La colaboración y la cooperación, las únicas forma de combatir la pandemia - Ahora

• La crisis mundial no es únicamente sanitaria, sino también social, económica y humanitaria. Por ello, la colaboración y la cooperación son las únicas vías para poder frenarla. 

Según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a 2 de agosto de 2021 se han superado los 198 millones de casos de coronavirus y las más de 4,2 millones de personas fallecidas. La pérdida de vidas como consecuencia de la pandemia, además, se sitúa ya como la mayor de cualquier emergencia en la historia reciente. Por ello, hay que continuar batallando contra uno de los mayores retos a los que se ha enfrentado la sociedad en los últimos tiempos. 

Las vacunas, al menos, suponen una inyección de esperanza. Un poco más del 28,5% de la población a nivel global ha recibido al menos una dosis de vacunas COVID-19. A nivel global, además, se han administrado más de 4.180 millones de dosis y cada día se administran también 39,7 millones de dosis. 

Sin embargo, el despliegue de las vacunas COVID-19 no está siendo todo lo equitativo que debiera en todo el mundo. Por ejemplo, solo el 1,1% de la población en países de bajos ingresos ha recibido al menos una dosis. Frente a esta problemática, resulta esencial que las personas más vulnerables (refugiadas, migrantes, en exclusión social, con diversidad funcional, en zonas de conflicto) puedan acceder a las vacunas en todas las partes del mundo.  

Y no solo eso. La falta de avance de manera más homogénea de la vacunación puede contribuir, además, a la aparición de nuevas variantes con los consiguientes riesgos en la transmisión y la probabilidad de que las vacunas actualmente disponibles no protejan de la misma manera frente a nuevas variantes.  

La pandemia de la COVID-19 sigue impactando en la vida de miles de millones de personas en el mundo, amplificando desigualdades, desestabilizando comunidades, aumentando vulnerabilidades, afectando la salud mental y amenazando los progresos hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Y, frente a ello, la colaboración y la cooperación se erigen como las principales soluciones. 

Ante un problema global, una respuesta global 

Una pandemia requiere una respuesta de toda la sociedad, así como la solidaridad de todos y todas (personas, comunidades, organizaciones, empresas, gobiernos…). La red de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, en este sentido, tienen una responsabilidad y un valor añadido únicos para responder a esta pandemia. 

Desde el inicio de la pandemia, el voluntariado y el personal de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja están en primera línea de respuesta, llegando a las personas y comunidades en mayor riesgo a través de actividades de sensibilización y comunicación y apoyando los sistemas de salud y sociales. Esta ha sido (y es) una respuesta “local global” a una escala sin precedentes, que muestra la solidaridad de la red de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja para apoyar, movilizar y coordinar la asistencia global, intercambiando conocimientos, experiencias y herramientas y proporcionando apoyo financiero para la respuesta local. 

En el Quinto Informe de Situación de COVID-19 y Cooperación Internacional se incluyen datos de la respuesta global de las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja recopilados y consolidados por la Federación Internacional de acuerdo a un conjunto de indicadores operativos y económicos. Entre las prioridades más inmediatas, destacan tres a las que prestar atención: la salud, el impacto socioeconómico y el fortalecimiento de capacidades.  

Salud 

Controlar la pandemia, reducir los riesgos de transmisión y mantener el acceso a los servicios esenciales de salud son la base para reducir los impactos en la salud de la pandemia y para poder reconstruir los medios de vida y la recuperación social y económica. Para ello, se ha adoptado un enfoque que aborda distintas facetas de salud, el agua, el saneamiento y la higiene para contribuir a la continuidad de los cuidados desde la comunidad hasta los servicios especializados. 

Una de las acciones clave actuales es el apoyo a las campañas de vacunación, tanto en la difusión de información y sensibilización sobre sus beneficios como en el apoyo a los sistemas públicos de salud en el despliegue de la vacunación. Así, y según el informe, las acciones de sensibilización, comunicación de riesgos y medidas de prevención han llegado a más de 827 millones de personas. Las relativas al agua, el saneamiento y la promoción de la higiene, por otro lado, han alcanzado a más de 112 millones de personas. 

Impacto socioeconómico 

A medida que las consecuencias negativas en los medios de vida, la seguridad alimentaria, la desnutrición, la desigualdad, etc. son cada vez más evidentes y que crecen las proyecciones que estiman que podrían tener un impacto más profundo y duradero que las afectaciones relacionadas con la salud, las actividades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja se enfocan y se tendrán que enfocar cada vez más también en esta prioridad. 

Se han distribuido alimentos y artículos de primera necesidad a más de 82 millones de personas 

Ello incluye desde el apoyo a la recuperación, protección y diversificación de medios de vida hasta la cobertura de necesidades básicas relacionadas con la alimentación y la higiene pasando por la protección social y el apoyo a grupos vulnerables, entre otros. En este sentido, el Quinto Informe de Situación de COVID-19 y Cooperación Internacional recoge que se han distribuido alimentos y artículos de primera necesidad a más de 82 millones de personas, y que más de 3,9 millones de niños y niñas han recibido apoyo educativo.  

Fortalecimiento de capacidades 

Dentro de esta prioridad, se incluyen acciones dirigidas a fortalecer las capacidades de las Sociedades Nacionales, como organizaciones locales relevantes en sus comunidades y que están en primera línea de respuesta. Esta prioridad se centra, además, en las siguientes acciones: preparación para la respuesta, sostenibilidad financiera y apoyo a voluntarios y voluntarias.  

Concretamente, y para poder prestar apoyo técnico en un mundo con muchas más restricciones de viajes, se han puesto en marcha las siguientes iniciativas: 

- Servicios de asistencia en línea temáticos en temas como Continuidad de operaciones, Salud, Medios de Vida, Transferencias en efectivo o Apoyo Psicosocial. 

- Compendio de recursos técnicos, disponible virtualmente y actualizado constantemente, que incluye recursos para orientar las acciones disponibles en distintos idiomas. 

La Federación Internacional también ha lanzado SOKONI, un espacio de intercambio de experiencias, en el que el voluntariado y el personal laboral pueden interactuar. Incluye foros de discusión moderados, espacios para interactuar y acceso a recursos técnicos.  

El apoyo de la Cruz Roja Española se ha materializado en 28 países 

Todo esto ha sido posible gracias a los aproximadamente 1.884 millones de euros procedentes de fondos privados (ciudadanos y ciudadanas, empresas o fundaciones), gubernamentales, movimientos (IFRC, CICR, etc.) y multilaterales (agencias de Naciones Unidas, Unión Europea, etc.). Y es que la colaboración y la cooperación son las únicas formas de afrontar una pandemia con unas consecuencias tan profundas y severas.  

Con el firme convencimiento de que nadie estará a salvo hasta que todo el mundo esté a salvo, Cruz Roja Española ha redoblado sus esfuerzos en la respuesta local con el Plan Cruz Roja RESPONDE al tiempo que contribuye a la respuesta global. Y lo seguirá haciendo. Así, actualmente, Cruz Roja Española está apoyando la respuesta a la pandemia en 28 países, donde está facilitando la cooperación técnica y compartiendo experiencias, conocimientos y herramientas.