Bloquea el ciberacoso - Ahora
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- Con la irrupción de las redes sociales, el bullying o acoso escolar se ha trasladado desde las aulas hasta internet. Es lo que se conoce popularmente como ciberbullying o ciberacoso. Durante el #CruzRojaConecta del pasado mes de diciembre, se abordaron algunas claves y pautas para su detección temprana y se habló de las herramientas para prevenirlo y poder frenar el acoso en las redes.
¿Sabemos qué es el ciberbullying? ¿Sabríamos identificarlo en el caso de que lo sufriesen niños, niñas o jóvenes en nuestro entorno? ¿Está la sociedad concienciada acerca de esta problemática? ¿Cómo debemos actuar ante estos casos si don detectados? ¿Cómo podemos prevenir esta situación y qué deben conocer las personas jóvenes para frenar esta lacra? Estos fueron los interrogantes a los que se dieron respuesta durante el último #CruzRojaConecta –un encuentro virtual organizado por Cruz Roja en el que cada mes se invita a personas expertas de dentro y fuera de la Organización para tratar algún tema de interés social–.
Sara, agente de la Unidad Central de Participación Ciudadana de la Policía Nacional, invitada a este encuentro arrancó su intervención refiriéndose a la definición jurídica de acoso escolar que data de 2005 y que es “cualquier tipo de maltrato, físico, verbal o psicológico, que se da entre menores bien en la escuela o en otro ámbito educativo. Tiene que darse de manera recurrente y reiterada y además establece un contexto de violencia y de dominio hacia la víctima por parte del acosador”. El acoso escolar sería la antesala del ciberbullying, es decir “el acoso pero apoyado por las tecnologías de la información y la comunicación”, afirma la experta. “Lo que se busca es amplificar y prolongar más en el tiempo ese acoso escolar”, añade. Como podemos imaginar, el daño que genera en la víctima es todavía mucho peor, mucho más desproporcionado. “Una de las cosas que hemos detectado es que eset ciberbullying se está dando en edades más tempranas”, señala Sara.
“Una de las cosas que hemos detectado es que eset ciberbullying se está dando en edades más tempranas”
Señales de alarma ante el acoso
Cuando hablamos de acoso a través de las tecnologías lo normal es que la víctima tienda a ocultarlo, bien por miedo a las represalias de los posibles acosadores, bien por vergüenza o incluso porque no quieren preocupar a su padres. Por eso es tan importante estar atento a esas señales. “Cambios de carácter o cambios en el humor; puede que el menor comience a aislarse cada vez más de sus amigos y sobre todo de los compañeros de clase; que sea cada vez más reticente a la hora de ir al colegio; que manifieste enfermedades de tipo psicosomático como dolores de cabeza o estómago que suelen ser las más recurrentes; que baje su rendimiento escolar –esto es algo muy común y que suele afectar a la mayoría de los niños y niñas o jóvenes que lo sufren–; que utilicen más ropa de la habitual para cubrir las lesiones que les han generado; que llegue con material escolar roto; que pida más dinero a sus padres (porque seguramente el acosador le esté pidiendo dinero)”, apunta la agente. A largo plazo, si esto se sigue prolongando pueden aparecer episodios de tipo depresivo que en casos muy extremos pueden derivar en autolesiones o incluso en ideas suicidas. Cuando se detecta alguna de estas señales de alarma, no quiere decir que estemos siempre ante un caso de acoso escolar, pero sí que cuando un padre, madre o tutor percibe alguna de estas señales, es recomendable que vaya a a hablar con el centro para saber si lo que está pasando tiene alguna relación.
¿Cómo ha evolucionado el ciberbullying?
El ciberbullying va evolucionando a la misma velocidad que lo hacen las tecnologías de la información. “El acosador lo hace amparado en el falso anonimato que considera que le da la red y porque es más fácil repetir esa conducta; además, si lo hace de esa forma, se pueden sumar más protagonistas. El medio preferente para ejercer este tipo de acoso son las redes sociales a través de las cuales vierten todo tipo de amenazas, burlas, insultos, humillaciones, motes…”, advierte Sara. No es la única forma, cada vez es más habitual ver casos en los que se suplanta la identidad de la víctima. También el conocido como sexting es una práctica que puede acabar en casos de acoso escolar. Se refiere al envío voluntario de material de contenido sexual, erótico o íntimo a otra persona. “El riesgo viene al enviar esa foto, porque una vez enviada ya se no se puede controlar qué se hace con ella. Desgraciadamente muchas veces esas imágenes acaban siendo difundidas por todo el centro, lo que genera en la víctima una humillación pública enorme con als consecuencias emocionales que conlleva”, afirma esta experta. Otra forma de ciberacoso es la sextorsión. Una persona que ha recibido esas imágenes las guarda y se pone en contacto con la víctima para chantajearla y amenaza con publicarlas.
Cómo apoyar al niño o niña que sufre ciberacoso
Itziar, voluntaria en Cruz Roja Juventud en Euskadi y conductora de este #CruzRojaConecta, explica el protocolo con que cuenta CRJ en espacios de educación no formal donde desarrollan su actividad para apoyar a la persona que sufre ciberacoso: “Nuestro acercamientos siempre debe ser desde la escucha, intentado priorizar y escuchar las decisiones y emociones de la personas acosada. Es importarte escuchar sin juzgar y hacer preguntas tipo “¿qué puedo hacer por ti? ¿qué necesitas”. También hay que reforzar la autoestima de la personas reconociendo sus capacidades y habilidades y agradecerle haber pedido ayuda”.
Durante el encuentro se trató también cual es procedimiento de denuncia ante la Policía Nacional cuando se detecta ese tipo de acoso y se hizo especial hincapie en la educación digital que tiene que darse en el hogar. “Es esencial que los padres, madres o progenitores valoren si el niño o niña tiene la edad y sobre todo la madurez para utilizar ese dispositivo de manera autónoma”, apunta Sara. Que la persona esté acostumbrada a manejar internet no quiere decir que lo utilice de manera adecuada y responsable. La clave está en los padres, madres o educadores en casa, como apunta la policía, que deben responsabilizarse de cómo se debe usar ese dispositivo. Por último, se habló mucho de la importancia de prevenir este tipo de conductas para evitar que surja el problema, y de cómo el centro escolar también puede hacer mucho en ese sentido.
Si conoces a alguien que esté sufriendo acoso escolar, puedes contactar con la Policía Nacional puedes contactar a través del correo seguridadescolar@policia.es
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