De olas y refugios - Ahora
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- El aumento de los casos por COVID-19 de la sexta ola hizo que Cruz Roja reaccionara y reabriera el Dispositivo para Personas Sin Hogar con sintomatología leve de COVID-19 en la localidad de Alcobendas (Madrid). No es la primera vez que la Organización brinda refugio a las personas que más lo necesitan para ayudar a frenar los contagios.
“Al estar en situación de calle, a las personas sin hogar les es imposible cumplir la instrucción de un correcto aislamiento según las recomendaciones de las autoridades sanitarias. La mayoría de ellas, además, tiene una mayor prevalencia de enfermedades graves o crónicas y peor salud general, lo que les hace más vulnerables ante una posible infección por SARS-CoV-2”. El responsable de estas palabras es Felipe Yobino, coordinador del Dispositivo para Personas Sin Hogar con sintomatología leve de COVID-19 de Alcobendas de Cruz Roja.
No es el único problema al que se enfrentan las personas sin hogar en una situación de estas características, expone Yobino, también médico. “La falta de vivienda estable impide que puedan adoptar y seguir las medidas higiénicas recomendadas por las autoridades sanitarias y es un obstáculo a la adopción de medidas preventivas”, evidencia. A ello se suma que muchas personas presentan otras características complejas como problemas de “salud mental, adicciones, traumas o barreras idiomáticas que pueden dificultar la colaboración y la comprensión de las medidas que deberían cumplir en la situación actual”.
“La falta de vivienda estable impide que puedan adoptar y seguir las medidas higiénicas recomendadas”
Por todo ello, asegura, es crucial el papel de dispositivos como el de Alcobendas, que reabrió sus puertas el pasado 10 de enero, cuando la sexta ola alcanzó una cifra alarmante de contagios por coronavirus. En coordinación con la Comunidad de Madrid, el dispositivo abrió un total de 38 plazas para poder atender a personas sin hogar que presentaran COVID-19 positivo con sintomatología leve, de forma que pudieran cumplir la cuarentena obligatoria de forma segura. Unas semanas después, ya entrado febrero y con una ocupación de 16 personas, se prevé que el dispositivo cierre el próximo 9 de febrero debido a la disminución de la incidencia.
El equipo, eso sí, se ha mantenido en todo el momento al pie del cañón desde el primer momento. “En el hostal trabajamos, un/a mediador/a social por turno (mañana y tarde), 1 enfermero/a en turno tarde, una mediadora en turno fin de semana, 1 enfermera en turno fin de semana, y 2 mediadoras en turno noche, además de mi rol de médico y coordinador del dispositivo. Los puestos de acción voluntaria son 1-2 por turno, reforzando las franjas de desayunos, comidas y cenas. Además, contamos con servicio de vigilancia 24 hs y servicio de limpieza de lunes a viernes”, señala Felipe Yobino.
No es la primera vez que Cruz Roja ofrece ayuda a los colectivos más vulnerables durante la pandemia. En Madrid también se puso en marcha un recurso para 120 personas sin hogar y familias en el Hotel INN Holidays de Las Tablas para que pudieran recurrir a él y aislarse en los momentos más arduos de la pandemia (de abril a junio; y de septiembre a diciembre de 2020). Las idas y venidas, las anécdotas, los momentos de nervios y de alegría se conjugan en un videoreportaje documental de Zona CREO que recuerda que, cuanta más fuertes son las olas, más falta hacen los refugios.
[Fotografía: José Sancho]
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