Imagina que un día estás en el baño de casa. Sacas una toallita higiénica y, cuando acabas de darle uso, no lo piensas: la arrojas directamente al inodoro. Después, tiras de la cadena, sales del cuarto y no dedicas ni un segundo más en meditar lo que acabas de hacer. Esta situación, que tan cotidiana nos puede parecer, es más importante de lo que podríamos llegar a pensar. Porque en este gesto, como en tantos otros, se esconde un compromiso y una responsabilidad.

Las toallitas higiénicas que se arrojan al WC y la ropa sintética, al ser lavada en lavadora, son dos de los principales causantes de que los microplásticos (fragmentos de plástico de hasta 5 milímetros) campen a su antojo en la naturaleza. Es solo uno de los resultados que se puede extraer de un informe elaborado por Cruz Roja Española, la asociación Hombre y Territorio, y el Proyecto Libera en el que se ha realizado el muestreo, análisis y seguimiento de microplásticos en ríos y zonas costeras.

Los microplásticos son un problema acuciante en un contexto donde la lucha contra el cambio climático también es urgente, tal y como se recuerda en estas fechas. El 24 de octubre se celebra el Día Internacional contra el Cambio Climático, considerado hoy en día como una de las cinco presiones principales que impulsan, a su vez, la pérdida de la biodiversidad junto con la pérdida de hábitats, la sobreexplotación, la contaminación y las especies exóticas invasoras.

“La biodiversidad, en general, está sufriendo mucho. Lo que pasa es que las consecuencias de perder especies o riqueza biológica tardan en verse. O no es tan directa la pérdida. La pandemia nos sirve de ejemplo. Una naturaleza rica en especies, entre otras cosas, actúa de filtro y de amortiguación a los saltos zoonóticos, saltos de agentes infecciosos entre una especie y otra. Cuando faltan especies, cuando se simplifican los ecosistemas, el ser humano está más expuesto directamente a bacterias y virus que, en un momento determinado, de pronto, pueden ser compatibles con nuestra fisiología. Y ya la hemos fastidiado”, reflexionaba Fernando Valladares en una entrevista en AHORA.

Para mitigar los efectos que el cambio climático está ejerciendo sobre la biodiversidad, entre el 21 de octubre y el 1 de noviembre de 2024 se ha iniciado en Cali (Colombia) la 16ª edición de la Cumbre de Biodiversidad más importante del mundo, conocida como COP16. En este espacio de discusión funciona como una hoja de ruta para que los 196 países que forman parte del Convenio traten de poner encima de la mesa asuntos relacionados con la conservación de la diversidad biológica y tomen acciones con el objetivo final de detener y revertir la pérdida de biodiversidad para 2030. La IFRC participará y abogará por la integración de estrategias de conservación de la biodiversidad y acción climática en la respuesta a desastres y planes de desarrollo sostenible.

¿Cómo acaba un microplástico en plena naturaleza?

Pero volvamos a los microplásticos, esos intrusos de nuestro entorno que tan desapercibidos pasan. Pensemos en la misma toallita higiénica de la que hablábamos al principio. Tras viajar por la tubería de casa acabará en una red de alcantarillado, una fosa séptica o una depuradora. Aunque las aguas residuales se traten para que, cuando se viertan de nuevo al río o mar no tengan elementos nocivos, los microplásticos, debido a su tamaño, son muy difíciles de evitar, y a menudo acabarán en estos entornos sin que nos demos cuenta. El mero hecho de tirar una toallita higiénica al váter fomentará, por tanto, esta dramática situación.

Una vez un microplástico llega a la naturaleza, las consecuencias son todavía más desastrosas. Cuando se encuentra al aire libre, la radiación solar, entre otros factores, favorece todavía más su descomposición, y propiciará que acabe permeando hábitats como los océanos. Toda la basura del río acaba en el mar; de hecho, se estima que el 80% de la basura que llega a los mares lo hace desde la tierra y a través de los ríos siguiendo el ciclo que hemos expuesto.

Todo esto entraña un grave riesgo. Los microplásticos pueden persistir en los ecosistemas acuáticos durante mucho tiempo, y afectar tanto a la vida marina como a las aves. Además de la descomposición de plásticos grandes, otros asuntos que preocupan son la abrasión de neumáticos y la liberación directa de productos de cuidado personal, otros residuos que suelen acabar en la naturaleza, y que también suponen un peligro para nuestros mares y océanos.

Los seres humanos no podemos escapar de esta problemática. Los microplásticos entran en la cadena alimentaria a través de los peces y mariscos que consumimos, lo que a su vez puede causar problemas de salud para las personas como la absorción de toxinas o productos químicos dañinos. Por tanto, es crucial promover la conciencia sobre este problema y tomar medidas que reduzcan la contaminación por plásticos y mitiguen sus efectos en el medio ambiente y la salud pública.

Muestras, análisis, resultados

La metodología utilizada para confeccionar el informe se basa, en primer lugar, en la formación de los equipos de Cruz Roja Española, tanto de personal técnico como voluntariado, que deben conocer al dedillo todos los pasos para garantizar unos buenos resultados. Los kits de muestreo específicos que se realizan en ríos y mares son cruciales, la base sobre la cual trabajar; y también la coordinación para analizarlos posteriormente en el laboratorio. 

Todo ello conduce a los datos que se recogen en el informe anual, y que refleja, tras los muestreos realizados en diferentes puntos durante los años 2021, 2022 y 2023 que el 100% de las muestras recogidas tenían microplásticos. En concreto, la presencia de microplásticos, en especial de fibras y fragmentos, ha sido unánime, algo que subraya la importancia de seguir investigando este problema y buscar soluciones.

En cuanto a las localizaciones de los muestreos, son las mismas año tras año para poder evaluar si la sensibilización de la población es mayor o si el problema disminuye. Por desgracia, los datos recogidos solo evidencian que, por el momento, los microplásticos siguen aumentando. 

Frente a este escenario, Cruz Roja aboga por continuar con sus actuaciones, como las acciones sostenibles para mantener playas y ríos limpios, la recogida de residuos (Basuraleza, junto con LIBERA), las campañas de sensibilización, o la investigación continua para comprender mejor los impactos de los microplásticos y desarrollar soluciones efectivas para reducir su presencia en el medio ambiente.

Abordar el problema de los microplásticos requiere una acción coordinada a nivel global desde la reducción de plásticos de un solo uso hasta el desarrollo de tecnologías de filtrado y limpieza. La lucha contra la contaminación por microplásticos es un esfuerzo en el que debe intervenir todo el mundo para construir un futuro más limpio y saludable.

Desde Cruz Roja, primera Organización Humanitaria en conseguir el sello completo del MITERD (CALCULO, REDUZCO, COMPENSO) durante dos años consecutivos, el 2021 y 2022, se están realizando grandes esfuerzos para mitigar el cambio climático. El objetivo, además, es alcanzar la neutralidad climática en 2050. 

¿Qué hacer para reducir los microplásticos?

• Reducir el uso de plásticos: Podemos disminuir el uso de plásticos de un solo uso, como bolsas, botellas de agua, pajitas, vasos y vajilla (siguiendo la regla de reducir, reutilizar, reciclar y desechar responsablemente) y cambiar nuestros hábitos y productos. Entendamos también que los microplásticos están presentes en productos cotidianos como cremas exfoliantes o pastas de dientes.
• Preferir materiales naturales: Una buena opción es optar por prendas elaboradas con materiales naturales en lugar de telas sintéticas. Recordemos que las prendas sintéticas liberan microplásticos al lavar la ropa. Otra alternativa es instalar un filtro de microplásticos en la lavadora. Poner la lavadora llena, por otro lado, reduce la fricción entre las prendas y por tanto se desprenderán menor cantidad de estos residuos.
• Educar y concienciar a la sociedad: Informar y educar a la sociedad sobre los impactos de los microplásticos es esencial para generar cambios significativos a nivel social y ambiental.
• Busca opciones a granel y utilizar productos ecológicos: Procuremos utilizar cosméticos, jabones o maquillaje de origen natural sin parafinas ni siliconas ni micropartículas. Actualmente hay muchas opciones de jabones sólidos que también evitan el bote de plástico como recipiente. También podemos emplear detergentes ecológicos y esponjas de fibra natural para lavar los platos.