Estudiar después de la formación obligatoria: proyecto PEJ - Ahora
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- El objetivo del Proyecto de Promoción del Éxito con Jóvenes en Educación No Obligatoria (PEJ), se centra en mejorar las competencias profesionales y habilidades sociales para generar nuevas oportunidades. Un programa que Cruz Roja Juventud lleva a cabo en 13 provincias de todo el territorio español
El proyecto Promoción del Éxito con Jóvenes en Educación No Obligatoria (PEJ), atiende a jóvenes de entre 16 y 30 años que quieren continuar con sus estudios una vez han terminado la secundaria obligatoria y se encuentran en riesgo de exclusión social. Un momento delicado, donde muchos y muchas jóvenes sienten que no pueden avanzar en su desarrollo personal y laboral, ya que según la responsable de Juventud de Cruz Roja en Zaragoza, Paola Latorre, existe un vacío. “En Aragón si no has acabado la ESO no puedes acceder a ninguna prueba de acceso. Este vacío provoca que muchos y muchas jóvenes no puedan seguir formándose”, afirma.
Por eso, todos los días de martes a jueves, las personas voluntarias de Cruz Roja Juventud en Zaragoza preparan a estos chicos y chicas para el acceso al grado medio, al grado superior, el acceso a la Universidad o las competencias clave a certificados de profesionalidad de nivel 2. “Ahora mismo el perfil del grupo de Zaragoza son jóvenes de entre 16 a 25 años, más hombres que mujeres, no nacidos en España, aunque llevan muchos años viviendo aquí”, detalla Paola. El proyecto también se realiza en otras 12 provincias.
Una de las acciones del proyecto PEJ es el apoyo en la homologación de títulos, además de la preparación de los diferentes exámenes y pruebas de acceso y la resolución de dudas, pero que no olvida la parte emocional y psicológica con el desarrollo de talleres grupales, algo clave en todo este proceso. “Desde hace tres años a través de PEJ hacemos una intervención interdisciplinar, es decir, le damos una vital importancia al ámbito formativo, pero tenemos muy en cuenta el tema de salud mental y también de salud física”. Además, también imparten orientaciones una vez por semana, en donde los y las asistentes pueden plantearse las diferentes alternativas educativas y salidas laborales que tienen.
"Los usuarios y usuarias han hecho un grupo de socialización buenísimo y eso es muy importante para su desarrollo"
Paola explica que este espacio, que recibe a un grupo por la mañana y a otro por la tarde, no solo es un recurso de estudio, sino que allí se conversa y se ponen en común problemáticas. “También llevamos a cabo talleres de nutrición, de sexualidad, de acoso escolar, de bullying y, en general, de educación emocional. Hay que tener en cuenta que, por el contexto en el que se encuentran, la mayoría de usuarios y usuarias arrastran episodios emocionalmente muy duros”, explica.
En definitiva, se trata de mucho más que un aula donde se imparte clase. Un espacio para aprender y para crear un sentimiento de pertenencia, otro de los aspectos fundamentales del proyecto. “Los usuarios y usuarias han hecho un grupo de socialización buenísimo y eso es muy importante para su desarrollo”, indica Paola.
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