Aquí sí que hay quien viva - Ahora
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- Ruidos, residuos o animales de compañía. Estos son algunos de los problemas vecinales más frecuentes. En Cruz Roja en Ceuta trabajan para que la convivencia entre vecinos y vecinas sea lo más pacífica y positiva posible.
Viven a apenas unos metros de nosotros y nosotras, y no constituyen (necesariamente) nuestra familia o círculo de amistades más cercano. Son nuestros vecinos y vecinas, y no siempre, pese a su proximidad, resulta fácil la convivencia mutua. Las III Jornadas ‘Mediación Comunitaria y Resolución de Conflictos’, auspiciadas entre otras organizaciones por Cruz Roja en Ceuta, han abordado este y otros temas para encontrar soluciones que permitan potenciar las relaciones vecinales de forma positiva, pacífica y participativa, y refuercen el conocimiento de profesionales y entidades que trabajan en el proceso comunitario y a nivel local.
Bajo el amparo del Proyecto de Intervención Comunitaria Intercultural - Proyecto ICI, estas jornadas se han realizado en Ceuta, un enclave especialmente relevante a nivel cultural y geoestratégico, y repleto de “espacios improbables”, como define Lucía Galán, responsable del proyecto en Cruz Roja en Ceuta. “Cada persona tiene sus grupos, sus espacios, su día a día… y en estos ‘espacios improbables’ se juntan personas de diferentes ideologías, nacionalidades, religiones o edades, para hacer algo en común. Enfatizamos lo común respetando la diferencia”, concreta. La convivencia vecinal no es más que una muestra de ello.
"Enfatizamos lo común respetando la diferencia"
Los principales problemas vecinales, de hecho, no difieren mucho de unos lugares a otros: ruidos, música alta, residuos, animales de compañía… Desde un enfoque preventivo y mediante actividades lúdicas (como la dinámica ‘Aquí no hay quien viva’, donde cada persona participante ha asumido un rol), en estas jornadas se han realizado propuestas de mejora de relaciones entre vecinos y vecinas para agotar todas las opciones antes de emprender la vía judicial. Eso incluye la mediación que, en palabras de Galán, “se puede hacer a través de perfiles expertos de mediación o a través de agentes clave de la vecindad que tengan un papel fuerte y puedan asumir ese problema y acuerdo entre ambas partes”.
Y es que existen formas y formas de afrontar un conflicto vecinal. “El primer paso es reunirse con la persona, que haya un diálogo previo de forma cotidiana y natural. También puede intervenir ahí una tercera persona experta en llegar a este tipo de acuerdos. Si no se llega a un acuerdo, por cuestiones de interés o modos de vida, acudir a una persona externa, por costos y tiempo, suele ser una de las gestiones más eficaces que podemos encontrar en estas situaciones”, resuelve Lucía Galán.
El Proyecto de Intervención Comunitaria Intercultural - Proyecto ICI aterrizó en barriadas con alta diversidad cultural de Ceuta en 2014 con el objetivo de “mejorar la convivencia ciudadana intercultural y la cohesión social entendiendo que la diversidad es fuente de riqueza”, matiza Lucía Galán. También participan en el proyecto la Ciudad Autónoma de Ceuta y Fundación La Caixa. Junto a Cruz Roja, actúan como motores, pero también como agentes implicados en todo el proceso.
La programación comunitaria de la iniciativa no solo se queda aquí, sino que pretende también responder al reto compartido de mejorar el éxito socioeducativo de infancia y adolescencia, incidiendo en sus entornos familiares. Durante este 2022 se desarrollarán más jornadas como estas, en diferentes barriadas y espacios del territorio, para conseguirlo. Cerca de 40 organizaciones se han sumado a este propósito para seguir impulsando y contribuyendo a estos retos.
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