“Esta ilustración fue un antes y un después para mí” - Ahora
Publicador de contenidos
- La ilustradora mallorquina Sonia Santandreu colaboró en el Día Mundial de las Personas Refugiadas. Desde Cruz Roja Baleares se le pidió realizar una ilustración inspirada en las historias que hay detrás de las personas refugiadas que llegan a España.
Cuenta una leyenda oriental que las personas destinadas a conocerse están conectadas por un hilo rojo invisible. Este hilo nunca desaparece y permanece constantemente atado a sus dedos, a pesar del tiempo y la distancia. Este hilo invisible lleva contigo desde tu nacimiento y te acompañará, tensado en mayor o menor medida, más o menos enredado, a lo largo de toda tu vida. Un hilo que guiará a estas almas para que nunca se pierdan.
Esta leyenda rondaba la cabeza de la ilustradora Sonia Santandreu tiempo antes de que le propusieran realizar esta pieza artística, pero, inconscientemente, le sirvió de inspiración en todo su proceso de creación hasta dar con la ilustración que reflejase una situación tan compleja y emotiva a partes iguales.
“Cuando recibí la propuesta por parte de Cruz Roja Baleares no me lo pensé dos veces y dije sí”, confiesa Sonia Santandreu. Como todo resultado requiere un proceso, una investigación previa que llevara a la ilustradora a conocer de primera mano vivencias, ejemplos y experiencias personales. “Tuve el privilegio de participar en una sesión grupal que realizaban desde la Organización con personas solicitantes de asilo y allí fue donde les miré a los ojos y conocí esta realidad totalmente lejana a mi hasta el momento”, comenta la ilustradora.
A raíz de estas charlas y de escuchar de primera mano sus historias, Sonia Santandreu se fue quedando con esos detalles, con sus voces y con la hermosa energía que desprendían a pesar de lo vivido. “A mí me cambió por completo, creo que no sabemos las razones por las que las personas pueden solicitar asilo, solemos imaginar situaciones de conflictos bélicos, pero hay mucho más”, apunta Sonia emocionada.
Las experiencias que la ilustradora tuvo la suerte de escuchar y conocer le hicieron volver a aquel hilo rojo, a esa leyenda que cobró sentido llenándose de unión, comunidad y apoyo. Y así, finalmente, lo plasmó en su ilustración. El resultado gustó tanto por su emoción, delicadeza y verdad que se replicó en una lona de 3x3 situada a día de hoy en la Oficina Autonómica de Cruz Roja en Baleares. “Con mi ilustración he querido representar esa red que tejen las personas refugiadas entre sí una vez Cruz Roja pasa por su vida. Personas que llegan de todas las partes del mundo unidas por esa realidad. Personas que aportan y suman valores incalculables a nuestra sociedad, a esta nueva comunidad a la que pertenecen y la hacen crecer”, concluye.
a más gente, compártelo.