Poner la tecnología al servicio de la humanidad - Ahora

• Además de su atención humanitaria, la Organización trabaja a diario con los colectivos más vulnerables haciendo de la tecnología una de sus grandes apuestas, poniéndola al servicio de la humanidad. El objetivo de los Premios Tecnología Humanitaria, es fomentar el interés por la acción humanitaria de los tecnólogos y tecnólogas y premiar a quienes, a través de la tecnología, crean proyectos de uso humanitario. 

En paralelo a la atención humanitaria que Cruz Roja realiza a diario con los colectivos vulnerables, su apuesta por poner a disposición de quienes más lo necesitan la tecnología les convierte en referente, gracias, entre otras iniciativas, a la convocatoria de los ‘Premios Tecnología Humanitaria’, que este año cumple su séptima edición. En la categoría ‘Impacto’, que premia la capacidad de transformación en beneficio de la vida de las personas, se ha seleccionado el proyecto ‘Llum’, una aplicación de recursos y herramientas solidarias con la que ayudar a las personas sin hogar; en la categoría ‘Impulso’, que valora la potencial escalabilidad del proyecto a otros ámbitos y colectivos, se ha escogido ‘Visaulfy’, un sistema para traducir los sonidos en otro tipo de señales reconocibles por las personas sordas para adaptar las ciudad a sus necesidades; mientras que la categoría ‘Cruz Roja’, que premia los trabajos presentados por equipos de la propia Organización, da como ganadores a los responsables de la Academia Solferino, como reconocimiento a sus diferentes proyectos para impulsar y apoyar la innovación y el cambio en el mundo. 

La entrega de premios tendrá lugar el próximo 2 de marzo, dentro de la programación del Mobile World Congress de Barcelona, con la presencia de los premiados y los miembros del jurado. 

Servicios prepagados para ayudar a las personas sin hogar 

Poder lavar la ropa en una lavandería o recoger comida en un restaurante de forma gratuita, son algunas de las cosas que podrán hacer las personas sin hogar gracias a “Llum”, una aplicación que facilita a cualquier persona solidaria dejar prepagados esos servicios. 

Laëtitia Launet, es la joven investigadora responsable de un proyecto que permite, gracias a la colaboración de particulares y el pequeño comercio de proximidad, acceder a servicios como lavandería, comida, cafés o espacios que las personas sin hogar puedan necesitar. “Queremos eliminar los prejuicios”, afirma, “dar la oportunidad a estas personas de acceder a servicios como: cafeterías, comidas o lavanderías gracias a la solidaridad de otras personas que dejan ese servicio pagado”. Además, se trata de una aplicación que facilita información anónima del perfil de la persona y sus necesidades para, de esta forma “poder tener una base de datos y obtener información real y reciente que permita generar más estudios”. 

Hoy, más de 33.000 personas en España están en situación de calle; el indicador de esta innovadora propuesta en un establecimiento permitiría a cualquier persona donar directamente un producto a una persona usuaria, que igualmente, podría consultar en su móvil, en la web, o directamente viendo el indicador, dónde puede dirigirse para acceder a estos productos o servicios. Para hacerlo posible, cualquier establecimiento contaría con un sistema que registra esas ventas prepagadas por otros usuarios, y el consumo de estas, lo que permite analizar incluso zonas con más o menos recursos, y mayor o menor población en la calle. 

Un oído artificial para un mundo sin barreras 

De la mano de la Inteligencia Artificial, Manel Alcade, creador de “Visualfy”, ha ideado una aplicación que reconoce sonidos relevantes del entorno. “Se trata de un oído artificial que reconoce los sonidos de alarmas de incendios, un turno sanitario o el llanto de un bebé; y los traduce en colores y vibraciones que llegan a los dispositivos móviles. Cada notificación va asociada a un color”, explica.  

A través de un potente hub principal que escucha todo a su alrededor y procesa el sonido sin necesidad de conexión a la red, se identifican alertas, sirenas, e incluso el llanto de un bebé, ya que el sistema se puede configurar específicamente para cada persona que lo usa. Las señales se convierten en una notificación, por ejemplo, que se muestran en la pantalla del móvil, en el reloj inteligente, o que cambian o hacen parpadear las luces de la habitación, de tal manera que la persona sorda recibe toda la información de lo que ocurre en su entorno. 

La empresa ya ha desarrollado esta tecnología en estaciones de tren, bibliotecas o en el metro para facilitar que lleguen a las personas sordas o con dificultades auditivas los mensajes que se transmiten por ejemplo por megafonía. Visualfy ha sido reconocida como empresa BCorp, y es que además de tener a personas sordas trabajando en su plantilla -lo que les da ventaja para perfeccionar el sistema-, también trabaja los datos con la máxima protección legal, asegurando así que el sonido grabado en todo momento es inaccesible para cualquier hacker de la red, ya que se procesa el audio en el propio dispositivo, sin salir a internet y además, es eliminado una vez ha sido reconocido.  

“Hoy en día las tecnologías se adaptan a comandos por voz, pero ¿quién se acuerda de las personas sordas? Por suerte, entidades como Cruz Roja lo hacen, y no sólo revisan y apuestan por la inclusión, sino que nos premian a nosotros por hacer que la tecnología solucione los problemas de las personas”, concluye el responsable de Visualfy. 

Transformación e innovación para el futuro: Solferino Academy 

El tercero de los premios de esta edición ha recaído en Solferino Academy, la iniciativa de la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) y de sus Sociedades Nacionales para ayudar a la red de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, como reconocimiento a sus diferentes proyectos para impulsar y apoyar la innovación y el cambio en el mundo. 

Un increíble equipo humano distribuido por América Latina, Europa, y África, que, desde el ingenio, la pasión y creatividad promueven un cambio necesario que democratiza y enfatiza el poder de innovación de las personas voluntarias para abordar los desafíos humanitarios.  “Estamos muy orgullosos de estos voluntarios, muchos siendo jóvenes, que logran hacer cosas increíbles con ideas muy provocativas sobre el cambio en el mundo y la forma en que las organizaciones colaboran en el cambio, con especial foco en cuáles podrían ser las implicaciones de eso para la Cruz Roja y la Media Luna Roja”, afirma Shaun Hazeldine, Líder de la Academia Solferino de la FICR. 

Su labor, además, incluye la reflexión y diseño estratégico de las decisiones que se van a tomar en los próximos años, escaneando el futuro para comprender los cambios, explorar el potencial de lo que está por venir y las implicaciones para la Cruz Roja y La Media Luna Roja como organizaciones humanitarias.  

“Este premio nos da la oportunidad de perfilar y celebrar algunos de los increíbles trabajos que se están realizando y dar a conocer el impresionante ingenio, los valores humanitarios y la ética subyacentes al esfuerzo de estos jóvenes”, concluye Hazeldine.