Alexa ha cambiado la vida de Alonso y Eugenia. Él tiene una capacidad visual reducida y ella, además de estar en silla de ruedas, tiene alzheimer. Alexa les despierta con su música favorita, repasa su medicación a diario, sus citas médicas, sus ocupaciones, les propone un menú diario y las recetas para elaborarlo... El dispositivo también les ayuda a estar en contacto con sus hijos. Junto a sus dos perros, el asistente de voz se ha convertido en alguien más de la familia. Un ejemplo de cómo Cruz Roja pone la tecnología al servicio de las personas.