Proteger a la tortuga mediterránea - Ahora
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- La tortuga mediterránea es una especie en peligro de extinción que vive en climas mediterráneos. Uno de esos parajes donde habita es el Parque Natural de la Albufera, en Valencia. Para el voluntariado medioambiental de Cruz Roja que durante el verano recorre este paraje no es extraño encontrarse con alguno de estos ejemplares. De su seguimiento y protección también se ocupan estos voluntarios y voluntarias.
La tortuga mediterránea, especie de tierra, tuvo su hábitat natural en la Devesa de L’Albufera (Valencia). Con los años, a causa de los cambios en el suelo y el uso que le daba el hombre, desapareció. Con el tiempo, dado que quedaban pequeñas colonias en Baleares y en Girona, con ayuda de los fondos de la Unión Europea se pudo reintroducir la especie. Por ello, desde 2011, el Centro de Recuperación de Fauna de El Saler, perteneciente a la Generalitat Valenciana, puso en marcha el proyecto de reintroducción de tortugas.
Durante los fines de semana estivales, el voluntariado de Cruz Roja se encarga de vigilar las zonas más transitadas del Parque Natural de la Albufera para realizar una concienciación medioambiental y prevenir los incendios forestales. Pero, desde el año pasado el voluntariado empezó a notificar que durante sus marchas estaban encontrando tortugas por la zona. Esta información llegó al Centro de Recuperación de Fauna de El Saler y los técnicos decidieron que los voluntarios y voluntarias podrían ayudarles a realizar un seguimiento de las tortugas mediterráneas, si durante los patrullajes se cruzaban con alguna.
“Al final es un dos en uno lo que hacemos, por un lado la prevención de incendios forestales y por otro ayudamos en el seguimiento de las tortugas mediterráneas”, apunta Ana Merenciano, técnica de medioambiente de Cruz Roja en Valencia.
El voluntariado cuando se encuentra a una tortuga mediterránea, se pone los guantes e inicia el protocolo de actuación. Les realizan fotografías desde diferentes ángulos, llevan una fichas en las que dejan por escrito la zona dónde han encontrado al ejemplar y por último, a través de unas plantillas reconocen si son ejemplares nuevos que se han reproducido o si por las muescas que presentan ya están registradas con anterioridad. Una vez realizada la intervención in situ, la vuelven a dejar en el lugar donde la han encontrado. “Ilusiona mucho cuando encuentras alguna, al final estás ayudando en su protección y cuidado”, comenta Lola Del Amo , voluntaria de Cruz Roja que encontró una tortuga hace unas semanas.
Este apoyo del voluntariado de la organización, encargado principalmente de la prevención de incendios, al Centro de Recuperación de Fauna de El Saler permite que se pueda tener información más precisa y detallada de la evolución de una especie que desapareció, pero que ahora vuelve a estar controlada, cuidada y en su hábitat natural.
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