La búsqueda de empleo, formarse y mejorar habilidades para la inserción en el mercado laboral son cuestiones vitales con tal de que muchas personas jóvenes encuentren su sitio en la sociedad. Factores como la falta de motivación o la pérdida de interés, acaban por traducirse en el abandono de la búsqueda de trabajo. 

Para hacer frente a esta realidad y mejorar las habilidades de inserción en el mercado laboral, Cruz Roja, junto a los fondos del Mecanismo de Recuperación, Transformación y Resiliencia, ha implementado un proyecto creado por el Servicio Público de Empleo Estatal, centrado en la inserción laboral de jóvenes a través de la adquisición de experiencia, desarrollando un programa mixto de empleo y formación, y logrando la competencia profesional a través de los contratos de formación en alternancia con el empleo.

Inserción laboral a través de la adquisición de experiencia

TándEM se está llevando a cabo a nivel estatal en 12 provincias en las que se desarrollan 4 proyectos de formación destinados a jóvenes de 16 a 29 años. Los proyectos son:

• Atención sociosanitaria para personas dependientes en instituciones sociales a desarrollar en Cáceres y Salamanca.
• Dinamización de actividades de tiempo libre educativo infantil y juvenil en: Madrid, Sevilla, Málaga, Murcia y Zaragoza.
• Agente multicanal de servicios en: Madrid, Sevilla, Badajoz, Barcelona y Alicante.
• Grabación de datos y apoyo administrativo desarrollado en Zaragoza y Navarra.

Uno de esos escenarios es la Comunidad de Madrid donde, tanto en las Asambleas de Cruz Roja de Alcorcón como de Majadahonda, se llevan a cabo las formaciones de Monitor/a de tiempo libre y apoyo social y Agente Multicanal de servicios, respectivamente.

Miryam Lorenzo Naranjo, coordinadora del programa TándEM en Alcorcón, explica en primer término la diferencia de este proyecto en cuanto a la oportunidad para formar a los y las jóvenes a la hora de acceder al mundo profesional. Uno de los motivos principales, tal y como destaca, es la intensidad del mismo. “Iniciamos este proceso trabajando con un grupo de 15 personas participantes, con las que en todo momento estábamos únicamente las tres profesionales contratadas de Cruz Roja. Eso se traduce en un alto nivel de intensidad ya que han tenido tres meses de formaciones de siete horas al día, cinco días a la semana. Estamos hablando de perfiles con abandono de diferentes formaciones o no continuación, esto ha sido la consecución de que hayan vuelto a la exigencia. Esta vuelta ha despertado en muchos de los usuarios y usuarias la inquietud de retomar los estudios en la educación formal”, detalla. 

"Hay que dedicar muchas horas de escucha y acompañamiento"

Los y las participantes comparten juntos 12 meses de proyecto, que se amplían en dos meses más para la orientación y la prospección de aquellos alumnos y alumnas que lo necesiten. Esto se traduce en la creación de ciertos vínculos emocionales que les ayuda en su desarrollo personal. Miryam Lorenzo lo afirma cuando habla de la importancia de, por ejemplo, identificar a las personas líder del grupo para que el resto pueda apoyarse en ellas y a la vez identificar las dificultades para trabajarlas en el aula. “Lo demuestran cuando hay alguna incidencia, se ayudan al momento para resolver todas las dudas que puedan surgirles. En nuestro caso, trabajan con niños y niñas y muchas veces tienen que crear actividades para desarrollar luego en el aula. El propio alumnado ha desarrollado un repositorio común, para que cuando alguien crea una actividad el resto del grupo tenga acceso y puedan replicarla en sus centros. Están constantemente ayudándose” explica la coordinadora de TándEM en Alcorcón.

También remarca en este aspecto la importancia de crear una relación horizontal entre alumnado y formadores y formadoras, y lo indispensable del trabajo en el aula, donde señala “hay que dedicar muchas horas de escucha y acompañamiento”.

El proyecto TándEM tiene una duración de un año, más dos meses de acompañamiento, y se compone de 3 meses dedicados exclusivamente a formación, tras los cuales se obtiene un certificado de profesionalidad, y 9 meses en los que alumnas y alumnos son contratados por Cruz Roja bajo la fórmula de contratos de formación en alternancia con el empleo, que tiene por objeto compatibilizar trabajo y formación.

Los y las participantes comparten juntos 12 meses de proyecto, que se amplían en dos meses más de orientación 

Sara, es una de las alumnas de TándEM en la Asamblea de Alcorcón, y explica ilusionada que para ella el trabajo social es una parte fundamental en la sociedad. Afirma que le atrajo la idea de poder formarse para ser Monitora de tiempo libre y apoyo social y la importancia de las habilidades sociales que un proyecto así conlleva. ”Lo primero es saber reconocer cuáles son tus habilidades sociales para poder ponerlas en práctica. Las habilidades sociales son muy importantes porque vas a comunicarte con personas en estado de vulnerabilidad y hay que tener mucho tacto”, explica. Todavía quedan meses de formación, pero afirma haber ganado ya muchas cosas. “Personalmente me llevo un crecimiento profesional y emocional muy grande”, concluye.

El discurso de Sara coincide con el de su compañera Esperanza, misma ilusión y ganas de un futuro laboral esperanzador. Ella llegó hasta TándEM porque un amigo le habló del proyecto y cuando supo que existía la opción de formarse como Monitora de tiempo libre y apoyo social, no se lo pensó dos veces. “Me veo muy contenta, he aprendido un montón. He evolucionado muchísimo desde que entré hasta ahora. Me veo preparada para, por ejemplo, enfrentarme a una entrevista de trabajo o para preparar mi currículum. En general estoy motivada para afrontar mi futuro laboral”. 

"Personalmente me llevo un crecimiento profesional y emocional muy grande"

Sin todavía salir de la Comunidad de Madrid, desde Majadahonda, el alumnado de TándEM se prepara para ser futuros operadores y operadoras de Agente Multicanal de Servicios y Atención a Personas. Idir Boundaoui, coordinador del proyecto, también señala la importancia de no sólo aprender la formación habilitante para ejercer un trabajo, sino también acompañar el proceso con modelos formativos de aspectos personales. “Es un alumnado que llega en general con muchísimas dificultades familiares, que no había tenido un trabajo medianamente digno, y que siempre habían trabajado en sectores muy vulnerables con abandono escolar temprano. Han perdido los hábitos saludables para poder crecer. Nosotros les ofrecemos aprender haciendo, es decir, al igual que se hacía en las Escuelas Taller; mientras me estoy formando, estoy trabajando. La combinación entre lo teórico y lo práctico motiva a seguir aprendiendo”, explica Idir. 

En el caso de Majadahonda el objetivo es que aprendan todo el proceso dentro de un servicio de teleasistencia. Es decir, que aprendan todo tipo de protocolos, desde el que se lleva a cabo con las víctimas de violencia de género, con personas mayores, hasta llamadas de atención a la ciudadanía. “Por último, también hacemos una evaluación de la evolución, ya que hay personas que evolucionan mucho más rápido que otras. A las que se quedan medianamente atrás, los acompañamos para que no pierdan el ritmo del grupo. Ante cualquier dificultad que pueda surgir durante el desarrollo de las tareas, intervenimos para ponerle solución” concluye Idir. 

TándEM se lleva a cabo en 12 provincias en las que se desarrollan 4 proyectos de formación destinados a jóvenes de 16 a 29 años

Desirée tuvo claro que no podía desaprovechar la oportunidad de formarse como Agente Multicanal de Servicios y Atención a Personas, a pesar de que entró en la formación más tarde de lo normal, “no entré en diciembre como el resto del grupo, sino que empecé en enero. En aquel momento estudiaba Bachillerato y lo dejé porque no me fue bien”. Como la mayoría del resto de sus compañeros y compañeras, también es su primera experiencia de trabajo aunque cada día se siente más preparada para enfrentarse al mercado laboral. “Cuando entré, era nueva en este mundo y con el tiempo y las tutorías te preparan mucho en lo laboral y también en lo personal. En mi caso, no tenía ni idea de cómo afrontar una entrevista de trabajo o desenvolverme con cualquier tipo de competencias porque directamente no tenía”, detalla Desirée. Satisfecha con su evolución personal y por el buen ambiente que se ha generado en el grupo, augura un buen futuro laboral y aunque no puede comparar Cruz Roja con otra organización, ya que es su primera experiencia, sabe que si se queda ‘sería muy feliz’, porque además “podría compaginar el trabajo con los estudios”. 

Búsqueda de empleo, formarse y mejorar habilidades

Mejorar la cualificación y empleabilidad de los y las jóvenes en Salamanca a través de la formación en alternancia con el empleo, también es el objetivo del proyecto TándEM. En este caso, el proyecto desarrollado por Cruz Roja, se orienta en esta provincia a la atención sociosanitaria a personas dependientes.

Un total de 15 jóvenes desempleados de 18 a 29 años cursan el Certificado Profesional de Atención Sociosanitaria a Personas Dependientes en Instituciones Sociales que se desarrolla desde enero y durante un año en el Centro de Formación de Cruz Roja en Salamanca. Los tres primeros meses se centraron en contenidos teóricos, y actualmente y hasta diciembre, el alumnado continúa con la formación que alternan con un empleo en diversos centros y residencias de personas dependientes en Salamanca con contrato e ingresos económicos. El proyecto concluirá en marzo de 2024 tras la orientación y acompañamiento laboral a los jóvenes para el acceso y mantenimiento en el empleo.

Gestionar, responder y facilitar oportunidades 

Desde Murcia también siguen trabajando para responder al doble reto que supone TándEM: capacitar a las personas jóvenes no cualificadas y su práctica laboral, abriendo verdaderos horizontes a un proyecto de vida estable. Todos ellos y ellas se forman cada día en el proyecto de Dinamización de actividades de tiempo libre educativo infantil y juvenil. Su coordinadora, Leticia Angosto, subraya de nuevo la importancia de la innovación a la hora de crear programas de inserción laboral para los más jóvenes. “Podemos hablar del emprendimiento social, porque la innovación puede fomentar el espíritu emprendedor en los jóvenes, animándolos a desarrollar sus propios proyectos y negocios. En el caso de Murcia, podemos decir que desde TándEM lo aplicamos incorporando las tecnologías digitales en la formación capacitando a los jóvenes, para ayudarles a adquirir habilidades relevantes para el mundo laboral actual y del futuro. También fomentando la formación de sostenibilidad ambiental con el objetivo de crear empleo verde y trabajar los objetivos de desarrollo sostenible”.

“La finalidad del proyecto desde su planteamiento era crear una formación que cubriera necesidades reales de Cruz Roja, en cada uno de los territorios. En el caso de Murcia de monitores y monitoras de ocio y tiempo libre que estén cualificados y cualificadas”, apunta Leticia. “Cabe destacar que las personas participantes que no queden contratadas al finalizar el proyecto, por una parte, tienen dos meses más de orientación laboral para su inserción como monitores, y por otra, optarán a las ofertas de Cruz Roja que se vayan presentando con posterioridad y que estén relacionadas con la formación adquirida”, puntualiza. 

"La innovación puede fomentar el espíritu emprendedor en los jóvenes"

Lucía, alumna de Leticia, sabe de la importancia del desarrollo de las habilidades sociales dentro de este proyecto. “Es fundamental, que las personas que estamos dentro de este proyecto, sepamos llevar a cabo una buena gestión emocional y saber comunicarnos de manera asertiva, tener una gran resolución de problemas. También es importante ser creativo y poder encontrar soluciones ante cualquier obstáculo”, apunta. Ella tampoco se lo pensó dos veces en cuanto tuvo la oportunidad de formar parte de TándEM en Murcia, a pesar de que acaba de terminar los estudios de Relaciones Internacionales, aparentemente una carrera nada vinculada. “Nunca pensé que acabaría formándome como monitora de tiempo libre y apoyo social, puesto que vengo de estudiar una carrera que no tiene nada que ver con este puesto. Pero como dicen, ‘el saber no ocupa lugar’ y uno tiene que continuar formándose y ganar experiencias en múltiples disciplinas”, indica.

Experiencias diferentes, innovadoras, participativas y emocionales. Pero sobre todo, TándEM se presenta como una experiencia enriquecedora.