Hoy en día, la enfermedad cardiovascular se considera la primera causa de muerte en todo el mundo. Cada año fallecen 17,9 millones de personas a causa de esta enfermedad, y se prevé que la cifra ascienda a 23 millones en el año 2030. Son datos que pone de relieve la Fundación Española del Corazón en días como este pasado 29 de septiembre, Día Mundial del Corazón, fecha en la que se presta especial atención a la importancia de cuidar nuestra salud cardiovascular. 

Se habla a menudo de la importancia del corazón, pero a veces no sabemos todo lo que entraña este órgano tan vital para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo. El corazón es el encargado de bombear sangre por todo nuestro organismo. Las millones de células que componen nuestro cuerpo necesitan oxígeno y sustancias que le proporcionen energía como el azúcar y las proteínas; esas sustancias están en la sangre y el aparato cardiocirculatorio es el responsable de distribuirlas a través de las arterias y las venas.

Así lo reitera Ignacio Fernández Lozano, presidente electo de la Sociedad Española de Cardiología: “El corazón distribuye a través de la sangre el oxígeno y los nutrientes para todas las células del cuerpo. Si se para, morimos en pocos minutos. Además, no descansa nunca, está trabajando de día y de noche desde el nacimiento hasta nuestra muerte. Por ello es tan importante cuidarlo, nos tiene que durar toda nuestra vida y es imprescindible mantenerlo en el mejor estado posible”.

Ariadna, una app para salvar vidas

Ariadna, un mapa colaborativo de desfibriladores, tiene mucho que ver con cuidar de nuestro corazón. Los desfibriladores, cabe recordar, son clave en caso de parada cardiorrespiratoria, por lo que tener localizado el más cercano resulta esencial en caso de que nos enfrentemos a esta situación. Esta aplicación, de carácter gratuito e impulsada por la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y Cruz Roja, permite que cualquier persona pueda contribuir a actualizar el registro de desfibriladores en España con el objetivo de que cada vez sean más accesibles para todo el mundo.

Juan Pablo es un convencido colaborador de la aplicación desde que arrancó en 2018. “Me pareció muy interesante porque nos ayuda a ayudar a otras personas geolocalizando esos desfibriladores y, en caso de una parada cardiaca, pudiendo activar la cadena de supervivencia”, comenta. Por ese motivo, Juan Pablo suele divulgar sobre Ariadna y enseña sobre su funcionamiento a familiares y personas allegadas.

"Podemos ir dando de alta desfibriladores y hacer que la app aumente"

“Gracias a todas las personas que la componen podemos ir dando de alta desfibriladores y hacer que la app aumente. Yo he dado de alta 58 equipos nuevos, y he confirmado otros 66 que otras personas usuarias han dado de alta también”, menciona Juan Pablo, que aunque nunca ha tenido la necesidad de usar la app, tiene muy presente que “en caso necesario, sí la utilizaría”.

“En el 50% de los casos de parada cardiaca se encuentra un ritmo desfibrilable (fibrilación ventricular o taquicardia ventricular). Un desfibrilador puede parar esta arritmia, restaurar el ritmo normal y devolver la vida, especialmente si se emplea en los primeros minutos junto con las técnicas de reanimación cardiopulmonar”, menciona, por otro lado, el doctor Ignacio Fernández Lozano,  también coordinador de la app Ariadna.

En cuanto al uso de desfibriladores, aunque lo recomendable es tener unos conocimientos básicos, “los dispositivos que encontramos en la vía pública son muy fáciles de usar, tienen instrucciones sencillas y muchos de ellos nos explican con una locución lo que debemos hacer”, incide el doctor Lozano. Por ello, “está demostrado que pueden ser empleados con éxito por personas que nunca han utilizado uno”.

Primeros auxilios: el conocimiento que lo cambia todo

El pasado 14 de septiembre se celebró el Día Mundial de los Primeros Auxilios, ese conjunto de actuaciones y técnicas que pueden suponer la diferencia entre la vida y la muerte de una persona, y que tan relacionadas están, por ejemplo, con conceptos como el de la parada cardiorrespiratoria. Pepe Santos, formador en primeros auxilios en Cruz Roja en Majadahonda (Madrid), lleva décadas trabajando en esta área, y constata la importancia de saber sobre primeros auxilios.

“Una situación de emergencia que requiera de unos conocimientos de primeros auxilios te puede pasar en cualquier momento”, expresa Pepe. “Por eso, considero muy importante saber qué es lo que tienes que hacer en un primer momento, para luego poder llevar una intervención lo más elaborada posible hasta la llegada de los servicios de emergencia. Esos primeros momentos son vitales, y es muy necesario que sepas tanto lo que tienes que hacer como lo que no tienes que hacer. Y que además, que tengas esa seguridad a la hora de enfrentarte a un tipo de incidente de cualquier tipo”, añade.

Proyecto PIA, cuando la infancia tiene mucho que aportar

A todo lo anterior se suma el Proyecto PIA. Cruz Roja es una de las organizaciones que participa en esta iniciativa que lleva por nombre ‘Prevención en Acción’ (PIA, en sus siglas en inglés). Este proyecto persigue formar en primeros auxilios básicos a 13.490 niñas, niños y jóvenes de entre 10 y 18 años de edad (7.115 entre los 10 y 15 años y 6.375 entre los 15 y los 18 años). La formación, que se pondrá en marcha en cinco países de la Unión Europea, concluirá a finales de 2025 y se orientará a que niños, niñas y jóvenes sepan cómo reaccionar si alguien en su entorno sufre un paro cardíaco y conozcan las técnicas básicas de reanimación cardiopulmonar (RCP).

El proyecto PIA se desarrollará en concreto en Madrid, Barcelona y Andalucía en el marco de sus respectivos sistemas sanitarios y sociales y concretamente en las comunidades educativas en que estudian los menores que se formarán en primeros auxilios (PPAA),  gracias a más de un centenar de personas entre técnicas y voluntarias de Cruz Roja. Muchos de los niños, las niñas y jóvenes que aprenderán sobre esta prevención primaria están vinculados a proyectos de Cruz Roja Juventud, como es el caso de ‘Promoción del Éxito Escolar’, en los que ya se trabaja en la importancia de los hábitos saludables como una parte importante del desarrollo de los menores de edad, fomentando su pensamiento crítico y su autonomía personal.

Además, PIA pondrá en marcha un conjunto de acciones para reducir la mortalidad por enfermedades cardiovasculares, la diabetes y los factores de riesgo vinculados al estilo de vida (Enfermedades No Transmisibles, ENT), con especial atención a la muerte prematura, promocionando acciones educativas que reduzcan esos riesgos (alimentación saludable, deporte, reduciendo el consumo de alcohol o tabaco); formando al alumnado y profesorado en reanimación cardiorrespiratoria; creando contenidos educativos fácilmente accesibles y capacitando en la identificación precoz de las ENT.