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Lourdes Reyzábal: "No podemos hablar de convivencia segura y pacífica si no es bajo el respeto absoluto de los derechos humanos"
BEGIRADAK
LOURDES REYZÁBAL
“No podemos hablar de convivencia segura y pacífica si no es bajo el respeto absoluto de los derechos humanos”
LOURDES REYZÁBAL
24/09/2021
IDAZLEA:
ELKARRIZKETAGILEA:
Paula Pons
24/09/2021
IDAZLEA:
ELKARRIZKETAGILEA:
Paula Pons
Presidenta de la Fundación Raíces

Lourdes Reyzábal es presidenta de la Fundación Raíces, una organización solidaria que tiene como objetivo evitar el desamparo y la posible desaparición de los niños y niñas más vulnerables de nuestra sociedad, y el acompañamiento al paso a la vida adulta de los y las jóvenes que cumplen 18 años y no tienen referentes en nuestro país. Con el firme convencimiento de que otro mundo es posible, Reyzábal atesora la carrera de psicología y una voluntad de hierro. Nos habla a continuación sobre la crisis de menores en Ceuta, los prejuicios hacia los Menores No Acompañados en España, y cómo actúa frente a todo ello la Fundación Raíces, que ha sido obsequiada con la Medalla de Oro de Cruz Roja 2020 por su esfuerzo, solidaridad y compromiso social.

¿Cuáles deben ser las garantías que aseguren la protección y bienestar de los niños y niñas que están ahora mismo en Ceuta?

Las garantías deben ser las mismas que para cualquier niño o niña que está sólo y sin la protección de un adulto. Hay que determinar, de manera individualizada, el interés superior de cada niño o niña y para ello hay que escucharles y permitirles que ejerzan su derecho a ser oído conforme a la Convención de Derechos del Niño y a nuestra legislación. Esto significa que todos y cada uno de los niños y niñas deben ser correctamente informados de todo lo que les afecte y escuchados mediante sí mismos o mediante la persona que ellos designen y todo debe hacerse con asistencia letrada, intérprete y personas especializadas en materia de infancia y en identificación de perfiles vulnerables.

¿Quién debe hacerse cargo de proteger a estos menores?

En España, la tutela de los niños y niñas que están en situación de desamparo está encomendada a las Comunidades Autónomas en las que se encuentren, siendo estas las que deben hacerse cargo de manera automática, dándoles la primera acogida y protección que precisen, pudiendo, una vez asumida la tutela, encomendar la guarda de esos niños y niñas a entidades públicas de protección de menores, entidades privadas e incluso a familias de acogida u otras personas físicas, etc., que se encuentren en su mismo territorio o en otras comunidades, pudiendo transferir la tutela a las CCAA donde vayan a residir los niños, si la comunidad de destino lo acepta.

¿Es importante identificar los perfiles vulnerables e individualizar cada caso? 

Es fundamental para poder asegurar la protección adecuada en cada uno de los niños y niñas y para garantizar que cualquier decisión que se adopte y que les afecte, en ningún caso les pueda poner en riesgo o pueda suponer un daño físico o psíquico para ellos y ellas. No se nos puede olvidar que muchos de los niños y niñas que abandonan sus países y llegan solos a España lo hacen huyendo de persecuciones, guerras, conflictos armados o de explotación sexual, laboral, matrimonios forzosos, tratos inhumanos o degradantes, etc.

"ENTRE LOS NIÑOS Y NIÑAS, SU CONDICIÓN DE EXTRANJEROS PRIMA SOBRE SU CONDICIÓN DE INFANCIA EN DESAMPARO"
FotoCita

¿Ha normalizado la sociedad las condiciones inhumanas en las que llegan a España y viven muchos de estos niños y niñas? 

Mi experiencia me dice que no es la sociedad quien lo ha normalizado, entre otras cosas porque la mayoría de estos niños y niñas viven invisibilizados para la mayor parte de la sociedad. Son fundamentalmente nuestras administraciones, sobre todo las que tendrían que velar por estos niños y niñas, las que en general han normalizado eso y en ocasiones las que provocan esas condiciones inhumanas en las que llegan a vivir miles de niños y niñas en nuestro país. 

Es cierto que una gran parte de la sociedad  vive a estos niños y niñas como “Intrusos en nuestra España/Europa Fortaleza”, pero lo que la sociedad no sabe es que son nuestras Leyes de Extranjería y nuestras Políticas Migratorias, las que obligan a estas personas a intentar entrar en nuestro territorio de manera clandestina, arriesgando sus vidas ya sea embarcándose en una patera en el mar , escondidos en los bajos de un camión, saltando las vallas, o como en el caso de muchas niñas, como víctimas de trata que serán explotadas sexualmente en Europa.

En la actualidad, los Menores Extranjeros No Acompañados están sufriendo una enorme estigmatización. ¿A qué se debe que se hayan convertido en el blanco de todas las miradas?

La criminalización que se ha hecho de estos niños y niñas viene causada por el abandono al que han sido sometidos por España desde hace años. El surgimiento de los discursos de odio de hoy es posible por las políticas que llevan años criminalizándoles. Han sido esas políticas las que han dado lugar a todas las vulneraciones de sus derechos por parte de las distintas administraciones que deberían haber protegido especialmente a estos niños y niñas, cuya triple vulnerabilidad por su condición de infancia, de migrantes y de estar solos y solas, se ha convertido, paradójicamente, en la clave para que el Estado haya podido incumplir todos nuestros ordenamientos jurídicos, nacionales e internacionales.

En este sentido, ¿cuáles son los prejuicios más habituales y, sobre todo, con qué argumentos se pueden combatir y desmentir? 

Cuando alguien vive a una persona como “el otro”, como “el intruso” es difícil que se genere empatía y de esa manera ya se parte de un prejuicio.  

Hace años estos niños y niñas eran prácticamente invisibles para la mayor parte de la sociedad, el término “MENA” no es más que un acrónimo que surgió de la definición jurídica que de este colectivo hizo hace años nuestra legislación “Menor Extranjero No Acompañado” para recoger esa triple condición de vulnerabilidad que se debe tener en cuenta para que las distintas leyes le protejan especialmente. Pero tristemente, ha sido el discurso más criminalizador de determinado grupo político el que ha colocado a estos niños y niñas en el punto de mira de una parte de la sociedad. 

Se les ha señalado como extranjeros “ilegales” pero lo que la sociedad no sabe es que según nuestras leyes nacionales e internacionales no puede haber niños y niñas extranjeros que hayan llegados solos a España y que estén en situación irregular y si eso ocurre, que ocurre en infinidad de ocasiones, esa ilegalidad solo puede atribuirse a un mal ejercicio de la tutela por parte de nuestras administraciones. 

Se les ha señalado como “vagos”, “niños de la calle”, “delincuentes” “okupas”,.., pero lo que la sociedad no sabe es que si muchas veces están o incluso viven en los parques y en nuestras calles es porque desde el año 2009, la Fiscalía, a una gran mayoría, les niega su condición de infancia, pues no da validez a los documentos originales expedidos por los países de origen (actas de nacimiento, certificados de inscripción consular, tarjetas consulares e incluso pasaportes biométricos), convirtiéndoles en supuestos adultos, dejados en la calle y sin protegerles pero con documentos que les identifican como menores. Y eso la administración lo hace aplicando un protocolo, contrario a la ley, que permiten que se realicen pruebas que consisten en realización de radiografías y en desnudos integrales, para, en función del vello púbico, la exploración de sus genitales y el tamaño de sus mamas, determinar su edad. 
Y esto ha seguido ocurriendo durante años, a pesar de la ya asentada Jurisprudencia del Tribunal Supremo en esta materia y de las condenas de Naciones Unidas a España por ello.
 
Se les ha señalado como “aprovechados” que vienen a vivir de las ayudas, pero lo que la sociedad no sabe es que estos niños, cuando han sido determinados menores de edad y habiendo estado bajo la tutela de la administración, alcanzan la edad adulta  y el día de su 18  cumpleaños, las comunidades autónomas les dejan en la calle, en el mejor de los casos con una autorización de residencia que no autoriza a trabajar, esto es con 18 años pasan de estar protegidos a tener que enfrentarse a la edad adulta en soledad y con permiso para vivir en España pero sin permiso para trabajar. 

Y así podría seguir desmontando todas y cada una de las etiquetas que tanto están criminalizando a estos niños y niñas, por cierto, entre los “MENAS” hay niñas que han llegado a España para ser explotadas sexualmente en Europa por nuestros ciudadanos europeos. 

A raíz de la pandemia y la crisis sanitaria, ¿se ha agravado la situación de estos menores? 

La pandemia ha hecho que se haya disminuido la llegada de estos niños y niñas y por otro lado, el estado de alarma y la obligación de estar confinados, hizo en un primer momento que el Gobierno, las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos, se tomasen más en serio el problema de sinhogarismo que sufren miles de personas y entre ellos cientos de niños y niñas que han llegado solos a España.  Eso hizo que al principio muchos de ellos tuvieran un techo donde estar y sus necesidades básicas algo más cubiertas, sin embargo cuando se empezó a levantar el estado de alarma pero aún había medidas como el toque de queda, muchos de ellos volvieron a estar en situación de calle expuestos a un elevado riesgo de contagio, a ser sancionados por incumplimiento de las medidas impuestas y con menos posibilidades alcanzar la autonomía al cumplir los 18 años, entre otras cosas por la paralización que ha habido en la administración para temas como el de los trámites de su documentación y por la dificultad de muchos sectores empresariales para ofrecerles una posibilidad de inserción laboral. 

¿Existe diferencia de trato entre los niños y niñas que llegan solos a España y los niños y niñas en situación de vulnerabilidad que no son migrantes?

El trato es absolutamente diferente, en todo lo que les afecta su condición de extranjeros, que por desgracia, prima sobre su condición de infancia en desamparo. La indefensión y discriminación que padecen estos niños, es terrible, hace 15 años se les expulsaba a su país, hoy se les expulsa a la calle de nuestras ciudades, dejándoles en el limbo jurídico más absoluto. Y recientemente todos hemos visto como se les ha empezado a expulsar de nuevo sin ninguna garantía y de manera ilegal. 

Ahora bien, en cuanto a las condiciones en que viven en los centros de menores, la falta de recursos materiales y humanos, las carencias en materia formativa del personal que les atiende, etc. e incluso las situaciones de violencia que en ocasiones viven, unido  a la falta de mecanismos internos y externos de detección, intervención, atención y denuncia, ante posibles casos de violencia en el seno del Sistema de Protección, es algo que viven todos los niños que se encuentran en situación de desamparo en nuestro país y debería hacer que España revisase su sistema de Protección a la Infancia.

La importancia de la Fundación Raíces está más vigente que nunca. ¿Cómo nació  y cómo ha ido evolucionando a lo largo del tiempo? 

Fundación Raíces nació como una entidad que pretendía apoyar a otras asociaciones, personas, o grupos de personas que atendían a niños, niñas, jóvenes y familias en situación de exclusión social, con el firme propósito de intentar mejorar la vida de las personas atendidas.

Pronto descubrimos que en muchas ocasiones era la propia administración la que vulneraba los derechos de las personas que ya se encontraban en situación de vulnerabilidad, siendo esas malas prácticas generadoras de mucho sufrimiento y de una mayor situación de desventaja social que la que ya tenían.  A la vez, detectamos que eran muy pocas las organizaciones que se podían atrever a defender los derechos de esas personas, poniendo en evidencia a la propia administración de la que en muchas ocasiones dependían económicamente, yendo con esa defensa hasta sus últimas consecuencias. Y por último, fuimos identificando que una parte de la sociedad estaba dispuesta a dar respuestas reales a las necesidades de las personas que atendíamos. 

La trayectoria que hemos llevado y el aumento en el número de personas que requieren del apoyo de entidades como la nuestra, ha hecho que, en los últimos 15 años, en Fundación Raíces hayamos dedicado la mayor parte de nuestros esfuerzos a uno de los colectivos que hemos ido identificando como especialmente vulnerable; los niños y niñas que llegan solos a España, los niños y niñas que son separados de sus familias y los jóvenes que se encuentran sin referentes adultos al alcanzar la mayoría de edad, teniéndose que enfrentar al paso a la vida adulta sin apoyos y quedando en situación de exclusión social.  

De todos ellos, de manera especial, hemos atendido a niños y niñas cuyos derechos han sido vulnerados por la Administración Pública (repatriaciones ilegales, negativa a la tramitación de sus permisos de residencia y trabajo, determinación de la edad sin garantías, abandono de niños en la calle, agresiones en los centros de protección, retiradas de tutela injustas a familias por razones de pobreza o exclusión social, etc.).

"MUCHOS DE LOS NIÑOS Y NIÑAS QUE ABANDONAN SUS PAÍSES Y LLEGAN SOLOS A ESPAÑA LO HACEN HUYENDO DE PERSECUCIONES, GUERRAS, CONFLICTOS ARMADOS..."
FotoCita

Desde la Fundación, ¿cómo acompañáis y asesoráis a estos niños, niñas y adolescentes?

Apoyar de manera integral a los niños, niñas, adolescentes, jóvenes y familias que atendemos en Fundación Raíces ha sido siempre nuestra razón de ser y nuestro compromiso con la misión y los valores de nuestra entidad.

Su misión es la atención integral a niños, niñas, adolescentes y jóvenes que padecen exclusión social para conseguir su integración plena en la sociedad y  potenciar en ellos alternativas de una vida digna. 

Nuestra implicación con este sector de la población tiene como objetivo ofrecerles los recursos necesarios para su desarrollo integral como personas sujetas de derechos y lo hacemos a través de tres programas en los que les ofrecemos asistencia y defensa jurídica; acogida y acompañamiento; y apoyo en su inserción sociolaboral.

Además, Fundación Raíces trabaja para promover cambios estructurales en leyes, políticas públicas y prácticas administrativas y busca sensibilizar a la sociedad de los problemas relativos a la infancia y juventud en situación de vulnerabilidad, para suscitar su solidaridad y compromiso.

Con el convencimiento de que España es puerta de entrada al resto de Europa, si España no protege adecuadamente a los niños y niñas que le llegan, ellos intentan buscar un lugar seguro, pero en el camino son muchos los niños y niñas que estamos perdiendo. No podemos hablar de una convivencia segura y pacifica para todos, sino es bajo el respeto absoluto de los derechos humanos.

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