Las comarcas de interior de Valencia se levantan tras la DANA - Ahora

• Cruz Roja ha destinado ya más de dos millones de euros del Plan de Recuperación para la DANA desde su puesta en marcha a las comarcas de La Plana Utiel-Requena; La Hoya de Buñol y Los Serranos, a lo que se suman otros 100.000 euros de financiación de la Diputación de Valencia. 

Buena parte de este apoyo se ha materializado en tarjetas monedero, con más de 50.000 euros entregados a familias que vieron sus hogares devastados y perdieron enseres esenciales, especialmente electrodomésticos. Estas tarjetas, de unos 1.200 euros de media, permiten cubrir necesidades básicas durante tres meses, adaptándose a cada unidad familiar.  

Además, Cruz Roja, después de una valoración de las distintas vulnerabilidades, ha dado respuesta a más de 140 solicitudes de ayudas económicas para hacer frente al alquiler, suministros básicos, necesidades sociosanitarias, actividades de ocio familiar o movilidad. La colaboración con la Diputación también ha permitido ofrecer asesoría jurídica a quienes se han visto atrapados en trámites complejos: discrepancias con seguros, problemas con el Consorcio, derribos de viviendas, herencias o defunciones. 

Asimismo, la Organización ha repuesto un gran número de electrodomésticos y ayuda básica en alimentación, vestuario, productos sanitarios, material didáctico, menaje, juguetes… 

La soledad no deseada de muchas personas mayores en las poblaciones de interior, tanto la ya identificada como la potencial por efecto de la DANA, ha sido también objeto de respuesta de Cruz Roja, para ayudarlas a superar por sí mismas esas situaciones de aislamiento, su salud, su capacidad de interrelación y conocimientos digitales. 

También la asistencia psicológica y la realización de sesiones de sensibilización comunitaria para hacer frente a futuras emergencias, entre otras cosas, han sido abordadas por Cruz Roja en las comarcas de interior, también con ayuda de la Diputación de Valencia. 

El apoyo a personas con movilidad reducida y su acompañamiento, ya sean mayores o con alguna discapacidad, fue otras de los servicios que ha estado ofreciendo Cruz Roja en las comarcas de interior, en las que ha ayudado a más de un centenar de personas, a las que ha atendido en su domicilio y ha acompañado a la realización de distintas gestiones (citas médicas, de farmacia o similares). 

De cara a futuras emergencias, y en el marco del proyecto financiado por la Diputación de Valencia, Cruz Roja está realizando sesiones de sensibilización en preparación ante emergencias, adaptadas a la población a la que va destinada (personas de edad, con alguna discapacidad, etc…) ofreciéndoles pautas y conocimiento para actuar en futuras situaciones similares a la vivida el año pasado. 

Un plan de recuperación a tres años 

La magnitud de la catástrofe llevó a Cruz Roja a hacer un llamamiento para recoger donativos para la emergencia, que suma ya más de 115 millones de euros recaudados, procedentes tanto de particulares como de empresas y entidades sociales. En la Comunidad Valenciana han contribuido cerca de 500 entidades donantes. 

Gracias a esa solidaridad y humanidad, Cruz Roja ha podido ofrecer ayuda económica a más de 25.300 familias y apoyar la reapertura de más de 2.600 empresas. En la provincia de Valencia, más de 6.400 personas han recuperado ya sus medios de vida, y otras 10.800 se han beneficiado de forma indirecta de las ayudas vinculadas a la actividad empresarial. 

En la provincia de Valencia, más de 6.400 personas han recuperado ya sus medios de vida

Muchas personas emprendedoras, además de solicitar apoyo para levantar de nuevo sus negocios, pidieron las ayudas directas para recuperar sus hogares. Para facilitar este proceso, Cruz Roja implementó, con la colaboración de ayuntamientos, Generalitat Valenciana y Caixa Popular,  un sistema de tarjetas monedero personalizadas, sujeto a criterios de vulnerabilidad y diseñado para que cada persona pueda priorizar de forma autónoma lo que más necesita. 

Este plan de respuesta, concebido para tres años, busca no solo devolver la normalidad, sino fortalecer la resiliencia, la economía local y el bienestar físico, emocional y social de las comunidades afectadas. 

Porque la recuperación no es sólo reconstruir lo que se perdió, sino acompañar a quienes lo vivieron hasta que puedan volver a mirar al futuro con seguridad.