COP30: actuar por el clima para cuidar de las personas - Ahora
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COP30: actuar por el clima para cuidar de las personas
COP30: ACTUAR POR EL CLIMA PARA CUIDAR DE LAS PERSONAS
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parte 1 cop30
El planeta se encuentra en un momento crítico: los efectos del cambio climático ya no son una proyección futura, sino una realidad que impacta cada vez más en nuestra vida diaria. La relación entre medio ambiente y salud, además, se va estrechando. Según la OMS, fenómenos como las olas de calor, las inundaciones, las sequías y la contaminación provocan una oleada de patologías, desde enfermedades infecciosas y respiratorias hasta trastornos mentales. No en vano, el calor mata a casi medio millón de personas cada año. Estas amenazas, además, afectan de manera desproporcionada a las comunidades más vulnerables, tal y como se desprende del último informe del IPCC.
En este contexto, la COP 30 celebrada en Belém (Brasil), entre el 10 y 21 de noviembre de este año, adquiere una relevancia estratégica, en parte por ser la primera cumbre climática celebrada en la región amazónica. La IFRC, la red humanitaria más grande del mundo y dónde está integrada Cruz Roja Española, considera la crisis climática el principal desafío que enfrenta la humanidad y el planeta, y por eso está implicada en este evento con propuestas claras y presencia activa. También capitanea la Plataforma Mundial de Resiliencia Climática, que pretende aumentar la resiliencia climática y desarrollar las capacidades de adaptación de 500 millones de personas en los países más vulnerables al clima.
Para la IFRC, adaptarse al calor extremo y reforzar la salud es ya una cuestión urgente. Esto implica aplicar los planes nacionales sobre el clima, incorporar indicadores globales de adaptación y desplegar medidas concretas: planes de acción contra el calor, sistemas de alerta temprana, protección social capaz de responder a las crisis y soluciones basadas en la naturaleza para reducir riesgos.
Vivimos en un contexto de policrisis global, donde el cambio climático se entrelaza con crisis sociales, económicas y sanitarias, amplificando los riesgos para millones de personas y evidenciando la necesidad de fortalecer la preparación social para anticipar, responder y recuperarse ante estos impactos.
Adaptarse al calor extremo y reforzar la salud es ya una cuestión urgente
En este sentido, es necesario aumentar la calidad, cantidad y acceso a financiación para las comunidades que más lo necesitan. Las personas ya están pagando el alto coste del cambio climático, especialmente en crisis prolongadas, estados insulares y comunidades desplazadas. Y es que, hasta donde sabe la IFRC, menos del 10 % de la financiación para la adaptación al clima llega al nivel local.
Con políticas públicas ambiciosas, inversiones sostenidas y una preparación comunitaria sólida (incluidas las alertas tempranas y la acción anticipada) es posible salvar vidas, proteger los medios de subsistencia y reducir los impactos de los fenómenos extremos. La responsabilidad es compartida: gobiernos, autoridades locales y redes de voluntariado deben avanzar juntos para reforzar la salud humana y la protección del entorno. 
parte 2 cop30
Resiliencia, salud y prevención para hacer frente a la emergencia climática
En España la situación también resulta de máxima prioridad. En lo que va de año, más de 35.000 hectáreas han sido arrasadas por incendios forestales, dejando tras de sí uno de los veranos más trágicos de las últimas décadas. Por si fuera poco, España, por su ubicación y características climáticas, es uno de los países más vulnerables a los efectos del cambio climático. Según AEMET, además, ha experimentado un calentamiento muy importante en las últimas décadas. Por todo ello, la adaptación y la resiliencia deben ser brújulas que guíen nuestro camino.
Cruz Roja Española ha impulsado algunas de las medidas clave que figuran en el Pacto de Estado frente a la Emergencia Climática (que se ha defendido en la COP30 por parte de nuestro país) y que buscan proteger a las comunidades más vulnerables, fortalecer la resiliencia ante fenómenos extremos y promover una cultura preventiva que integre salud, medio ambiente y acción social.
Desde la incorporación de profesionales de la psicología en los protocolos de emergencia climática hasta la participación activa de colectivos de riesgo en la planificación de la respuesta, estas iniciativas muestran cómo actuar frente al cambio climático es también garantizar la seguridad y el bienestar de todas las personas:
- La psicología, en primera línea. Cruz Roja Española ya incorpora profesionales de la psicología en sus protocolos de respuesta, por lo que considera fundamental que también tengan su espacio en los planes de emergencia climática para mejorar la atención emocional en estos contextos.
- La participación de los colectivos vulnerables en el diseño de la respuesta. Para garantizar una respuesta más inclusiva y eficaz es imprescindible incluir a personas mayores, personas con discapacidad y comunidades rurales, no solo en la planificación, sino también en la ejecución de la respuesta.
- Presencia territorial y comunitaria. La capilaridad de Cruz Roja Española en todo el territorio nacional es lo que le permite precisamente actuar con rapidez y cercanía. Es el motivo por el que se habla con conocimiento de causa cuando se alega que hay que implementar cultura preventiva y educación ambiental en escenarios locales.
- Organización y formación de voluntariado en gestión de emergencias climáticas. El voluntariado de Cruz Roja Española forma una red robusta, alineada con las propuestas de Protección Civil, que permite reforzar la respuesta ante fenómenos extremos.
El cambio climático ya está transformando nuestras vidas. La respuesta que demos ahora determinará nuestra capacidad para proteger a quienes más lo necesitan y construir un futuro más seguro, El tiempo de actuar es hoy.
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