Hace unos años, a nadie se le hubiese ocurrido que una gran corporación contase con personal técnico medioambiental entre sus puestos de dirección; a día de hoy, a nadie se le ocurriría lo contrario. Carlos Gómez, de 45 años, es el máximo responsable de Gestión de Residuos dentro de una multinacional alemana. "Cuando dije que quería estudiar Ciencias Ambientales, mi entorno dio por hecho que era un tema animalista, algo relacionado con los ecosistemas marinos o que iba a dedicarme a labores forestales", recuerda. Veinte años atrás, no se les pasó por la cabeza la innovación en energías renovables, la adaptación de entornos agrícolas, el asesoramiento en Responsabilidad Social Corporativa (RSC) o, incluso, el diseño ecológico. "Ámbitos que tienen una demanda creciente en el mercado actual y son puestos escalables en distintas empresas", asegura. 

Si hay un futuro posible, es un futuro de color verde. La Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ya nos ha advertido de que hay una fecha límite para salvar el planeta y, para ello, habrá que cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Entre ellos, la apuesta por la energía limpia, el urbanismo sostenible, el consumo responsable o la acción por el clima. Así que el entramado empresarial se ha visto obligado a adaptarse, no solo a la normativa de las Administraciones, sino a una ciudadanía cada vez más preocupada por el entorno que le rodea. Las personas que consumen ya no quieren plásticos, se preocupan por la producción de alimentos en ecológico y premian a las marcas comprometidas. Según el informe Empleo Verde en una Economía Sostenible, elaborado por el Observatorio de la Sostenibilidad de España (OSE), en 2009 ya había cerca de 158.500 puestos con vocación 'verde'. Y para 2020, se estima que esta cifra se ha triplicado. 

Hace 20 años, nadie pensaba en las energías renovables, la adaptación de entornos agrícolas, la Responsabilidad Social Corporativa o el diseño ecológico 

El Plan de Empleo de Cruz Roja, que se puso en marcha hace más de dos décadas, siempre ha tenido muy presente esta conciencia ambiental. La Organización cuenta con diversos programas, donde colaboran las áreas, tanto de Empleo como de Medio Ambiente, para ofrecer formación en sostenibilidad y facilitar distintas salidas laborales. También para atender las necesidades de aquellas empresas que se preocupan por tener un perfil más comprometido, pero no saben por dónde empezar. Las iniciativas se han incrementado tras el estallido de la COVID-19, dentro de las actividades del Plan Cruz Roja RESPONDE, intentando facilitar que las personas vulnerables encuentren empleo en estas áreas. Por un lado, a través del Multicanal de Orientación para el Empleo de Cruz Roja se han organizado videoconferencias especializadas en torno a las oportunidades laborales del empleo verde y, el pasado mes de abril, también tuvo lugar en Madrid una mesa de diálogo en torno a la movilidad sostenible, con empresarios y agentes de cambio. 

Digitalización y sostenibilidad, ese matrimonio 

"En el Área de Conocimiento de Empleo siempre estamos en observación, seguimiento y análisis de este tipo de trabajos", comenta Pilar Bonigno, una de las técnicas de Cruz Roja de dicho departamento. Sus tareas más inmediatas son el estudio sectorial y la difusión de la información entre los distintos territorios. "Esto nos ha permitido darnos cuenta del peso que tiene al Medio Ambiente y aportar una visión más sólida en CO(mpensa)2, que es el movimiento de Cruz Roja para reducir su huella de carbono", reconoce. Al mismo tiempo, también han creado una píldora digital para dar formación de base sobre Sostenibilidad y Medio Ambiente a las personas de sus cursos, mayoritariamente demandantes de empleo. "Entendimos que era un conocimiento necesario y podía resultarles útil en la búsqueda de empleo", explica. Por último, están cerrando colaboraciones con empresas a gran escala, orientadas al empleo verde en energías renovables y reforestación. 

"En Cruz Roja tenemos claro que en el contexto del mercado laboral la transformación digital y tecnológica se cruzan con la sostenibilidad y el medio ambiente"

Pero si hay una tendencia de futuro que camina a la misma velocidad que la sostenibilidad se trata, sin lugar a dudas, de la digitalización. "Tenemos claro que, en el contexto del mercado laboral, la transformación digital y tecnológica se cruzan con la sostenibilidad y el Medio Ambiente, y lo hemos visto al identificar sectores y ocupaciones emergentes", asegura Patricia Vázquez, otras de las técnicas de empleo de Cruz Roja. Es, por tanto, una unión que se prevé duradera. "Solo hay que fijarse en las plataformas digitales, que son fundamentales para conectar la producción y agricultura ecológica, el marketing digital 'verde' o la digitalización en la gestión de residuos. Todas ellas, cuestiones muy presentes tanto en las entidades como las empresas con las que colaboramos", precisa. De hecho, otro de sus cometidos es apoyar a los emprendedores más vulnerables en sus iniciativas, siempre procurando que tengan compromisos de RSC. 

El caso de Nuria, una emprendedora concienciada 

A Nuria Rodríguez, la COVID-19 le ha cambiado la vida, pero no necesariamente a peor. Ha creado una empresa centrada en la fabricación de mascarillas y ropa laboral sostenible para responder al virus, ofreciendo empleo a mujeres en dificultad social. Se llama EcoVisc y, a la vista de su actividad, logra reunir la conciencia ambiental y social bajo un mismo paraguas. Es por ello que fue uno de los proyectos ganadores de los últimos Premios Impulsa, una iniciativa creada por Cruz Roja para apoyar y reconocer iniciativas de autoempleo y de consolidación de negocios, promoviendo la igualdad de oportunidades en el emprendimiento y valorando el contexto actual de crisis provocada por la pandemia de la COVID-19. Desde el pasado mes de enero, esta emprendedora ha podido materializar su taller en Valladolid, con una trabajadora en plantilla. Su máxima es la trazabilidad de todos los materiales que emplea en la costura, aunque resulte más complicado encontrarlos. "No me importa perder tiempo en pedir certificados, o pagar un poco más por un tejido reciclado, si sé que a la larga el bien es mayor. A mí me ofrecían tintes más baratos y no los he cogido", reivindica. Es el paradigma de una nueva empresa 'verde'. 

"Desde el primer día me planteé que teníamos que ser sostenibles en tres ámbitos: a nivel económico, social y ambiental. En mi casa siempre hemos entendido la costura de una manera artesanal, pero conforme crecí y me fui enterando de los datos del impacto ambiental que tiene el sector textil, afiancé la idea", asegura Rodríguez. Así que fue una cuestión de conciencia personal, pero a su vez de estrategia empresarial. "En los últimos años, y más después de la pandemia, todos los analistas tienen algo muy claro: la empresa textil que no se reconvierta está condenada a desaparecer. De hecho, la tasa de reciclaje del residuo textil será obligatoria en Europa a partir de 2024", recuerda. Los materiales que ahora nos parecen caros -"y no lo son, porque duran más"-, en el futuro serán el día a día y los que garantizarán puestos de trabajos solidarios. "Creo que debemos ser coherentes con el entorno, es el ADN de nuestra empresa", concluye. 

Baldosas 'verdes' en todos los territorios 

Como sería complicado hablar de todas las implicaciones ambientales de los planes de empleo de Cruz Roja, vamos a viajar por distintos territorios para conocer experiencias en las que se han incorporado perfiles muy distintos. Nuevos puestos de trabajo, desde las energías renovables a la repoblación de las zonas rurales o la movilidad sostenible, con los que no solo se contribuye a la integración social, sino a un futuro mejor: 

1) Placas solares igualitarias 

A principios de este año, arrancaba la formación de 22 vecinas de Argamasilla de Calatrava (Ciudad Real), hasta el momento en situación de desempleo, dentro de un curso muy especializado y actualizado en el sector del montaje de plantas fotovoltaicas. De este modo, las participantes no solo se adentran en un ámbito profesional con cada vez  con más demanda, pero poca mano de obra, sino que contribuye a que sea más igualitaria la situación del sector, tradicionalmente masculinizado. Cruz Roja desarrolla esta iniciativa en colaboración con el Ayuntamiento de la localidad, como parte del proyecto 'Puentes hacia el empleo', para generar itinerarios en favor de la igualdad y las mujeres en situación de dificultad social. Hablamos de todas aquellas que están alejadas del mercado laboral, pertenecen a colectivos en riesgo y/o sufren discriminación múltiple.

2) En busca de la energía limpia 

Greenalia es una empresa productora de energía que se consigue, exclusivamente, a partir de tecnologías renovables. Viento, sol y biomasa forestal, no hay más. También es el ejemplo de compañía que colabora con Cruz Roja en programas de empleo, y así se explicó durante la jornada 'Energías renovables: una oportunidad laboral'. El director de Personas, Marca y Comunicaciones, Gonzalo Castañeira, recordó que son "un sector estratégico para la transición energética y el proceso de descarbonización", por lo que están reclutando "perfiles en cascada" más allá de los ingenieros, como son los operarios y los ayudantes. Con la apertura de una nueva planta de biomasa en Galicia, van a generar 180 empleos directos en recogida y logística, y por este motivo, están formando a más de 60 personas desempleadas en manejo de maquinaria forestal. De esta manera, se garantizan la mano de obra y se fomenta la integración, todo al mismo tiempo. 

3) Las nuevas minas respetuosas 

Hablemos de Go Green, desarrollado junto a la Fundación de Santa María La Real, que impulsa itinerarios de trabajo específicos en la cuenca minera de Asturias y en Castilla y León. Tienen carácter gratuito y se dirigen a todo tipo de perfiles, sin necesidad de que tengan formación ni experiencia previa, pero prestando especial atención a las personas desempleadas y relacionadas con los sectores de economía verde. Así es como se forman grupos de 20 personas, que se reúnen dos días a la semana en locales cedidos por los Ayuntamiento, para recibir las enseñanzas de un técnico que hace de guía. Además de aprender sobre el sector en concreto, trabajan otras competencias esenciales: inteligencia emocional, autoestima, dinámicas de teambuilding o creatividad. También marca personal offline y online, comunicación no verbal o entrenamiento para enfrentarse a entrevistas.

4) Así se repuebla en verde 

La Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica, con la que Cruz Roja colabora en su Programa Empleaverde, tiene en marcha un proyecto dirigido a 15 personas desempleadas de toda España, que consta de formación y acompañamiento. El objetivo es mejorar sus capacidades en áreas relacionadas con el medio rural y la economía verde. Esto es, dotándolas de recursos para la búsqueda de empleo, pero también adentrándolas en especialidades para preservar y restaurar el entorno, ya sea en sectores tradicionalmente relacionados con el cuidado ambiental -tratamiento y gestión del agua, residuos, protección de espacios naturales-, o en las nuevas áreas emergentes -movilidad urbana, energías renovables, agricultura ecológica-. Así, se persigue un doble objetivo: el empleo de personas vulnerables y la reactivación del tejido rural. 

5) Tecnología en la España vaciada 

En relación con las zonas despobladas de España, cuya revitalización está directamente relacionada con preservar el entorno, merece la pena hablar de FabLab Itinerante. Se trata del primer 'laboratorio de fabricación sobre ruedas', que quiere expandir la cultura tecnológica por toda Castilla-La Mancha, y para ello se sirve de un vehículo equipado para la impartición de programas formativos, expositivos y eventos. Aunque se trata de una iniciativa financiada por la embajada de Estados Unidos, Cruz Roja también colabora mediante la cesión del vehículo protagonista: una ambulancia que ya no se podrá utilizar como tal, porque ha sido totalmente reacondicionada para su nuevo cometido. ¿Qué aprenderán los beneficiarios? Desde talleres de impresión 3D y grabado láser, a eventos para makers y proyectos robóticos, para hacer vanguardia en la España vaciada. 

6) Vehículos adaptados al futuro 

Más allá de formar a otras personas para la empleabilidad 'verde', Cruz Roja también aplica estos protocolos en sus actividades cotidianas. Varios vehículos adaptados se encargan, en la zona de Vitoria, del transporte de personas mayores hasta los Centros Rurales de Atención Diurna. Un proyecto que inyecta vitalidad en estas áreas, y sobre todo entre estas personas. Pues bien, la Organización ha procedido a la conversión de tres de estos vehículos para que funcionen con Gas Licuado de Petróleo (GLP), de modo que los desplazamientos sean más respetuosos con el entorno, en lo que se conoce como proyecto Araba para la transición. El GLP emite un 15% menos de dióxido de carbono (CO2) que un coche de gasolina y alrededor de un 80% menos de óxidos de nitrógeno que un diésel, además de representar un ahorro del 40% por repostaje. Es el camino al futuro. 

El futuro será verde o no será 

Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), a finales de 2019 la economía verde era responsable de más de medio millón de empleos en España, el 2,5% de la ocupación total. Lo dicho: la cifra se ha triplicado en la última década, y podría hacer lo propio en la siguiente, sobre todo si se cumplen los compromisos de inversión del Green New Deal o el Pacto Verde Europeo. Ninguna voz experta duda de que los empleos verdes son, ya no el futuro, sino el presente, y que cada vez más se van a demandar más perfiles como el de ecodiseñador, agricultor ecológico, especialistas en eficiencia energética… No importa el ámbito: cualquiera puede adaptarse. Aquellas profesiones que parecían una mota en el horizonte son el presente y las únicas que nos permitirán seguir construyendo un futuro, ya no sostenible, sino sencillamente posible.