Los datos son escalofriantes. Según las Naciones Unidas, 18 millones de personas padecen hambre en Sudán. De ellas, casi 5 millones se encuentran en situación de emergencia de hambre. Es decir, en la fase previa a la declaración de hambruna o fase 5, según la herramienta que mide a nivel mundial la inseguridad alimentaria. Esta desnutrición grave afectará a alrededor de cuatro millones de niños y niñas este año, según cálculos de Unicef, una cifra que está superando las peores previsiones.  El país vive, además, la mayor crisis de desplazados internos del mundo con 10,7 millones de sudaneses y sudanesas que se han visto obligados a abandonar sus hogares.  El conflicto que enfrenta al Ejército nacional y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) desde el 15 de abril de 2023 ha agravado todavía más la situación de un país ya de por sí debilitado y que venía arrastrando en los últimos años crisis sucesivas. 

En un contexto en el que aproximadamente la mitad de la población del país (25 millones de personas) se enfrenta a la escasez de agua, comida y medicamentos, Cruz Roja Española continúa dando respuesta a algunas de sus necesidades más inmediatas. La organización humanitaria lleva trabajando en el país desde 1998. “Cruz Roja Española comenzó a ejecutar proyectos con la Media Luna Roja Sudanesa (MLRS) en 1998, mediante siete envíos aéreos de alimentos y artículos de primera necesidad desde España y Kenia, en colaboración con el Comité Internacional de Cruz Roja (CICR). Desde entonces, y hasta hoy día, Cruz Roja Española y la Media Luna Roja Sudanesa han ejecutado juntas más de 40 proyectos de Emergencia humanitaria o de Desarrollo”, explica Cristina Gómez, Responsable de la Unidad de MENA/Cuerno de África y Europa en Cruz Roja Española.

Aunque no es la única Cruz Roja que se quedó en el país, sí que es la que más tiempo lleva trabajando en Sudán de forma permanente. Hoy, en medio de la escalada del conflicto, Cruz Roja Española continúa trabajando en Sudán a pesar de la situación tan complicada que vive el país, junto a otros miembros del Movimiento Internacional de Cruz Roja y la Media Luna roja. Durante estos 25 años, Cruz Roja Española ha destacado, sobre todo, en proyectos relacionados con los medios de vida, es decir, la actividad que se realiza para obtener los recursos necesarios para vivir.  Cruz Roja Española alberga el Centro de Recursos de Medios de Vida (CRMV) en nombre de la IFRC y sus miembros. Su función principal es apoyar al fortalecimiento de capacidades y divulgar las mejores prácticas entre las Sociedades Nacionales de la Federación cuando se dan situaciones de crisis que afectan a los medios de vida. 

El papel de Cruz Roja Española en Sudán

Cruz Roja Española mantiene una delegación permanente en Sudán desde 1998, trabajando siempre sus intervenciones en coordinación directa con la Media Luna Roja Sudanesa. Los principales sectores de intervención en Sudán a lo largo de todos estos años han sido Medios de Vida, Agua y Saneamiento, Nutrición, Salud y Reducción del Riesgo a Desastres. 

Cruz Roja Española ha contado con financiación de distintas entidades nacionales e internacionales, como la Unión Europea, Dirección General de Protección Civil y Operaciones de Ayuda Humanitaria Europeas (ECHO),la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo, distintos Ayuntamientos y Diputaciones españolas o fondos propios de CRE.

En la actualidad, Cruz Roja Española está desarrollando varias intervenciones junto a la Media Luna Roja Sudanesa para hacer frente a los desafíos creados por el conflicto, y poder dar apoyo a las enormes necesidades de la población sudanesa. Los enfrentamientos en la capital empujaron a la Media Luna Roja Sudanesa a abandonar su sede central en Jartum, reubicando su centro operativo en Port Sudán. En varias sedes a lo largo del país, la Media Luna Roja Sudanesa ha sido víctima del expolio y los saqueos generalizados por parte de grupos armados. A pesar de todo, los trabajadores y voluntarios continúan activos en los 18 estados de Sudán, trabajando bajo la presión y la inseguridad generadas por la violencia.

Cruz Roja Española mantiene una delegación permanente en Sudán desde 1998

Los proyectos de Cruz Roja Española en Sudán se basan por un lado en una respuesta de Ayuda Humanitaria inmediata centrada en: Salud, a través de clínicas móviles, equipos médicos, suministros y medicamentos, mejorar las vías de derivación a otros servicios disponibles en función de las necesidades de la población, apoyo psicosocial y distribución de kits de higiene y gestión segura del agua, kits de gestión segura del agua, distribución de artículos básicos de primera necesidad para personas desplazadas internos alojados en centros de alojamiento, y entrega de ayuda en efectivo para que las familias puedan hacer frente a la grave inseguridad alimentaria con la compra de productos alimentarios o insumos para la producción de alimentos en los mercados locales.

 Por otro lado, Cruz Roja Española, en consorcio con cuatro socios del Movimiento en Sudán de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, entre los que se encuentran la Sociedad de la Media Luna Roja Sudanesa (SRCS), la Cruz Roja Holandesa (NLRC), la Cruz Roja Danesa (DRC) y la Cruz Roja Sueca (SRC), inicia una intervención a medio y largo plazo para mejorar la seguridad alimentaria y la resiliencia de las comunidades rurales de varios Estados en el norte de Sudán con el apoyo del Centro de Medios de Vida. “La escasez de alimentos provocada por el conflicto ha dejado a 20,3 millones de personas (42% de la población) en situación de inseguridad alimentaria aguda. La crisis económica preexistente, los desplazamientos prolongados y los efectos del cambio climático (inundaciones, sequías) que causan la pérdida de los recursos de subsistencia, combinados con la reducción de la producción nacional de alimentos y la desorganización de los mercados locales, gravemente desabastecidos, están empujando a las familias desplazadas y de acogida a una situación de extrema vulnerabilidad alimentaria” explica Cristina Gómez, Responsable de la Unidad de MENA/Cuerno de África y Europa en Cruz Roja Española.

Cruz Roja Española cuenta con una persona expatriada trabajando en Sudán. La base actual de la delegación está en Nairobi, ya que al estallar el conflicto, el personal humanitario tuvo que abandonar el país. No obstante, la entrada de personal expatriado ya se permite y Cruz Roja Española está en proceso de cambiar la base hacia Port Sudán (noreste del país) y reforzar la delegación enviando más personal que coordine las intervenciones con la MLRS.

Ayudando a fortalecer a la Media Luna Roja Sudanesa

Cruz Roja Española trabaja también en el fortalecimiento de la Media Luna Roja Sudanesa. ”Todas las intervenciones de Cruz Roja Española incluyen un componente de formación para el personal de la media Luna Roja Sudanesa y personas voluntarias. A través del Centro de Medios de Vida, Cruz Roja Española ha llevado a cabo formaciones específicas, desde la organización de grupos de ahorro a la adaptación de los cultivos al cambio climático. Es vital poder asegurar la continuidad a medio y largo plazo de estas intervenciones” comenta Cristina. 

Días después de la grave escalada de violencia el pasado 15 de abril en Sudán, Cruz Roja Española fue una de las primeras Sociedades Nacionales en responder para dar respuesta a la grave crisis humanitaria, apoyando el plan de respuesta urgente de la Media Luna Roja Sudanesa (MLRS) y con el envío de artículos no alimentarios de primera necesidad (NFI) solicitados por la MLRS (bidones de agua, mantas, esterillas, sets de cocina y redes mosquiteras entre otros) y apoyando el despliegue de un delegado experto logístico de la FICR durante tres meses. “Fuimos la primera Sociedad Nacional en apoyar financieramente la respuesta de la MLRS, la rapidez en poder dar asistencia humanitaria a las personas más afectadas por el conflicto fue clave” comenta Cristina... También fuimos de los primeros en enviar artículos básicos.

Uno de cada 8 desplazados internos en el mundo es sudanés

Según datos de la ONU, más de 10,7 millones de personas se han visto obligadas abandonar su hogar en Sudán desde que comenzara el conflicto el 15 de abril de 2023.  De esos desplazamientos, nueve millones han sido dentro del país, de acuerdo con datos difundidos por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Es la mayor crisis de desplazamiento interno del mundo.  De estos 10 millones, 1,7 millón han escapado de la violencia rumbo a países vecinos. Chad, Sudán del Sur y Egipto son los principales países que los han acogido. Esto ha aumentado las necesidades humanitarias en una región que ya estaba padeciendo una profunda crisis. "En este momento, una de cada ocho personas desplazadas internamente en el mundo está en Sudán”, afirmó Amy Pope, Directora General de la OIM el pasado mes de enero.

Por todo el país el conflicto ha comprometido el día a día de la población civil, así como la labor de las organizaciones humanitarias, como Cruz Roja Española. En primer lugar, hay una falta de acceso seguro y continuado a gran parte del territorio debido a los impedimentos burocráticos y la inseguridad. Desde la escalada del conflicto, 21 trabajadores humanitarios han muerto y más de 200 han resultado heridos. El pasado 6 de marzo , el Gobierno de Sudán anunció la apertura de nuevas rutas aéreas y terrestres ante la llamada de las organizaciones humanitarias a facilitar el acceso urgente a la población atrapada en zonas como Jartum, Kordofán o Darfur. Sin embargo, a menudo no se cumplen las garantías y medidas de desescalada necesarias para asegurar las vías de acceso. 

Por otro lado, gran parte del sistema bancario está fuera de servicio. Los grupos armados atacaron y saquearon varias sedes y sucursales bancarias en Jartum, entre ellas el Banco Central de Sudán. Algunos bancos han conseguido reanudar sus operaciones trasladando sus sistemas fuera de Jartum, pero han limitado sus operaciones debido a las bajas reservas de efectivo. La población ha perdido sus ahorros y, en el mejor de los casos, tiene que hacer cola durante días para poder entrar en los bancos y retirar su dinero.

Finalmente, los ataques a la infraestructura de telecomunicaciones han causado constantes cortes de Internet y telefonía que han afectado las comunicaciones y paralizado el sistema bancario durante largos períodos, con el consecuente impacto para millones de familias desplazadas a lo largo de Sudán, así como para las organizaciones humanitarias que han visto su alcance y la capacidad de asistir limitados por la falta de conectividad. 

“Los próximos meses son de extrema preocupación en Sudán, mientras todos los intentos de negociar un alto el fuego fracasan, continúa el deterioro de los servicios y la amenaza de hambruna en gran parte del país, empujando cada vez más personas a una situación de emergencia” concluye Cristina.