"Ojalá no existieran conflictos que separan y limitan" - Ahora

• Illia tiene 17 años, es ucraniano y junto a su madre llevan en España dos años. Salieron de su país natal sumidos por la incertidumbre y el desconcierto. Ahora, después de la tormenta empiezan a sentir atisbos de calma que huelen a hogar.

Descuelga el teléfono e ilusionado nos recibe el joven Illia. Su voz transmite cercanía, alegría y ganas de comerse el mundo. Y no, no era una simple percepción que llega a través de las ondas, sino que sus palabras lo reafirmaban a medida que avanza la charla. “La llegada fue muy intensa, mi madre y yo desconocíamos todo, no sabíamos qué iba a ser de nosotros, pero todo era cuestión de tiempo”, explica Illia.  

Llegaron a España, concretamente a Madrid, y durante ese transcurso que duraría un par de semanas comenzaría su adaptación y sus primeros pasos junto a Cruz Roja. “Después de este tiempo de aterrizaje en Madrid, con ayuda de Cruz Roja nos mudamos a Toledo, es duro sentir que no estás estable en ningún lugar, pero, por suerte, aquí encontramos nuestro sitio y desde entonces aquí seguimos”, apunta el joven. 

A medida que avanza la conversación, Illia recuerda al personal técnico y al voluntariado que les ayudó en el proceso y con los que mantiene el contacto desde entonces. “Ellos y ellas nos ayudaron con los documentos, a encontrarme un equipo de fútbol, una escuela…nos hemos sentido muy acogidos gracias a Cruz Roja”, se sincera Illia.  

Él ahora está adaptado, ha encontrado buenos amigos y domina el idioma a la perfección. “Yo en Ucrania ya estudiaba español, tenía en mente irme a estudiar fuera”, dice el joven. En estos momentos cursa 2º de bachillerato y tiene las ganas y el objetivo claro de, más adelante, cursar el grado de Arquitectura en Madrid.  

Illia se despide de AHORA con un mensaje esperanzador y sincero. “Si pudiera cambiar algo en el mundo, por nuestra vivencia personal, desearía que no hubieran conflictos como el que hemos vivido que nos separan y rompen como sociedad”.