Una lección de Humanidad - Ahora
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- Cruz Roja despliega un importante dispositivo en Ceuta para hacer frente a una de las mayores crisis migratorias en España en décadas.
Ante la crisis migratoria sin precedentes desencadenada en la frontera con Ceuta, Cruz Roja ha estado trabajando sin descanso respondiendo al principio de Humanidad que mueve a la organización desde su creación. Ese principio de Humanidad que sustenta a todo el Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, ha dejado muchas imágenes, pero una de ellas ha dado la vuelta al mundo. El abrazo de la voluntaria Luna Reyes a Abdou, un joven senegalés, que llega a la playa exhausto, se quedará para siempre en nuestra memoria por encarnar los valores en los que creemos. Ese gesto, que representa a tantos voluntarios y voluntarias de Cruz Roja, ha desencadenado una ola de apoyo entre la ciudadanía, también sin precedentes. Persona anónimas, periodistas, medios de comunicación y referentes de la sociedad han volcado su apoyo en las redes sociales agradeciendo la labor de Luna y compartiendo la foto junto con mensajes de esperanza y el hashtag #GraciasLuna. La imagen de la cooperante ha recorrido el planeta y ha ocupado las portadas de los principales medios, no solo nacionales, sino también internacionales, como The Guardian.
Pero no ha sido la única historia de Humanidad que nos deja la crisis. Otro voluntario salvó la vida de una bebé de tan solo tres semanas, que se encontraba atrapada en el tumulto de personas que estaban junto al vallado del espigón fronterizo de Ceuta a la espera de entrar en la ciudad. Son solo dos ejemplos de las decenas de personas voluntarias que han participado en el dispositivo con el único objetivo de prevenir y aliviar el sufrimiento de las personas que han cruzado la frontera.
Una situación inédita
La Delegación del Gobierno en Ceuta estimó que el pasado lunes, el día de la gran oleada, unos 8.000 ciudadanos y ciudadanas marroquíes accedieron irregularmente a la ciudad autónoma a nado o a pie, entre ellos, 1.500 menores. La crisis migratoria se ha saldado, además, con dos víctimas mortales y ha obligado al Gobierno a desplegar al ejército en la frontera.
“Es una situación inédita. Estamos muy acostumbrados a ver y a asistir saltos a la valla, desde hace muchos años, pero esto nunca se ha dado. Que lleguen vía nado en un espacio tan corto al espigón del Tarajal o al de Benzú tal número de personas… Afortunadamente, por la vía en que están llegando, lo hacen en buen estado de salud”, explicaba la responsable comunicación de Cruz Roja en Ceuta, Isabel Brasero a Onda Cero el martes pasado.
Desde el primer momento en que se detectó el inicio de este movimiento, Cruz Roja en la ciudad autónoma de Ceuta ha realizado las primeras atenciones humanitarias a través de sus equipos de ERIE especializado en Ayuda Humanitaria. Estos equipos han desarrollado labores de primeros auxilios; asistencia sanitaria de emergencia; distribución de alimentos, agua y ropa a las personas que lo necesitaban; apoyo psicosocial principalmente enfocado a menores, mujeres embarazadas y personas vulnerables; y rescate y Salvamento Marítimo, con el apoyo de la embarcación de Cruz Roja al dispositivo de salvamento por la Guardia Civil en la misma playa del Tarajal. Cruz Roja también ha prestado asistencia sanitaria básica a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que están ejerciendo sus funciones en las zonas de entrada a la ciudad.
Han estado implicadas en la operación más 40 personas de Cruz Roja en Ceuta, a las que se sumaron otras 22 personas de los equipos de respuesta inmediata en emergencia de ayuda humanitaria en Andalucía. “Esta labor se ha desarrollado con normalidad. En Cruz Roja estamos muy acostumbrados a realizar ese tipo de tareas. Todos nuestros efectivos están desplegados en el Tarajal. Unos en ambulancia a pie de playa y otros en la nave en la que, cuando son trasladados desde la playa se les asiste a nivel social. Si no han requerido asistencia médica, empezamos con la asistencia social: ropa seca, mantas, alimentos de primera necesidad…”, añade Brasero. Desde la península, se movilizaron, además, varios camiones con material de primera necesidad y kits de descanso. También se ha activado el convenio en vigor con la Fundación Solidaridad Carrefour.
Atención a menores no acompañados
El gran número de menores no acompañados que han entrado en Ceuta ha sido otro de los factores diferenciales en esta oleada. “Han llegado muchos bebés recién nacidos o con apenas unos meses, ya que son familias enteras las que intentan llegar a Ceuta. Hemos atendido a muchos niños menores de 10 años, algo que no solía ocurrir”, continúa Isabel Brasero. Cruz Roja ha estado realizando test de antígenos a los niños y niñas y ha prestado ayuda humanitaria de emergencia a los más de 600 menores acompañados de entre 4 y 14 años que a principios de la semana pasada permanecían en la nave del Tarajal. La Policía Nacional estima que alrededor de 500 niños y niñas no acompañados están deambulando por la ciudad de Ceuta, sin haber sido reseñados, y sin que, presuntamente, estén cubiertas sus necesidades más básicas, encontrándose en una situación de vulnerabilidad.
Una semana después de estallar el conflicto migratorio, el trabajo de Cruz Roja continúa. Ahora todos los esfuerzos se centran en la reagrupación familiar de los menores.
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