La importancia de cuidar a quien cuida - Ahora
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- Este martes 21 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Alzhéimer. Una fecha en la que no solo es necesario visibilizar y concienciar sobre esta enfermedad, sino poner el foco también en las personas cuidadoras; aquellas que, pese a no vivirlo en sus propias carnes, también conviven con el Alzhéimer.
Dicen del Alzhéimer que es una de las enfermedades más crueles de todas, ya que ataca, directamente, a una de nuestras más valiosas capacidades: nuestra memoria. Este tipo de demencia, además, ocasiona problemas relacionados con el pensamiento y el comportamiento y sus síntomas se desarrollan de forma muy lenta y paulatina. Lo viven en primera persona las personas que sufren Alzhéimer, por supuesto, pero también las personas cuidadoras que conviven con los y las pacientes de esta enfermedad. Hoy, 21 de septiembre, Día Mundial del Alzhéimer, también conviene reparar en su importante labor.
Desde Cruz Roja, las personas cuidadoras no profesionales de personas dependientes son importantísimas y cumplen una función fundamental. “El cuidado de las personas mayores dependientes se conjuga en femenino, en singular y en privado”, recuerda Aurora González Eirín, referente de los dos proyectos con los que cuenta la Organización para respaldar a las personas cuidadoras: por un lado, el proyecto de ‘Atención a las personas cuidadoras’; y, por otro, el proyecto del ‘Multicanal SerCuidadorA’.
Hay dos proyectos en Cruz Roja orientados a las personas cuidadoras: ‘Atención a las personas cuidadoras’ y ‘Multicanal SerCuidadorA’
Y es que, aunque con la pandemia quizá haya sido más visible, normalmente las personas cuidadoras, que suelen prestar su apoyo y atención en el domicilio, son todavía poco visibles. Respaldar a las personas cuidadoras y poner en valor su labor ante la sociedad son los principales objetivos de estos dos proyectos de Cruz Roja, cada uno desde una óptica diferente, pero sincronizados en todo momento.
Así, el proyecto de ‘Atención a las personas cuidadoras’, que desarrolla en sedes de la Organización, gira en torno a cuatro áreas: la información, la formación, el respiro y los grupos de apoyo mutuo. Para ello se realizan desde talleres hasta sesiones informativas pasando por encuentros donde las personas que cuidan pueden conversar y compartir lo que deseen. El área de respiro, matiza Aurora González, también resulta vital, puesto que gracias a esta y al equipo de voluntarios y voluntarias, se les brinda a las personas cuidadoras el espacio para que puedan hacer otro tipo de actividades mientras desde Cruz Roja se quedan al cuidado de la persona dependiente. “Ir a la farmacia, al cine, a darse una vuelta, o venir incluso a uno de nuestros talleres”, expresa.
Por otro lado, el proyecto ‘Multicanal SerCuidadorA’ pivota sobre una web (a la que puedes acceder aquí) donde hay multitud de contenidos de interés para todas las personas cuidadoras (guías, infografías, libros y películas recomendados…). A través de esta plataforma, además, se pretende sensibilizar sobre la función que tienen estas personas para el resto de la sociedad. También existe la posibilidad de descargarse la App de ‘Multicanal SerCuidadorA’ tanto para iOs como para Android.
Además de la web, este proyecto también cuenta con un teléfono gratuito, el 900 365 100, con personal especializado para atender consultas sobre los cuidados. Asimismo, disponen de mail (sercuidadora@cruzroja.org), WhatsApp (678 480 951) y cuentas en las principales redes sociales (Facebook, Twitter, Instagram, LinkedIn y YouTube).
Para Aurora González Eirín, referente de ambos proyectos en Cruz Roja, también hay que poner el foco en que, aunque el trabajo de los cuidados puede suponer una carga, también puede tener un lado más positivo: “Cuidar a alguien es estrechar los lazos, hacer cosas nuevas… El cuidado y lo que supone cuidar, en definitiva”, dice. “Es un trabajo importante, serio y comprometido, y evidentemente tiene sus costes, pero también hay una parte positiva”, agrega.
LoPe, el servicio que te ayuda a cuidar
Ángeles Durán es responsable de Marketing de Servicios Tecnológicos Digitales de Cruz Roja. Desde esta área, el proyecto LoPe (localizador de personas) cumple un papel fundamental para las personas cuidadoras, gracias a un localizador (en forma de reloj) que pueden llevar las personas que comienzan a percibir los primeros estadios de un deterioro cognitivo, como puede suceder en las primeras fases del Alzhéimer.
“Ayuda, por un lado, a que las personas cuidadoras o familiares estén más tranquilas, y que la persona que lo lleva pueda estar más segura”, señala Durán. El dispositivo posibilita que la persona que lo lleva esté continuamente localizada. Además, incluye una aplicación desde la cual la persona cuidadora puede saber en todo momento no solo la localización, sino también el recorrido que ha realizado, saber si la persona que lo lleva ha podido subirse a un coche o transporte público gracias al control de velocidad,) así como definir zonas de peligro y seguridad (que alertan de cuando la persona ha salido de la zona que suele frecuentar o se acerca a una carretera, bosque, al mar…). La aplicación también permite compartir la ubicación de la persona con familiares o personas cercanas.
El proyecto LoPe ayuda a localizar a personas que estén comenzando a sufrir un deterioro cognitivo
“Desde Cruz Roja podemos hablar con la persona en manos libres a través del dispositivo y una vez valorada la situación movilizamos los recursos necesarios tanto personales como públicos (ambulancia, policía…)”, explica Ángeles Durán y puntualiza que, de esta manera, tratan de respetar al máximo la independencia de las personas afectadas. “Cuando nos convertimos en personas cuidadoras, somos excesivamente protectoras. Esta solución está pensada para que se pueda hacer vida de la forma más normal posible. A veces, sin querer, generamos más ansiedad a la persona, y mediante este sistema fomentamos su autonomía, sabiendo que Cruz Roja siempre está detrás”, apunta.
“Una de las garantías que ofrecemos es nuestra experiencia, atención, cercanía y nuestra vocación por las personas”, dice Ángeles Durán. Y recuerda: “Cuando una persona se desorienta, las 24 horas próximas a la desaparición resultan cruciales. Cuanto más tiempo pasa, más complicado”. Tan importante como cuidar a las personas que lo necesitan es cuidar, también, a quien cuida, para lo que estos proyectos y servicios de Cruz Roja cumplen un papel elemental. Los servicios de teleasistencia de Cruz Roja están certificados por la UNE 158401 (Servicios para la promoción de la autonomía personal. Gestión del servicio de teleasistencia).
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