectoria sanitaria, el centro decidió impulsar este primer reciclaje formativo para actualizar técnicas, reforzar conocimientos en primeros auxilios y elevar la calidad de la intervención. “Trabajamos con un colectivo especialmente frágil; cualquier alteración cognitiva, conductual o física puede desencadenar situaciones de riesgo. Tener personal formado no solo previene accidentes, también genera un entorno más seguro y confiable”, añade la directora.

El curso, impartido con la colaboración del Área de Formación de Cruz Roja, giró en torno al protocolo PAS (Proteger, Alertar y Socorrer) e incluyó técnicas básicas de reanimación cardiopulmonar (RCP), manejo de curas esenciales y pautas de actuación rápida ante emergencias. 

Pasada la formación, el personal técnico y voluntario valoró la utilidad inmediata de lo aprendido y su aplicabilidad tanto en el centro como en la vida cotidiana. “El personal se mostró muy interesado en seguir formándose. El clima fue muy positivo y muchos nos comentaron que les resultó útil también para su día a día fuera del trabajo”, remarcó Ana de Torres. 

Dada la buena respuesta por parte del personal técnico y voluntario, el centro ya piensa en ampliar la oferta formativa con sesiones más específicas sobre prevención de escaras, caídas, pérdidas de conciencia o curas avanzadas. La idea es consolidar un ciclo de aprendizaje continuo que se traduzca en más seguridad, más preparación y, sobre todo, más bienestar para quienes conviven a diario con el Alzheimer y otras demencias.