Los efectos de la COVID-19 en la salud mental de niños y niñas - Ahora

• Que la COVID-19 ha tambaleado los cimientos de nuestro mundo no es una sorpresa para nadie. Sin embargo, los efectos de la pandemia no solo han afectado a la población adulta: los niños y las niñas también están acusando sus consecuencias. 

La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (FICR), la mayor organización humanitaria del mundo, lo advierte: los efectos de la pandemia de la COVID-19 pueden ser devastadores entre los niños y niñas, y jóvenes de Europa. Incluso, alertan, pueden afectar a generaciones enteras. 

Son previsiones que se han obtenido después de realizar diversos estudios en los que han participado las Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja de diferentes partes de Europa. Ante esta situación, desde estas organizaciones se ha puesto el foco en hacer frente a la desigualdad y asistir a los niños y niñas que lo requieran. 

Antónia de Barros Mota, jefa de Salud Mental y Apoyo Psicosocial de la FICR de Europa, se ha expresado en esta línea. Así, ha remarcado que la COVID-19 afecta a la salud mental como si de “cicatrices invisibles o heridas ocultas” se tratara. “Los jóvenes y los niños y niñas sufren estrés, duelo y soledad, que pueden empeorar con el paso del tiempo. Sus padres pueden haber perdido sus empleos. Los cierres y otras restricciones siguen dificultando su acceso a la educación, la formación y el trabajo”, ha manifestado de Barros. 

“Los jóvenes y los niños y niñas sufren estrés, duelo y soledad, que pueden empeorar con el paso del tiempo” 

Uno de los estudios analizados procede de la Cruz Roja Española. Este informe recoge que la gran mayoría de las familias con hijos o hijas de 0 a 6 años que precisan de atención de Cruz Roja, alrededor de un 96%, están en riesgo de pobreza y exclusión social. A eso se suma que prácticamente el 40% está en paro, y que tres cuartas partes no pueden permitirse gastos como gafas o audífonos. En esta situación, muchas familias han declarado sentirse preocupadas o estresadas, lo que también afecta a su capacidad para apoyar emocionalmente a sus hijos o hijas.  

Investigaciones de la Cruz Roja Austriaca, por otro lado, relacionan que la pandemia de la COVID-19 ha duplicado los trastornos del sueño y de la alimentación entre niños y niñas. Tras el segundo encierro de 2020, además, se detectó una mayor propensión a desarrollar un trastorno de estrés postraumático en la población infantil. 

Por otro lado, los niños y niñas refugiados y refugiadas también han sufrido la pandemia. Un estudio de la Media Luna Roja Turca y la FICR indica que un tercio no ha podido acceder a las clases de la escuela de forma online. Una investigación de la Cruz Roja Alemana en Turquía también ha mostrado que, cuando se les obligaba a los niños y niñas a quedarse en casa, surgían más problemas de comportamiento. 

Investigaciones de la Cruz Roja Austriaca sostiene que la pandemia ha duplicado los trastornos del sueño y de la alimentación 

Hasta la fecha, en Europa se han producido más de 54,6 millones de casos de la COVID-19 y 1,1 millones de muertes, lo que supone un tercio de las infecciones y muertes en todo el mundo. “Las autoridades y las organizaciones de la sociedad civil deben ampliar los programas y los recursos para ayudar a los jóvenes y niños y niñas vulnerables”, ha insistido Antónia de Barros, “lo que incluye una asistencia básica para la subsistencia y un apoyo psicosocial y de salud mental adaptado”. 

Desde el comienzo de la pandemia, la FICR y las Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja de toda Europa han prestado apoyo psicosocial y de salud mental a 1,8 millones de personas. 

Recomendaciones para fomentar la salud mental de los niños y las niñas 

Hablar de la salud mental de los niños y niñas es un tema complejo. Por ello, ante la duda, una buena opción puede ser acudir a profesionales de la psicología que nos ayuden a entender qué pueden necesitar los más pequeños o pequeñas dependiendo de su situación concreta.  

Teniendo esto claro, existen una serie de recomendaciones que se pueden seguir para generar un ecosistema saludable en casa y fomentar, en la medida de lo posible, la salud mental de los niños y niñas: 

- Confianza y escucha. Los niños y niñas tienen sus propias percepciones y opiniones, por lo que conviene trabajar la escucha activa con el fin de que sientan que pueden contarnos lo que sea. Eso hará que, si en algún momento se enfrentan a un problema o una disyuntiva, nos lo cuenten.  

- Salud. La salud mental es importante, pero también la física. Además de una alimentación sana, también debemos procurar que duerman las horas adecuadas para su edad y que se muevan lo suficiente para encontrarse en un buen estado físico. 

- Cariño. Las muestras de afecto son muy importantes, especialmente en momentos de preocupación como el de la pandemia de la COVID-19. Es bueno expresar cariño, y no solo con palabras, sino también con gestos.  

- Emociones. Muchas veces, los niños y niñas no son capaces de entender lo que sienten o de poner nombre a la “rabia” o al “miedo”. Reflexionar a su lado y aprender a gestionar las emociones también tendrá efectos positivos sobre su salud mental. Lo mismo sucede con la inteligencia emocional. 

- Límites. Tan importante como decir que “sí” a ciertas cuestiones es decir que “no” y trazar una serie de normas. Las reglas, en este sentido, ayudan a establecer un orden y regulan también la vida cotidiana a fin de evitar conflictos.