Historias de voluntariado detrás de la DANA - Ahora
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Historias de voluntariado detrás de la DANA
HISTORIAS DE VOLUNTARIADO DETRÁS DE LA DANA
Voluntariado
Humanidad
Imparcialidad
Unidad
Cruz Roja
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parte 1 historias voluntariado dana
La DANA que azotó Valencia el pasado 29 de octubre es ya uno de los desastres naturales más graves que ha sufrido nuestro país. Este fenómeno meteorológico dejó tras de sí nefastas consecuencias en infraestructuras, viviendas y, sobre todo, en la vida de las personas. Las primeras estimaciones sitúan en torno a 800.000 habitantes las personas afectadas, una cifra que refleja la magnitud de la catástrofe.
Cruz Roja estuvo desde el primer momento ayudando a la gente que lo había perdido todo. De personas para personas, hoy conocemos algunas historias de voluntariado detrás de la DANA.
parte 2 historias voluntariado dana
Cuando el chaleco de Cruz Roja es sinónimo de alivio
“La gente no tiene palabras para agradecer la labor de Cruz Roja”, reconoce Ainara, voluntaria de Cruz Roja en Alcoy y técnica en emergencias sanitarias. En su caso, cuenta que ha ayudado en todo lo posible, desde asistencia sanitaria hasta traslados pasando por sacar cosas de las cosas, limpiar, o lo que se tercie. Y es algo compartido: ayudar independientemente del qué y del cómo.
La confirmación de que esta voluntad de ayudar no es un caso aislado lo representa también Kevin, voluntario de Cruz Roja en Alcoy. Él ha realizado asistencia sanitaria, traslados y “lo que sea con tal de ayudar”. El agradecimiento de las personas a las que han tendido una mano, para él, “no se puede describir con palabras”.
"La gente nos miraba con cariño, con esperanza…"
Miguel, por su parte, ha estado en Paiporta, considerada la “zona cero” de la DANA. “Pasear por las calles intentando ayudar a la gente con el chaleco de Cruz Roja ha sido un honor. La gente nos miraba con cariño, con esperanza… se notaba que nos querían. Y nos daban las gracias. Es algo muy bonito”, sostiene, y añade: “El poder de colaborar con Cruz Roja y sentir esa satisfacción, esa posibilidad de ayudar a los demás… es bestial, alucinante”.
parte 3 historias voluntariado dana
Imágenes que se graban en la retina
La DANA también ha dejado momentos que será difícil olvidar. Para Gilliam, otra de las voluntarias de Cruz Roja, será así. “He vivido algo muy conmovedor”, dice. “Entramos en una casa a hacer una cura, y la señora, cuando nos vio, nos abrazó, se echó a llorar. Se desahogó”, explica. Más tarde, en Massanassa, otra de las localidades afectadas por la DANA, encontraron a una niña de 11 años “mal, tenía ganas de llorar, pero no podía”. “Me acerqué, hablé con ella, le pregunté su nombre y edad… me abrazó y así estuvimos un buen rato”, agrega.
A Javi, voluntario de la organización, le impactaron sobre todo los “coches apiñados”. “Pero, de todo ese caos, destaco una imagen que se me queda muy grabada: el suspiro profundo que soltaba la gente cuando nos veía. Como una bocanada de aire, de alivio. Algo muy potente”, incide.
"El suspiro profundo que soltaba la gente cuando nos veía"
Rafa, técnico de emergencias sanitarias en una base grande de Alicante, reconoce que las emociones siguen “a flor de piel”. Él ha estado en todas partes en la emergencia: haciendo preparativos para compañeros, preventivos; interviniendo sobre el terreno… “Todas son tareas importantes, pero difíciles de enfocar en estos momentos”. “Con lo que me quedo es que, en medio de la intervención, había gente que de repente te asaltaba y te daba las gracias. Incluso nos intentaban dar natillas”, cuenta como anécdota.
“Mantenemos actividades muy diferentes y cada uno ponemos nuestra piedrita en el edificio. Seguimos haciendo nuestro trabajo y necesitamos que nuestro trabajo sea visto y no intoxicado. Combatimos una guerra subterránea y sucia de la forma más limpia posible. Ánimos a todos”, se despide Rafa no sin antes lanzar un mensaje de fuerza.
parte 4 historias voluntariado dana
Un aviso de parto y un traslado inusual
Joaquín Martínez-Pirón y Verónica Lunar vienen de Cruz Roja en Badajoz y se han desplazado hasta Valencia para echar una mano en estos primeros días tan complicados. Ubicados en Paiporta, donde están las autoridades y efectivos, ya han vivido experiencias de todo tipo.
Uno de los avisos que han recibido estos días ha sido el de una mujer que estaba a punto de dar a luz. “Hemos llegado al mismo tiempo que el médico, y la hemos podido llevar al hospital despacito, pero con urgencia. También a su hija pequeña. Esperemos que todo vaya bien. La situación era estable, aunque el terreno es algo inestable y con bastantes baches”, detalla Joaquín.
"Hemos tenido que llevarlo en brazos"
“Recibimos muchas llamadas a lo largo del día”, amplía Verónica Lunar. Una de ellas ha sido la de una persona con movilidad reducida de Paiporta a la que han tenido que recoger en su domicilio y llevar al hospital. “Hemos tenido que llevarlo en brazos. Había barro considerable en el domicilio, era un tercero sin ascensor, y aunque la ambulancia estaba lejos, lo hemos tenido que hacer así. Esperemos que se recupere favorablemente”, concluye.
El deseo de una pronta recuperación, de reconstruir pronto las vidas que han sido golpeadas por el barro y la lluvia, es común en todas las personas voluntarias. Mientras tanto, Cruz Roja seguirá ahí.
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